Construyen una casa de lujo que no necesita aire acondicionado
La vivienda está ubicada en la urbanización El Cantal, al oeste del Rincón de la Victoria, en la comarca de la Axarquía, realizada con materiales ecológicos y de la zona.
La vivienda del futuro reproduce la arquitectura popular de la zona, reduce el consumo energético, ahorra agua y apenas contamina. La ha diseñado el arquitecto Pablo Farfán y su estudio. De hecho, entre sus características está la arquitectura contemporánea con diseño bioclimático y uso de materiales ecológicos locales, basados en los sistemas constructivos tradicionales y adaptados al siglo XXI.
Es lo que denomina “Nueva Arquitectura Mediterránea, una construcción saludable y respetuosa con el entorno”. Pero es mucho más, tal y como ha contado a El País. Construye casas que no necesitan aire acondicionado, ahorran aguas y contaminan muy poco.
Cómo ahorrar y no contaminar
“Es una construcción que respeta el medio ambiente, se adapta al entorno, utiliza materiales ecológicos y se inspira en una tradición que viaja al siglo XXI”, explica Farfán. Para ello ha empleado ladrillos de adobe malagueño, bloques de caliza local, baldosas de barro de Vélez-Málaga, celosías con tierra de La Rambla, cal de Sevilla, corcho de Cádiz y madera de pino de Cantabria.
Para reducir el gasto energético y reaprovechar al máximo el agua se ha creado un aljibe bajo el jardín, que permite reutilizar la que cae en forma de lluvia o sobra del baldeo. La casa se refresca en todas sus áreas, que están dividida en 180 metros cuadrados sobre rasante, 90 metro más de semisótano y 60 metros para el garaje, además de piscina y jardín. Hay sitio para una gran habitación de matrimonio, varias para los niños, una enorme cocina con isla y sala de juegos.
La localización, clave para refrescar
La casa bioclimática de Rincón de la Victoria refresca por la orientación 15 grados al sudeste y la colocación de las ventanas: unas pequeñas al norte y otra grande al sur, “así libramos los vientos fuertes de levante y poniente y, a cambio, se reciben las brisas anabáticas y catabáticas”.
Para los posibles meses fríos, el sistema de climatización es por aerotermia, gastando apenas dos kilovatios, como el horno, y permite calentar el agua de la ducha una manera muy eficiente. Y va por el suelo si fuera necesario calentar la vivienda, con suelo de madera.
Las paredes están construidas como antes: levantadas con bloques de tierra comprimida elaborados en Campanillas, un barrio donde la fabricación de ladrillos es tradición. Llevan arena y un pequeño porcentaje de cemento, como las construcciones de La Alhambra.
Se eliminan también los pilares de hormigón o acero, y se gasta lo mismo en hacer estos muros que un ladrillo. Además, generan el efecto cueva como ocurre en Guadix, en Granada. Evitan que se vaya el frío y el calor se quede. Y si hay humedad, los muros la expulsan.
El semisótano se ha hecho con paredes de bloques de piedra caliza y cemento blanco, con huecos, donde se ha incluido acero para que sirva de sujeción ante terremotos. Los techos, en este caso, son de madera de pino.
El precio, muy similar a las viviendas de esas dimensiones con esas características, tal y como establece el Colegio de Arquitectos de Málaga. Precisamente el autor de esta vivienda afirma que no es para nada más caro. Experiencia en rehabilitar viviendas con sus materiales clásicos tiene, ya que tuvo un estudio en Madrid donde rehabilitó corrales del siglo XVIII.