Este verbo procedente de América se usa cada vez más en las narraciones futbolísticas. Su significado original es “esquivar”, y no chocar o forcejear.
El himno del Sevilla contiene una expresión que la Academia desaconseja. Curiosamente, se repite en canciones de Juanes, Cómplices y Camilo Sesto.
Algunas palabras del inglés se maltraducen con el término español que más se les parece. El léxico del baloncesto no ha quedado al margen de esta incompetencia idiomática.
La locución “goal average” es uno de los anglicismos del fútbol que, aunque encontró sustitutos adecuados en español, se mantiene...
Un equipo que va perdiendo 3-0 y logra empatar no ha remontado el resultado
Ese verbo se ha venido vinculando en español con palabras que evocan la violencia. ¿Diríamos que Federer y Nadal se tienen un odio deportivo?.
En algunos países de Hispanoamérica dicen "Supertazón" y "mariscal de campo". El "quarterback" equivaldría en fútbol al cerebro del equipo, al organizador
Ese sustantivo implica que se hace un pago de dinero. El adjetivo o bien sobra o bien significa que la sanción sale barata.
Un nuevo anglicismo se instala en el léxico del tenis. Cualquier diccionario enseña que se puede traducir fácilmente como “ganador”.
No se entiende bien a qué viene proferir dos veces la misma idea. Tales términos funcionan a menudo como sinónimos, pero no siempre.
Los comentaristas hablan de “golpe de derecha” incluso cuando el tenista es zurdo. En inglés, ‘drive’ sí que sirve para el derechazo y el zurdazo.
Según el Diccionario, significa “acción valiente”, pero no define el sexo de quien la desarrolla. Con este adjetivo se da a menudo una contradicción en los términos.
Abundan en las narraciones deportivas expresiones como “absolutamente repleto” o “completamente abarrotado”.
Una frase como “la técnica del Betis femenino es muy buena” resulta ambigua. Casos similares se dan con “la música”, “la mecánica”…
No tendría sentido que el marcador del estadio fuera “inalterable” porque su misión consiste en alterarse.
Asistencia llegó del baloncesto al balompié, como tiro libre o falta en ataque. El balonmano parece refractario a tomar vocablos del fútbol.
Un delantero sale del campo, y entra en su lugar otro delantero. En casos así puede ocurrir que el narrador proclame: “Es un cambio hombre por hombre”.
El sufijo “-ato” sirve para formar sustantivos que indican dignidad, cargo o jurisdicción. Su aplicación a nombres propios cuenta con los antecedentes de “porfiriato” y “onganiato”.
En el lenguaje deportivo, los equipos de fútbol se clasifican pero los pilotos se califican.
“Peinó el balón hacia atrás” es un pleonasmo innecesario.
La Academia considera incorrecto este uso de la preposición por algunos periodistas deportivos.
Se está llamando ‘wild card’ al nuevo sistema de clasificación propuesto para la Copa de Europa.
El segundo nombre del Real Valladolid originó la polémica en unos exámenes de selectividad.