La mejor atleta de la historia

El ímpetu y la insistencia de esta atleta holandesa durante una época marcada por la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias de ésta la convirtieron en la gran estrella de los Juegos de 1948. Londres acogió una exhibición donde se hizo con cuatro oros y su hazaña fue reconocida por la Federación Internacional de Atletismo, cuando en 1999 la eligió como mejor atleta femenina del siglo XX. Su carrera había comenzado con la participación en los Juegos de Berlín de 1936 y dos bronces en el campeonato de Europa de 1938, pero los acontecimientos mundiales le impidieron lograr éxitos en unos Juegos Olímpicos hasta diez años más tarde. Durante ese tiempo, mientras sus compatriotas se repartían los alimentos y se preocupaban por la ocupación nazi que les acechaba, Fanny se dedicó a entrenarse a fondo.Tanto que fue capaz de superar varios récords del mundo en diversas disciplinas. Una vez acabada la guerra, otro imprevisto, aunque positivo en este caso, ponía en peligro la gloria de la deportista neerlandesa. Semanas antes de la vuelta de la competición con los Europeos de atletismo de Oslo, Blankers-Koen daba a luz a su segundo hijo y veía peligrar su participación. Pero a pesar de las adversidades, acudió a la cita y se llevó dos medallas de oro: en 80 vallas y en el relevo 4x100. Su mejor actuación, y la confirmación de la oportunidad perdida en las ediciones suspendidas de 1940 y 1944 por la Segunda Guerra Mundial, llegó en la cita londinense de 1948. Allí, cayeron las victorias en 80, 100, 200 y 4x100 metros. Fue su segunda y, desgraciadamente, última oportunidad, y la holandesa, que ya había llegado a la treintena, supo aprovecharla de lo lindo. Aunque en el siguiente Europeo de Bruselas volvió a repetir con tres victorias individuales (100, 200 y 80 vallas) y una plata en el 4x100, no pudo volver a cosechar más éxitos olímpicos. Llegó a los siguientes Juegos, en Helsinki, con 34 años, y sólo pudo ser finalista en 80 vallas, carrera en donde se lesionó al saltar el segundo obstáculo. Pero aunque sus mejores oportunidades se las había robado la Gran Guerra, al morir en 2004, con 85 años, sabía que había pasado a la historia como la única mujer capaz de lograr cuatro oros sobre la pista de atletismo en unos Juegos. Clara Pardo