Un español a distancia

A pesar de proclamar mil veces su españolidad, muchos siempre dudaron de ella. Martín López Zubero, el mejor nadador nacional de todos los tiempos, nació en EEUU, donde su padre emigró, se entrenó siempre allí y aprendió como pudo, que no fue muy bien, el castellano. Pero siempre compitió con España. Con el gorro rojo y amarillo ganó un oro olímpico (Barcelona'92), dos Mundiales y cinco Europeos, además de una plata y un bronce mundialistas, y dos platas continentales. Su hermano David abrió el camino con su bronce en los 100 mariposa de Moscú'80 y él, que según su padre tenía menos calidad natural que David pero mucha más capacidad de dedicación, se convirtió en un dominador de la natación de su época. Los 200 espalda fueron su distancia favorita (en ella obtuvo el máximo metal en Barcelona), aunque en los 100 también acumuló muchas victorias. El récord nacional en esta última modalidad le duró 16 años, hasta que Aschwin Wildeboer lo batió en 2008, lo que habla del páramo en que se ha convertido la natación masculina española desde su retirada. La tradición nadadora de los López Zubero surgió un poco de la casualidad, cuando David, el hermano mayor, se rompió un brazo e hizo su rehabilitación en la piscina. Ese fue el origen de dos medallas olímpicas y de un gran puñado de victorias por todas las piscinas del mundo, siempre bajo los colores de España, como fue el deseo y el empeño de su padre, José Luis, un oftalmólogo que se instaló en Estados Unidos tras terminar su carrera en Zaragoza. Lorenzo Calonge