Broken Sword 2: Las fuerzas del mal
Broken Sword 2: Las fuerzas del mal - Marsella. La Caseta del Guardia
George Stobbart, probablemente hijo pijo de algún acaudalado empresario americano, regresa a París para intentar restablecer sus relaciones sentimentales con la chica de las minifaldas menguantes, Nico la periodista de Le Monde.
Marsella. La caseta del guardia
George se acerca al cubierto y echa un vistazo por la ventana, comprobando que el guarro del vigilante echa las basuras por la trampilla [si no, no la abre]. Tras conversar con él y comprobar que no habrá forma humana ni sobrehumana de convencerle de que le deje visitar los muelles, George se decide por la acción lateral.
Tras bajar los escalones, George encuentra en el agua un gancho para barcas, que recoge. Con él puede recoger la botella que ha lanzado el guarda al mar. George entra por la trampilla para hacerse cargo de la situación en el interior del puesto de vigilancia, pero el lugar es peligroso por las emisiones de metano del guarda [hay que desembarazarse de él, obviamente] así que desciende y sube los escalones.
Ya que el guarda está cocinando con la estufa, George decide aprovechar este hecho en su favor. Primero usa la botella sobre la chimenea para enfriarla, luego la abre, quitándole la tapa, le echa un vistazo al interior y mete dentro la botella para obturar la salida de los gases resultantes de la combustión de la estufa, lo que provoca la salida de un guarda que lagrimea y tose sin parar.
George vuelve a bajar los escalones y sube por la trampilla para meterse dentro del cubierto del guarda. Puede George recoger un trozo de carbón, pero lo importante es llevarse las galletas del perro, tras lo cual es expulsado del recinto por el guarda, un tanto ahumado... quiero decir, enfadado por el desarrollo de los acontecimientos.