Rafa Cervera Casanueva

Los casos de los propietarios de Jets y Jaguars demuestran que ser dueño de una franquicia de la NFL además de mucho dinero da grandes disgustos.

La primera jornada de pretemporada ha dejado algunas sensaciones que, si bien nunca definitivas, sirven para hacernos una idea de varios jugadores.

Con el inicio de la pretemporada surgen interesantes temas que hay que seguir para anticiparnos a lo que nos depara la campaña 2015.

La emoción embargará a más de uno este fin de semana en las festividades del Hall of Fame del mundo de la National Football League.

El quaterback Russell Wilson ha sido vital en la historia reciente de los Seahawaks y ahora afronta un momento crucial con su futuro contrato.

Con el arranque de los campos de entrenamiento, la competición comienza de forma semioficial su temporada llena de interrogantes.

Los Chicago Bears han jugueteado con su propio espíritu en el pasado reciente y eso les ha llevado a un momento muy bajo.

Cuando una franquicia se empeña tanto en equivocarse, hasta los aficionados tenemos más opciones de acertar en sus decisiones que los profesionales.

La serie American Bowl comenzó en Londres en 1986 y llegó a España siete años más tarde, como compensación por parte de la NFL a Barcelona al parón de la World League.

El 22 de junio de 1997 el conjunto español de la NFL Europa conquistó la World Bowl imponiéndose a los Rhein Fire de Dusseldorf en el Estadio Olímpico de Montjuic, 38-24.

Él nunca jugó la competición europea, pero la labor formativa que siempre tuvo, afectó directamente a los éxitos del jugador y de los New England Patriots.

No sólo hace falta talento y conocimiento para triunfar como pasador en la NFL, también es necesario tener la manera correcta de afrontar la profesión.

¿No sería mejor dejar que los jugadores hicieran la parte de recuperación necesaria después de durísimas temporadas y pusieran más énfasis en el apartado individual?

Desde luego, la suerte no acompaña a este club que se las prometía mucho más felices cuando, en solo su segunda campaña en la NFL, llegó hasta las finales de conferencia.

El draft no es más que un episodio como el que vivíamos en el patio del colegio, cuando éramos quince y teníamos que hacer tres equipos de cinco integrantes cada uno.

Su capacidad para añadir una dimensión extra a cualquier ataque y sus grandes dotes para arrancar compromiso a sus compañeros, son necesarias, y escasas en la NFL.

¿Qué deparará el cruel destino a Kelly? ¿Acabará mal en la NFL, o al menos en Philadelphia, el genio innovador que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar?