Los ‘osos de agua’, el animal más indestructible del mar

Los tardígrados, también conocidos como osos de agua, son invertebrados de menos de un milímetro de largo capaces de sobrevivir en los entornos más difíciles de habitar de la Tierra. Son animales microscópicos de ocho patas que pueden soportar temperaturas entre 150ºC y -270ºC y que fueron llevados a la Estación Espacial Internacional (ISS) para llevar a cabo diversas investigaciones.

Según informa la CNN, la asombrosa capacidad de supervivencia de estas criaturas se debe a la posibilidad de entrar en una forma de animación suspendida cuando las condiciones de vida se vuelven extremadamente complicadas. Este misterioso mecanismo de defensa se conoce como “estado tun”.

¿Cómo logran sobrevivir tanto?

En condiciones de frío extremo u otras complicaciones ambientales, los cuerpos de los tardígrados son capaces de producir “radicales libres inestables de oxígeno y un electrón desapareado”. El mecanismo de supervivencia se activa cuando las cisteínas (un aminoácido del cuerpo), entran en contacto con estos radicales de oxígeno y se oxidan. Estos son los causantes del ‘estado tun’ protector que permiten a los osos de agua sobrevivir a cualquier hábitat.

Estas propiedades asombrosas permiten que estas criaturas puedan volver a la vida décadas después de haber sido deshidratadas. Según explica la BBC, cuando se secan retraen la cabeza y sus extremidades, arrugándose formando una bola y entrando en ese estado de animación suspendida en el que expulsan todo el agua de su cuerpo y su metabolismo se ralentiza al 0,01% de la tasa normal. Lo impactante es que si años después vuelven a estar en contacto con el agua, pueden volver a la vida.

Supervivientes en el espacio

Ante las sorprendentes cualidades de estos animales, en 2007 un equipo de investigación envío tres mil tardígrados al espacio durante doce días para comprobar su capacidad de resistencia. Casi el 70% de la muestra sobrevivió sin problemas. Años más tarde, en 2019 la sonda israelí Beresheet se estrelló contra la superficie de la Luna, lo que causó la liberación de miles de estas criaturas que muy posiblemente sigan vivas a día de hoy.

Finalmente, el pasado junio de 2021, la nave espacial SpaceX Dragon de Tesla volvió a enviar centenares de tardígrados a la Estación Espacial Internacional con el objetivo de estudiar su comportamiento.

“Los tardígrados son ideales porque son microscópicos, multicelulares y una de las formas de vida más duraderas en el planeta Tierra”, aseguró Nova Spivack, jefe de la Fundación Arch Mission, dedicada a estudiar las formas de vida microscópicas. El inversor asegura que las posibilidades de supervivencia de los osos de agua son “extremadamente altas”.