Broken Sword 2: Las fuerzas del mal
Broken Sword 2: Las fuerzas del mal - Quaramonte
George Stobbart, probablemente hijo pijo de algún acaudalado empresario americano, regresa a París para intentar restablecer sus relaciones sentimentales con la chica de las minifaldas menguantes, Nico la periodista de Le Monde.
Quaramonte
George puede entretenerse hablando con los personajes del extremo izquierdo de la pantalla, pero todos ellos son inútiles. Los primeros interrogatorios con jugo son los de los músicos; los de la turista americana entrada en años y carnes que responde al nombre de Pearl; su marido, Duane, empleado por la CIA a tiempo parcial, que ha venido de los EEUU con un camión cargado de explosivos [hombre, El Salario del Miedo], el hombre cercano al camión y tras agotar la conversación con todos ellos, con Nico.
George y Nico ascienden las escaleras que conducen a la sede de la Compañía Minera. Hablan con la jefa, Concha. También pueden hablar con los secretarios, en particular el exhibicionista de la izquierda [lástima, chicas, que les cayese un borrón de tinta justo en la parte que más os interesaba... nosotros tampoco hemos podido verle nada en todo el juego a Nico, todos en paces... nada, a parte de las br... las medias].
Ahora es el turno de visitar la comisaría y conocer al general, que está confabulado con el Dr.Oubier, que curiosamente está por aquellos lares de excavaciones en un lugar que parece secreto. Tras interrogar al general y a Renaldo, el ayudante, George y Nico intercambian impresiones tras salir de la comisaría. George puede interrogar a Oubier cerca del camión de Duane, ya que parece que se ha detenido allí a recuperar el aliento. También hay que hablar con Pearl y Duane de nuevo. También puede George echar un vistazo a Miguel, el encarcelado, en la segunda ventana de la comisaría, parte posterior.
Tras volver a hablar con Concha sobre Oubier, ahora George vuelve a comisaría para hablar con el general sobre el mapa y luego con Duane sobre Condor y Miguel.