Syberia
Syberia
Tu misión en esta aventura es acudir a un pueblo de los Alpes Franceses, Valadiléne, para cerrar un trato con la familia Voralberg, que a su vez es dueña de otra fábrica que interesa mucho a los jefes de Kate y que por falta de pago se encuentra en venta.
Hablé con el todo lo que pude, incluso de los viñedos salvajes, después de Hans y otros temas. Este tipo parecía muy interesado en los relatos de Hans sobre la misteriosa figura del mamut con el domador encima así que le hice el favor y se la presté. Al momento el profesor pareció resucitar de entusiasmo, me comentó que iba a preparar una charla sobre el tema lo antes posible y que me llamaría. Acto seguido se fue a su laboratorio, le seguí y pude encontrar otro cilindro metálico en la estantería que había a la izquierda. Después fui al fondo del laboratorio y cogí unas pinzas y una botella de yanga cola de la última mesa de la derecha.
De nuevo le pregunté al profesor por el sauviñón, la viña salvaje y me mandó a hablar con los rectores, cosa que hice y ellos me mandaron a hablar con el jefe de estación. Tras intentar por dos veces hablar con el jefe de estación, seguirle hasta el puente y amenazarle sutilmente pude conseguir que me abriera la puerta del jardín, que por cierto era aquella puerta al final del camino sinuoso, junto al puente.
En el jardín pude coger unas pocas uvas, las guardé y más tarde se las di a los pájaros. Con la escalerilla metálica despejada de esas arpías emplumadas pude subir hasta la plataforma aérea, allí encontré un nido del que cogí, gracias a las pinzas del laboratorio, un huevo. Con el huevo en mi bolsillo fui al quiosco de música, por el camino me crucé con el jefe de estación que me ofreció una tregua y una botella de vino como señal de paz, la acepte y se lo agradecí. Una vez en el quiosco puse el huevo en esa especie de balanza y accioné la manivela, la puerta se abrió, descendí por la escalera interior y empujé la palanca que había a la derecha.