Cómo Alemania se ha convertido en la tercera economía mundial: pasa a Japón
La subida de los tipos de interés en la zona euro ha propiciado que Alemania alcance la tercera posición del ranking del PIB global, por delante de Japón.
Alemania, aunque esta viviendo una crisis económica y un periodo de recesión, se acaba de situar como la tercera economía del mundo quitándole el puesto a Japón. Miles de personas se preguntan como es posible que Alemania, cuyo PIB se espera que retroceda este año en un 0,5%, pueda adelantar al gigante nipón, el cual se prevé que finalice este año con un crecimiento económico positivo.
Este adelantamiento o sorpasso se debe a la diferencia entre las políticas monetarias de la zona euro y Japón que afectan directamente en sus divisas y, por lo tanto, también en el tamaño de sus economías cuando se establecen en dólares. La clasificación mundial de las economías permite que cierto país con una economía diferente puede obtener mejores resultados frente a otra si su moneda se comporta mejor, en términos relativos, frente al dólar. Esto permite que Alemania alcance la tercera posición del ranking del PIB global.
Las últimas representaciones del Fondo Monetario Internacional estiman que el PIB nominal de Alemania será de 4,43 billones de dólares este año, en comparación con los 4,23 billones de dólares de Japón. Consecuencia de la depreciación destacada del yen frente al dólar o al euro.
Diferencias en la política monetaria
Tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal (Fed) han tenido que incrementar los tipos de interés para contrarrestar el aumento de la inflación, esta circunstancia de la política monetaria ha propiciado que el yen se haya debilitado frente al resto de monedas.
La depreciación del yen también se debe a la inversión de capital de varios inversores japoneses en la Eurozona, con el objetivo de obtener un mayor rendimiento financiero sin asumir un riesgo muy superior.
Soluciones y problemas
La solución que ha presentado el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, se basa en establecer un paquete de estímulo económico que incluye una extensión de los subsidios a la energía, una medida destinada a ayudar a aliviar la crisis del coste de vida causada por la inflación más fuerte de Japón en décadas.
En cambio, Alemania pese a que se cree que tiene una economía estable se encuentra en una situación vulnerable debido al debilitamiento de la demanda exterior, del consumo doméstico y de la inversión por el impacto del encarecimiento de los costes de financiación.