Cómo se da de baja la pensión de una persona fallecida: plazos y qué ocurre en caso de no hacerlo
La responsabilidad de comunicar la baja es de la familia del difunto en un plazo de 30 días hábiles. En caso de no hacerlo, se considera delito penal.
Además del dolor que supone el fallecimiento de una persona, los trámites burocráticos que tienen que resolver las familias sobre la situación anterior del difunto suponen una dificultad extra. Una de las primeras directrices a seguir es notificar a la Seguridad Social el fallecimiento, para comenzar a abordar los trámites correspondientes.
La normativa establece que es responsabilidad de la familia comunicar que se ha producido el deceso, ya que el organismo del que percibe la pensión no podría tenerlo en conocimiento sin previo aviso, tal y como describen en 65YMÁS.
Plazos
El periodo de tiempo en el que se debe dar de baja la pensión es de 30 días hábiles desde el momento en el que la persona falleció. Para realizarlo, puede ser tanto de forma presencial a través de los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social, solicitando cita previa como por vía telemática, a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social.
Es fundamental portar el certificado de defunción del pensionista a la hora de realizar el trámite.
¿Qué ocurre si no se hace?
La normativa de la Seguridad Social recoge en su normativa que en el caso de cobrar indebidamente una pensión, el beneficiario deberá reembolsar dicha cantidad de forma íntegra. Judicialmente, figura como un delito penal que dependerá de la cuantía indebidamente cobrada para ajustar económicamente la sanción.