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Descubrimiento inédito en Granada

El análisis de una pieza funeraria de hace casi dos milenios por parte de investigadores de la universidad nazarí ha sacado a la luz un nombre propio desconocido hasta la fecha.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha realizado un hallazgo sin precedentes en el municipio granadino de Domingo Pérez. Se trata de una palabra que llamó poderosamente la atención de los arqueólogos que analizaban la inscripción de una estela funeraria romana descubierta en 2020. Su estudio ha concluido con la existencia de un nuevo nombre propio: Subulcus.

Este novedoso descubrimiento, que aparecerá detallado en el próximo número de la revista científica Epigraphica, es de gran valor histórico y lingüístico. Contiene, además, una curiosa peculiaridad: no es la primera vez que se ha podido leer el término. La palabra ya aparecía en el libro “Etimologías”, de Isidoro de Sevilla, publicado en latín y que data del año 625. En este caso, subulcus aparece bajo la acepción de “pastor de cerdos” (porquero). Ahora se sabe que también era nombre de persona.

Una pieza con casi 2.000 años de antigüedad

Los docentes autores del estudio, Ángel Padilla Arroba y Eva Morales Rodríguez, pertenecen al departamento de Historia Antigua de la universidad granadina. Ambos han asegurado que “se trata de un hallazgo excepcional que viene a enriquecer el ya extenso repertorio de nombres romanos documentados no sólo en Hispania, sino en todo el Imperio”.

Estela en el Museo Arqueológico de Granada / Europa Press

La pieza arqueológica al completo se encuentra depositada en el Museo Arqueológico de Granada y actualmente está en proceso de restauración. El nombre forma parte de una estela funeraria sin motivos ornamentales, de piedra caliza y superficie pulimentada, con forma rectangular y una parte superior redondeada. La redacción ocupa 12 líneas, siendo 11 de las mismas perfectamente legibles; de la última se deducen únicamente las dos primeras letras.

El análisis del tipo de letra y de las fórmulas funerarias ha permitido fechar la pieza entre el final del siglo I y el principio del siglo II d.C. La lápida, que debía estar colocada en un monumento de ciertas dimensiones, relaciona el nombre de seis personas. Los mencionados eran libertos de condición, algunos con vínculos familiares, de los que únicamente se conoce la edad a la que fallecieron.

¿Quién era Subulcus?

“De entre los nombres que se recogen en la estela, destaca especialmente uno, Quintus Pomponius Subulcus. Su particularidad e importancia radican en que se trata del primer testimonio documentado en todo el mundo romano del término Subulcus formando parte de la onomástica de un individuo que, en este caso, falleció a los 55 años de edad”, han asegurado los investigadores.

Los libertos como Subulcus eran antiguos esclavos, despojados de dicha condición por su servidumbre. Eran personas que se habían convertido en ciudadanos libres, pero que no tenían el mismo estatus -tampoco los mismos derechos- que aquel que nunca había sido esclavo (ingenui). A ojos de los demás solamente eran antiguos siervos.

De los seis nombres que figuran en la inscripción, tres son hombres y otras tres mujeres. Los tres varones y una de las mujeres pertenecieron a la gens Pomponia, de origen plebeyo, y cuya presencia en el sur peninsular no está atestiguada hasta momentos relativamente tardíos. La identificación de quiénes eran Subulcus y los otros cinco hacen del hallazgo un hito revelador que abre la puerta a más investigaciones.

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