Shenmue 2
Shenmue 2 - Día 25
SEGA presenta el retorno de un clásico que ha hecho temblar los cimientos de la industria del videojuego y que la ha llevado a cotas de realismo inimaginables años atrás. La gran despedida soñada por Yu Suzuki y su mítico AM2 toma forma en este tributo a Dreamcast...
DIA 25
Ryo viaja en un pequeño barco, a través del río hacia Languishan, el punto de partida hasta llegar a la villa Bailu. Al bajar del barco, Ryo se dirige a un grupo de tres chiquillos hablando. Le preguntó al canijo de los pantalones azules si sabía como ir a la villa. Le dijo que fuera a preguntar a la pescadería de su padre, la del puesto de color azul. Tras mucho insistir, le informó de que el viaje hacia la villa Bailu era largo duro, hay que seguir el río a través de bosques y montañas.
Para ello hay que seguir el sendero más cercano. Así fue, Ryo comenzó su viaje, todo recto, al poco rato se encontró con un niño y un viejo embobado con unas mariposas. El señor le dijo que podría tardar por lo menos dos días en llegar si se daba prisa. De acuerdo, lo lograremos. Tras seguir caminando, llegó hasta el Valle Verde. Después cruzó hasta Yingshuie y enseguida comenzó a llover.
Decidió correr un poco para no mojarse demasiado. Tras avanzar unos metros, vio que un cervatillo había caído al río, y la marea le arrastraba de manera violenta. Entonces apareció ella, tan bonita, tan delicada, tan perfecta. Era Shen Hua, la chica que será la clave del juego de aquí en adelante. Al ver que la única manera de salvar al cervatillo era tirándose al río, no dudó un momento y se lanzó. Ryo lo observó sorprendido, y supo que si no hacía algo se ahogarían los dos. Se tiró pues también al agua.
Trató en vano en agarrarles durante un rato, pero la corriente llevaba demasiada fuerza como para lograrlo.
Tras agarrarse a una roca, por fin logró sujetarlos a los dos. Pero no por mucho tiempo, el agua les arrastró de nuevo. La chica no soltaba al animal y Ryo no pensaba dejarles que se ahogaran.
La tormenta cesó, y Ryo se halló junto a la chica inconsciente en la orilla del río. Tras darle las gracias, Shen Hua se presentó y le dijo que ella se dirigía a la villa Bailu, cuando vio que el cervatillo había caído al agua. Ella se presta gustosamente a guiarnos durante el camino. Durante un buen rato estuvieron hablando a medida que avanzaban por el bosque. Estuvieron charlando sobre la villa Bailu, su familia y demás cosas de interés. Más tarde llegaron a un lugar lleno de olivos. Shen Hua le explicó que Guilin significa: 'madera de olivos'.
Tras avanzar un poco más, encontraron un claro lleno de mariposas.
Avanzado el día, se dieron cuenta de que enseguida se haría de noche. Debían darse prisa si querían llegar a la cueva para descansar. A continuación viene unos QTE la mar de fáciles. En ellos, Shen Hua te muestra lo que hay que hacer (esquivar rocas, saltar ramas, agacharse...), y Ryo debe repetirlo. Si fallas mucho caerá la noche y habrá que volver a intentarlo. Tras correr un rato, llegaron a la primera de las montañas. Había que escalarla con cuidado para no resbalarse. Luego, debían correr de nuevo y hacer los QTE.
Casi llegada la noche, Ryo y Shen Hua hallaron un riachuelo lleno de luciérnagas, y estuvieron contemplándolas un rato. Tras esto, de nuevo habría que hacer los QTE a través del bosque.
Al terminar, Shen Hua dijo que ya quedaba muy poco para llegar por fin a la cueva. Allí pasarían la noche. Al llegar, vieron que alguien había encendido una hoguera anteriormente, pero la leña que ahí se hallaba no era suficiente.
Debían buscar más, dado que había llovido lo más lógico era buscarla dentro. Mechero en mano Ryo se adentró a por leña. Encontró durante el recorrido varias ramas secas. Cuando tuvo bastantes, volvió con la chica. Hacía falta más para poder pasar la noche, de nuevo se adentró y, al fondo de la cueva, encontró toda la necesaria. De vuelta, se sentaron alrededor del fuego. Comenzaron a hablar un poco de Shen Hua y luego la conversación se giró en torno a Ryo y su vida. Él le explicó el motivo de su viaje (sin mencionar la trágica muerte de su padre) y luego les habló un poco de sus amigos de Japón, (Tom, Nozomi, Gui Zhang Goro...). Cuántos recuerdos. Se hacía tarde, era hora de dormir un poco.