Invitación al anglicismo
Los grandes clubes están promoviendo un sistema nuevo para la Copa de Europa (mal llamada Champions League) encaminado a favorecer su participación aunque no se hayan clasificado entre los cuatro primeros de sus torneos.
Esos cambios se pretenden para 2018, y el nuevo criterio se basa en que las cuatro grandes ligas (España, Inglaterra, Alemania e Italia) sigan enviando cuatro equipos cada una, pero el cuarto (y eso es lo que cambia) no participaría por haber quedado en tal lugar, sino por méritos pasados. Es decir, por su actuación en los cinco últimos años en competiciones europeas.
El nuevo sistema se ha dado en llamar “de wild cards”, y este anglicismo empieza a usarse en los periódicos españoles.
La expresión “wild card” figura en el libro Términos deportivos de origen extranjero, de Edmundo Loza y Jesús Castañón, definida así: “Tarjeta de invitación que en ocasiones se entrega a un jugador para que pueda participar en un torneo”. (Es decir, una especie de clasificación arbitraria). Como equivalente en español, los autores ofrecen el término “invitación”.
La expresión inglesa no se creó para el fútbol, el tenis, el golf y otros deportes en que se emplea ahora, sino para los juegos de naipes, en los cuales “wild card” equivale a “comodín”. El sentido original de “wild” en inglés incita generalmente a pensar en algo que se sale de la norma, de lo establecido. Porque ese adjetivo puede significar, según el contexto, “salvaje” (“wild animal” es “animal salvaje”), “silvestre” (“wild flower” es “flor silvestre”), sin control (“wild pitch” es “tiro descontrolado”)... Es decir, “wild” connota lo que se escapa a nuestro dominio, lo que va a su bola, lo que depende del azar...
Sin embargo, esta “wild card” que pretenden los grandes clubes se basa en una regla, pues la clasificación se logra también con datos objetivos. No se trata, pues, de un criterio tan asilvestrado como una planta del campo, ni tan azaroso como un comodín de la baraja, ni tan libérrimo como una invitación.
Por tanto, “wild card” no parece el término más adecuado para nombrar el nuevo sistema propuesto para la Copa de Europa, ¡ni siquiera en inglés!, porque los equipos no van invitados. En este caso, podría denominarse en español “sistema mixto” (unos acuden por resultados inmediatos y otros van por sus resultados pasados). Con esa alternativa, u otra similar, dejaríamos de invitar a este anglicismo a nuestras páginas.