Broken Sword 2: Las fuerzas del mal
Broken Sword 2: Las fuerzas del mal
George Stobbart, probablemente hijo pijo de algún acaudalado empresario americano, regresa a París para intentar restablecer sus relaciones sentimentales con la chica de las minifaldas menguantes, Nico la periodista de Le Monde.
Tras pulsar el interruptor, las luces se encienden y puede examinar cierta parte del suelo donde hay unas marcas de arañazos, cercanas a la pared, de lo más sospechosas. Sobre todo si ya has jugado al Darkseed II. Tras abrir la puerta secreta, encuentra a Nico atada y amordazada. Varias ideas le pasan por la mente a George, para aprovechar que pocas veces tendrá a su novia en disposición tan favorable, pero sin embargo opta por recoger el fetiche oscuro del suelo, y tras hablar con ella, le quita la cuerda y la cinta adhesiva.
Una vez ambos se han puesto al día de lo ocurrido en lo que llevamos de juego, George coloca la cinta adhesiva en la célula fotoeléctrica, y ahora puede colocar George la caja en su antiguo lugar, colocar encima de ésta la caja con animales peligrosos, y mover la otra caja. Tras colocar la cuerda en la estatua, y usar la manivela del toro para elevar el conjunto, puede atar la cuerda al gancho de la polea. George intenta moverla, pero no puede él solo, así que pide ayuda a Nico. Tras ir hacia la puerta, hay que usar los grilletes que retenían al enano sobre el cable de descarga para intentar huir de modo elegante... aunque acaban visitando al chucho guardián.