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Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth

Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth

Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth - Los túneles de viento. El laboratorio

Descubre el misterio que se esconde en Innsmouth.

Aquella zona era de todo menos natural. Los Marsh la habían adecuado, a su manera, claro. Me metí por el túnel pasando la obertura que daba al mar, y me escondí para escuchar una conversación entre Sebastián Marsh y un hombre-pescado. Cuando Marsh se fue, aniquilé al híbrido de un único disparo certero. ¿Dónde estábais, familia Marsh? No iba a dejaros salir vivos del arrecife. Avancé por unas escaleras y giré a la derecha hasta meterme por otro túnel hasta atravesar una puerta y…¡¡Ouch!!

…abrí los ojos poco a poco, aturdido…. No, otra vez no… por lo menos estaba teniendo suerte y esa gente no me mataba cada vez que me tenía capturado. Desperté en una asquerosa celda con un dibujo en la pared y un viejo cincel. Lo recogí cuando los guardias no me miraban y lo usé con la reja podrida del suelo de la celda. Me metí corriendo en el túnel para escapar de allí. Bajo la celda de al lado, esperé dentro a que el guardia se fuese para salir y abrir la puerta. Estaba desarmado y en clara desventaja. A mi izquierda había un agujero en el muro. Me agaché y lo atravesé para llegar a un pequeño túnel que llevaba a otra zona de las celdas. Allí giré a la izquierda y seguí el túnel hasta el área principal del complejo. Seguí el camino que se abría a la derecha hasta pasar una larga compuerta con banderas en cada lado… En la caverna del interior me oculté de dos híbridos que hablaban entre ellos. Para evitarlos me metí agachado por un agujero en la pared, a mi izquierda. Al final del nuevo túnel esperé que no pasase nadie para salir hasta una zona ajardinada. Recogí una brillante planta azulada que me llamó la atención. Para continuar avanzando me metí por otro pequeño agujero que llevaba a una brillante caverna llena de cristales verdes. Intenté coger uno pero no pude sólo con las manos. Necesitaba algún tipo de herramienta.

Continué por la derecha hasta encontrar un túnel que salía de la caverna. De allí llegué a una zona con dos salidas, una de ellas bloqueada por un peligroso pez espada. Fui por la otra y, al final….llegué a la oficina del propio Robert Marsh en persona…. Ahí estaba el famoso líder de la Orden y no iba a dejar pasar la oportunidad de acabar con él. Antes de nada me fijé en el dibujo ritual de la pared. Necesitaba un arma, y sobre su mesa había un cuchillo. Entré de golpe en la oficina, sorprendiéndole, y cogí rápidamente el cuchillo. Dando vueltas a la mesa para evitar que me atrapase, me agaché y me metí debajo. Desde ahí fui acuchillándole hasta acabar con su repugnante existencia.

Sentí quitarme un peso de encima contemplando su cadáver deformado. Luego abrí su maletín, recuperé el Libro de Dagon y me hice con la llave del laboratorio.

Salí de su oficina y continué por el túnel hasta que me hice con un rifle, ¡por fin!, y estuve tentado de regresar a rendir cuentas. Al final del túnel me encargué de los híbridos y los sacerdotes, sin dejar títere con cabeza, abrí la puerta cerrada y entré a una especie de templo y jardín… Acabando con el resto de resistencia híbrida (no iba a andarme con chiquitas), accedí al interior del área principal del templo. Giré a la derecha y me encontré de cara con dos monstruos y dos híbridos. Una vez zanjado el asunto, seguí por la derecha hasta llegar a la entrada del laboratorio. Entré y recogí las notas de Esther y una botella verde. Luego me acerqué al híbrido sobre la mesa… aquello aclaraba muchas preguntas. Estaban manipulando genéticamente humanos para convertirlos en esclavos monstruosos. ¡¡Mierda!! El mutante estaba vivo. Decidí poner fin a su sufrimiento con un disparo rápido.

Seguí el camino de la derecha y entré por una puerta cerrada. Seguí el túnel hasta regresar a la zona de la prisión. Esperé oculto a que un híbrido que patrullaba pasase junto a mí y acabé con él con el cuchillo, en silencio.


Accedí al cuarto del centro y subí por las escaleras de caracol. ¡¡Por poco!! Acabé con el enemigo de arriba y encontré un contenedor que guardaba todas mis armas confiscadas. Fantástico. Abrí la puerta cerrada que daba al túnel de la prisión, salí y me metí por la izquierda, siguiendo el camino hasta que pasé un tablón de madera con una escotilla de metal en el centro. Abrí la escotilla y dejé la planta azul y la comida. Luego cerré la escotilla. Me agaché un me metí por el corto túnel a mi derecha. Al otro lado, giré a la izquierda y llegué a una puerta cerrada. La desbloqueé y entré a la celda. A mi derecha recogí un martillo y regresé entonces al área principal del jardín.De allí fui a la cueva de los cristales verdes y usé el martillo para hacerme con el que correspondía.

Regresé al nivel superior de las celdas y localicé un cuarto con viñas. Usé la botella verde allí y luego ascendí por ellas hasta el cuarto del portal. Puse el cristal verde en su lugar correspondiente y activé el portal. Salté a su interior y sentí cómo mi cuerpo flotaba y se deshacía en miles de millones de átomos. Sin saberlo, estaba siendo teletransportado a… no tenía ni idea. Allí encontré un extraño aparato… era un arma. Un arma de luz. Había confirmado mi teoría de que Chtulthu y todos sus 'dioses' eran en realidad seres de otro mundo, de otro planeta, con intenciones poco amistosas hacia la raza humana. ¿Me creería alguien, a pesar de todo lo visto y vivido?

Salí al pasillo y regresé a la cámara del cristal verde. Localicé el único túnel que aún no había podido explorar por culpa de ese pez espada, y acabé con él con mi nueva arma de luz. Me metí por el nuevo camino y llegué a una cámara con un disco de piedra, muy cerca del final de esta historia….¿Podría mi mente seguir racionalizando todo lo irracional que estaba viviendo?...

Lo que recogí para conseguir la mejor reputación, además de ignorar todos los símbolos pintados, fue el siguiente objeto: