Ciencia

Alertan del aumento de casos de ‘bacterias pesadilla’ y los expertos revelan el problema: “Se refleja en la resistencia”

Unos gérmenes prácticamente inmunes a los antibióticos se están propagando por todo Estados Unidos. “Es un grave peligro y muy preocupante”.

Pixabay
Actualizado a

En Estados Unidos se libra una batalla silenciosa que preocupa tanto como una epidemia: la expansión de las llamadas “bacterias pesadilla”. Estos gérmenes, oficialmente conocidos como Enterobacterales (CRE, de sus siglas en inglés), y ultra resistentes a los antibióticos, han multiplicado su presencia en los últimos años hasta alcanzar niveles que los expertos califican de “muy alarmantes”.

Según el último informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las infecciones causadas por estas bacterias crecieron un 70% entre 2019 y 2023. El gran responsable del repunte es el gen NDM, un auténtico “escudo biológico” que vuelve a los carbapenémicos —fármacos considerados de último recurso— prácticamente inservibles.

Hace apenas una década, los casos de este gen en Estados Unidos eran anecdóticos y casi siempre asociados a pacientes tratados en el extranjero. Hoy, la realidad es otra: el número de infecciones se ha multiplicado por cinco, y los CDC detectaron en 2023 más de 4.300 casos, de los cuales 1.831 portaban este cistrón. “El aumento de NDM es un grave peligro y muy preocupante”, advirtió David Weiss, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Emory, consultado por Euro News.

La preocupación no se limita a las cifras. Existe la alerta de que muchas personas podrían ser portadoras sin presentar síntomas, lo que abre la puerta a una propagación comunitaria inadvertida. Enfermedades rutinarias como una infección urinaria podrían convertirse en cuadros crónicos y casi imposibles de tratar.

Una defensa con pocas balas

El arsenal terapéutico contra estas infecciones es cada vez más limitado. Solo dos antibióticos logran hacerles frente, ambos intravenosos y con un coste elevado. “Estamos ante una situación donde los tratamientos de rutina dejan de funcionar y los recursos efectivos son caros, escasos y difíciles de administrar”, señalan los investigadores en el medio especializado Annals of Internal Medicine.

Los CRE suelen propagarse en entornos hospitalarios o residencias de ancianos, transmitiéndose a través de dispositivos médicos como catéteres o tras procedimientos quirúrgicos. Allí encuentran el terreno perfecto para multiplicarse: pacientes vulnerables y un uso intensivo de antibióticos.

Sin embargo, el abuso de estos fármacos durante la pandemia de COVID-19, pudo haber provocado, también, este repunte. Para el investigador de la Universidad de Washington, Jason Burnham, es un resultado indirecto. “Durante esos años se disparó su consumo, y ahora vemos las consecuencias en forma de resistencia”, explicó para Euro News.

Noticias relacionadas

La resistencia antimicrobiana ya es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las grandes amenazas para el bienestar público del siglo XXI. Y aunque hoy el foco está en Estados Unidos, el fenómeno, como la historia precede con grandes problemas sanitarios internacionales, no conoce fronteras.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Te recomendamos en Ciencia

Lo más visto

Más noticias