Entre dos aguas olímpicas

Aunque británica de nacimiento, Theresa Zabell tardó pocos meses en ser adoptada por Málaga, que la considera una de sus deportistas de referencia. Zabell creció con aroma a sal y hambre de victoria en el puerto malacitano. A los diez años, Theresa abrió las aguas del éxito cuando asistió a su primer cursillo de vela en Fuengirola. Cuatro años después y levantando sólo metro y medio del suelo, ya manejaba un barco de la clase Europa, categoría en la que logró el título mundial con tan sólo 20 años. Sería el primero de cinco. No llegaron aguas tranquilas después, pero Theresa puso rumbo hacia el podio olímpico. La primera de sus medallas de oro llegaría en la clase 470 en los Juegos de Barcelona'92, tripulando con Patricia Guerra. El remodelado puerto de Barcelona vibró con los éxitos de Zabell, que pasó a ser conocida en todo el país. En Atlanta'96 cambió de compañera, pero repitió éxito. Compartiendo mando con Begoña Vía Dufresne, se colgó el metal dorado en la misma modalidad. Junto con los dos oros olímpicos y los cinco Campeonatos del Mundo, su currículo deportivo incluye tres Europeos. Además, Theresa se aupó hasta el número uno del ranking mundial en 1992, 1994, 1996 y 1997 y figura como la regatista más laureada del mundo. Cuenta con la Orden Olímpica y la Real Orden al Mérito Deportivo entre sus logros. Zabell es licenciada en Informática y en Marketing, y una apasionada de la política. Tras su retirada de la navegación profesional, fue nombrada Eurodiputada del PP, cargo que ostentó de 1999 a 2004. En Bruselas ocupó curiosamente el escaño 470, número que quedará siempre ligado a la campeona olímpica. Zabell ha ejercido como profesora y conferenciante en varias universidades españolas. Actualmente es vicepreseidenta del Comité Olímpico Español y consejera delegada de Relaciones Internacionales de la candidatura Madrid 2020. Fran Fermoso