Shenmue 2
Shenmue 2 - Día 27
SEGA presenta el retorno de un clásico que ha hecho temblar los cimientos de la industria del videojuego y que la ha llevado a cotas de realismo inimaginables años atrás. La gran despedida soñada por Yu Suzuki y su mítico AM2 toma forma en este tributo a Dreamcast...
DIA 27
A la mañana siguiente, Ryo se encontró a Shen Hua en la cocina preparando el desayuno para su padre. Era hora de visitar la mina. Durante el recorrido, charlaron un poco sobre el significado de los espejos. Llegados a un punto cercano a la mina, Shen Hua notó que algo no andaba bien. Tenía una extraña sensación de que pasaba algo malo, algo fuera de lo común. Se dieron prisa para llegar a la mina. Antes de entrar, se hicieron con unas antorchas, ya que el interior estaba muy oscuro.
A continuación llegaron a una sala, Shen Hua dejó la comida sobre una mesa, pero su padre no estaba. Tras una puerta se hallaba la respuesta, una puerta por la que Shen Hua nunca había cruzado. Hallaron dentro una enorme cueva mucho más grande que la anterior. Ambos siguieron un sendero y terminaron en otra sala, cada cual más insólita. Pero ahí no había ni un alma. Ryo encontró una carta del padre de Shen Hua.
En ella le explicaba que su trabajo había finalizado. Ahora sólo debía acompañar al portador del Fénix y hallar la respuesta al enigma. Todo esto era cada vez más extraño. Una enorme espada era la única pista que tenían. Ryo fue con ella hasta un pequeño altar, allí y con ayuda de Shen Hua, encajaron la espada. Entonces emergió del suelo una especie de columna con unos relieves.
Ryo caminó hasta ella e introdujo el espejo Fénix en un hueco. Lo que a continuación ocurrió era únicamente cosa de magia.
Una enorme luz apareció e inundó toda la sala, iluminando todo lo que se hallaba a su paso, encendiendo al mismo tiempo unas llamas que mostraron por fin el gran secreto: dos enormes réplicas de los espejos Dragón y Fénix grabadas en la pared. Entonces Shen Hua recordó una vieja leyenda de villa Bailu: