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Desvelan la labor del globo espía chino en EEUU

El artefacto, que medía unos 60 metros de altura, habría sobrevolado bases militares estadounidenses enviando datos en tiempo real a Pekín.

RANDALL HILLREUTERS

Desde Washington aseguraban que era un “globo de vigilancia a gran altitud” controlado por China. Desde Pekín lo desmentían y afirmaban que sólo estaba dedicado a cuestiones meteorológicas y que su rumbo se había desviado por una suerte de viento. De cualquier forma, el ejército estadounidense derribó el artefacto y cayó en la costa de Carolina del Sur. La crisis del globo espía chino durante la primera semana de febrero ha sido uno de los episodios de mayor crisis geopolítica entre las dos primeras potencias del mundo en los últimos años. Ahora, dos meses después, ya hay una respuesta a la pregunta de qué hacía ese artefacto en el cielo norteamericano.

Según ha informado ‘NBC News’, y así lo han corroborado otros medios estadounidenses, el globo chino estaba destinado a recopilar inteligencia de bases militares. Lo habría hecho captando señales electrónicas en lugar de fotografías. De hecho, habría conseguido transmitir datos a Pekín en tiempo real.

Washington afirma que el globo fue monitorizado

Por su parte, desde la Casa Blanca el informe ni se confirma ni se desmiente. Los funcionarios de la administración Biden han asegurado que lograron limitar las labores del globo y que la recopilación de inteligencia no ha sido exitosa. Además, la portavoz del departamento de defensa, Sabrina Singh, ha confesado que el FBI todavía está examinando los restos del artefacto. “Sabemos que el globo pudo maniobrarse y conducirse deliberadamente a lo largo de su trayectoria”, ha expresado Singh.

No obstante, se ha omitido la información respecto a las instalaciones militares que presuntamente ha espiado. “Todavía estamos haciendo una evaluación de la información que China pudo recopilar”, ha dicho en cuanto a este asunto; a lo que ha agregado que son conscientes de que los pasos que han tomado “proporcionaron poco valor agregado a lo que han podido recopilar de los satélites antes”. Es decir, que según la Casa Blanca no hay riesgo de que la información recopilada ponga en peligro la seguridad del país. Tampoco así la supremacía mundial.

Antony Blinken en una comparecencia en febrero informando sobre el asunto del globo espía.JONATHAN ERNSTREUTERS

Pese a no revelar las bases militares sobrevoladas, los funcionarios estadounidenses sí que han asegurado rastrear el globo sobre Alaska y Canadá antes de que volviera a internarse en el espacio aéreo de Estados Unidos en el mes de febrero. Entonces, la rápida maniobra militar estadounidense derribó aquel artefacto cuyo tamaño rondaba los 60 metros de altura. Después se recuperó el globo para poder investigarlo.

Reacción china y consecuencias

La respuesta estadounidense no gustó al gigante asiático, que tachó la reacción de “exagerada” y catalogó el globo como “meteorológico civil”. Sin embargo, esto ha extrañado a las autoridades norteamericanas porque los globos que recogen datos sobre el clima pocas veces vuelan en forma de ocho sobre bases militares. Estados Unidos, al registrar más casos de globos en las semanas posteriores, no dudó en afirmar que China mantenía una flota de estos artefactos operando alrededor del planeta.

Esta crisis tuvo como principal consecuencia la cancelación del viaje diplomático que iba a realizar el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a China. Un gesto de distanciamiento entre ambas administraciones que pone de manifiesto las tensiones que mantienen en su disputa por el puesto de primera potencia mundial.

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