CONFLICTO RUSIA - UCRANIA

Alemania prepara a la población para lo que puede llegar próximamente

El país germano sospecha que Rusia cortará el gas este mismo verano y augura un final de 2022 duro. Da unas pautas a la ciudadanía.

CHRISTIAN MANGREUTERS

Occidente trata de aislar a Rusia a través de las sanciones impuestas desde que estalló la guerra en Ucrania. Los aliados han impuesto varios paquetes de medidas contra el Kremlin en los cuatro meses que llevamos de conflicto y estas están empezando a surtir efecto. Esta semana, por ejemplo, el Gobierno de Putin entró en suspensión de pagos por primera vez en 100 años y los expertos aventuran que esto es solo el principio.

Pero no es Rusia la única que recibe golpes, sino que Putin también los asesta a los aliados, teniendo un gran as en la manga: el gas. Y uno de los países que más teme el corte del gas es Alemania, por las consecuencias económicas que supondría para su país y población. Tanto, que el Gobierno germano del canciller Olaf Scholz ha declarado la alarma 2 de las tres previstas en el Plan de Emergencia del Gas que tiene redactado.

Desde Berlín, de hecho, sospechan que Rusia les va a cortar el gas este mismo verano. Ante esta situación, el ministro de Economía, Robert Habeck, ha señalado que su país entraría en una fase brusca de abstinencia, debido a la gran dependencia germana del gas ruso y las pocas reservas de gas que tienen actualmente (en este momento están a la mitad).

“Es una guerra económica”

Por eso, en Alemania planea el racionamiento energético, el parón industrial, la pobreza energética y la temida recesión. Habeck, en este sentido, ya prepara a la población para lo que puede venir en otoño e invierno, que augura serán duros. “Es una guerra económica que el presidente Vladimir Putin ha abierto contra nosotros”, ha sostenido el ministro de finanzas esta semana.

Tiempo de ducha, bajar la calefacción...

Así, desde su ministerio han redactado una serie de recomendaciones para su población. Se ha pedido desde acortar el tiempo de la ducha o bajar/subir un par de grados la calefacción o el aire acondicionado hasta desenchufar los aparatos electrónicos por la noche. “Aunque sólo sean 90 céntimos por hogar, si lo multiplicamos por 41 millones de hogares que hay en el país, son muchos millones al año”, ha explicado Habeck.

A las alertas del propio Gobierno se unen otras desde el ámbito económico. “La situación del mercado del gas es amenazante”, asegura Jens Südekum, profesor de economía internacional en la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf. “Si hay racionamiento y la producción se detiene, el resultado podría ser una grave recesión”, admite Siegrried Russwurm, presidente de la Confederación de la Industria alemana (BDI).

¿Qué pasaría si Alemania activa el nivel 3 de alerta?

Por el momento, y a la espera de nuevos escenarios, Alemania mantiene el nivel de alerta 2 activado, pero avisa de lo que sucedería si se pasa al último nivel, el 3. Habrá racionamiento y las eléctricas podrán repercutir los precios más altos directamente en sus clientes para forzar el ahorro. Se abriría además un escenario inédito en las empresas, especialmente en el sector químico, deslizan desde el Gobierno.

La Unión Europea recuerda el principio de solidaridad

Mientras Alemania avisa su población de lo que puede venir en otoño, los analistas piden rebajar en la medida de lo posible la tensión expuesta. Explican que, de cortar Rusia el gas, en la Unión Europea recuerdan rige el principio de solidaridad y habría trasvase de gas entre los países miembros.

Asimismo, al tiempo que el Ejecutivo se prepara para un cierre del grifo ruso, busca alternativas en otros mercados. En todo este tiempo, desde el departamento de Economía se han explorado nuevos contratos en países del Golfo, en EEUU, en países del norte e incluso aprobó a toda velocidad la construcción de dos regasificadoras en el Mar del Norte para poder importar gas licuado (GNL). Todo para subsistir al corte del gas ruso si es que se produce.

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