Peyton Manning y la Leyenda del Cid Campeador

Quedaban 8:18 para la finalización del tercer cuarto y los Chargers se habían puesto por delante, 13-7. El título de la división comenzaba a peligrar en Denver. Ante la mera posibilidad de tener que jugar como visitante los playoffs, Gary Kubiak optó por dar de nuevo la batuta de su ataque a Peyton Manning, quien había llegado a un partido de la NFL por primera vez como suplente, después de 18 años, sin saber si volvería a tocar el balón en la presente temporada. Brock Osweiler era retirado del encuentro tras una última jugada de ataque que había acabado en fumble, ¡de C.J. Anderson!

La reacción del equipo de casa fue instantánea y contundente. En 23 minutos, los Broncos anotaron 20 puntos para acabar no solo ganando el partido, sino también el derecho de disputar la postemporada en Denver, al finalizar como líder de toda la AFC. La labor de Manning fue espectacular, según la definió el comentarista de la CBS Phil Simms (¿cómo es posible que sea el analista del equipo número 1 de la cadena que retransmitirá este año la Super Bowl?).

¿Espectacular?

El veterano lanzó solo nueve pases, completando cinco para 69 yardas. Sus corredores, por el contrario, sí que sacaron ventaja de su presencia. Entre Anderson y Ronnie Hilman sumaron 141 yardas y dos touchdowns, mientras Manning estuvo en el campo. Al finalizar el encuentro, el propio quarterback –a diferencia de Simms- quitó importancia a su actuación, diciendo que entregar el balón en las manos de sus running backs no merece grandes elogios.

¿Qué pasó entonces el domingo en Denver?

Muy simple, como la aparición de El Cid Campeador, ya muerto, montado en Babieca, aterró a los árabes en la batalla de Valencia, la sola presencia de Manning hizo retroceder a una feroz defensa de los Chargers, que se había crecido ante el joven Osweiler. El experimentado quarterback aprovechó a la perfección la situación, cambiando una y otra vez la jugada en la línea, para elegir una y otra vez opciones de pase.

Es muy curioso, Manning, suplente por primera vez en su carrera, ganó el primer partido de su vida sin prácticamente pasar el balón. ¿Se extenderá la Leyenda de Manning a los playoffs? ¿Agresivas defensas como Houston, Pittsburgh o Kansas City –posibles rivales en el primer partido de Denver en postemporada- quedarán paralizadas por el miedo ante la simple presencia del número 18?

Lo podremos comprobar dentro de dos semanas.

Cinco cosas que pienso:

1. Pienso que, por lo visto en la temporada regular que acaba de concluir, el factor campo tampoco parece que será muy importante en los playoffs (a excepción hecha de Carolina, que ganó todos los encuentros disputados en casa):

Los Patriots sufrieron una devastadora derrota en New England, que a la postre les costó el primer puesto en la AFC, ante unos Eagles que solo obtuvieron siete victorias en la temporada (cuatro fuera de casa).

Dentro de su división, los Broncos solo pudieron ganar a los Chargers en Denver. Sin embargo, obtuvieron victorias en Kansas City, San Diego y Oakland.

Además de ser derrotados por los Broncos, los Chiefs cayeron en casa ante los débiles Bears.

Los Bengals perdieron en Cincinnati contra los Texans y frente a los Steelers, a quienes vencieron en Pittsburgh, donde también ganaron los Ravens.

Los Texans cayeron en casa frente a los Chiefs y los Colts, pero acabaron venciendo en Indianapolis, para hacerse con un liderado de la división que ya no perdieron.

Seattle dejó de ser el fortín de años anteriores y los Seahawks perdieron tres partidos en el Pacífico Noroeste, ante Panthers, Cardinals y Rams. Sin embargo, ganaron en Arizona, donde los Cardinals sufrieron dos de las tres derrotas de la temporada (la otra contra St. Louis).

Green Bay también dejó de ser intocable. De hecho, los Packers perdieron en Lambeau ante los tres rivales de su división, Vikings, Lions y Bears, a quienes vencieron en Minnesota, Detroit y Chicago. Los Vikings también cayeron en casa ante los Seahawks.

Washington amarró su clasificación a los playoffs con una importante victoria en Philadelphia, pero semas atrás había caído en casa ante Dallas, en el único partido que pudieron ganar los Cowboys este año bajo la dirección de un quarterback que no fuera Tony Romo.

2. Pienso que estamos ante los playoffs más difíciles de predecir de todos los que he vivido.

3. Pienso que, sin clasificarse a la postemporada, pocos entrenadores han acabado una temporada con marca de 8-8 tan satisfechos como Rex Ryan.

4. Pienso que es una pena y un error el despido de Jim Tomsula en San Francisco, porque tiene un carácter ideal para dirigir un equipo de la NFL hoy en día. Si fuera general manager de un club sin entrenador, entrevistaría a Tomsula sin dudarlo.

5. Pienso que la realidad supera a la ficción y que la película Draft Day, comparada con lo que sucede ahora en Cleveland, se queda muy corta.