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Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth

Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth

Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth - Las celdas. Jailbreak

Descubre el misterio que se esconde en Innsmouth.

Actualizado a

Señor Burnham, estoy cada vez más cerca de usted. Y espero que una vez que le encuentre podamos huir de esta pesadilla…

Subí por las escaleras de incendio hasta el balcón. Allí esperé a que ese engendro de policía se marchase, y entonces pegué un salto hacia la calle.

Avancé hasta la ventana y esperé a que los policías dejasen de hablar. Qué gente tan simpática…Seguí hasta la esquina y allí me hice con una barra de hierro. ¿Por qué demonios no había cogido antes algo así como arma?Por la primera ventana vi por fin a Brian Burnham dentro de su celda. No había tiempo que perder. En la segunda ventana un preso completamente ido intentó cogerme, y en la tercera ventana creí ver a otro preso durmiendo.

Giré a la derecha pasando el coche en llamas y entré a la comisaria. Allí estaba la entrada a las celdas. Abrí al puerta y entré decidido a cumplir con mi cometido.

Mi objetivo no era ni mucho menos acabar con esa Orden ni con esos asesinos, pero después de lo de Rebecca, su padre y el resto de cadáveres…el odio empezaba a sustituir al miedo. Acabar con la barra de hierro con aquellos dos policías-pescado fue una liberación. Y todavía me sentí más reforzado al hacerme con la pistola y la escopeta del armario. Preparaos para conocer a Jack Walters cabreado…

Accedí a la zona de celdas y me percaté de que necesitaba las llaves para liberar a Brian. Allí encontré también el cuerpo sin vida del pobre Thomas Waite, el preso que creía que estaba durmiendo…y ese loco llamado Henry que no dejaba de hablar de ratas y de murmurar palabras sin sentido para mí. Subí las escaleras y me metí en la puerta justo encima de las escaleras. Entré por la puerta del cuartito y llegué a un insalubre cuarto de aseo. Me agaché, superando el apestoso olor, y avance hasta el lavabo. Cerré las dos llaves de agua y esperé a que apareciese el policía para descerrarle un disparo en la cabeza. ¿Cómo se siente pasando de cazador a presa, maldito híbrido humano?

Salí del aseo y giré por el pasillo de la derecha hasta el dormitorio. Me hice con la munición sobre la cama y las llaves en la cabecera. Regresé corriendo para sacar a Brian, pero ante su desconfianza le enseñe la fotografía que Ruth me había dado. Por fin le cambió la magullada cara. Le saqué de su cautiverio y me explicó dónde podríamos encontrar un medio de huída. De 'posible' huída, me dijo dejándome poco esperanzado. Salimos de la comisaría a tiro limpio y avanzamos por el callejón a la izquierda del coche de policía aparcado, frente la entrada.


Dejamos atrás los cuerpos sin vida de esos monstruos bajando unas escaleras hasta la entrada a una alcantarilla. Use la barra de hierro para desbloquear el acceso y sentí un escalofrío… Allí abajo había algo… y después de todo lo visto en mi anterior visita por los subterráneos, mi valor comenzaba a desaparecer.

Al ver una rata muerta junto a una tubería recordé las palabras de ese loco de la celda. Cogí con repulsión el bicho podrido y… ¿qué había sido eso? ¿Ramona de nuevo?... Tendré que tomarme unas largas vacaciones cuando acabe este trabajo. Avanzamos por la alcantarilla hasta subir por una escalera al interior del garaje. ¿Quién estaba allí? Precisamente Mackey, que este vez me contó toda la verdad. En realidad era un agente del Tesoro y enlace con el FBI en una investigación en Innsmouth. Su misión consistía en descubrir qué le había estado pasando a la gente del pueblo y si detrás de todo había algún tipo de negocio ilegal. La familia Marsh eran su principal objetivo. Nos indicó dónde podríamos encontrarnos con más agentes federales para ponernos a salvo.

Iba siendo hora de irse, pero Brian no quería dejar a Ruth en el pueblo. Además, la policía le había confiscado un amuleto que les llevaría directamente hasta ella. Mientras él se quedó preparando el camión, yo regresé a la comisaría.

Lo primero que hice fue darle al loco de Henry la rata muerta para que se callase, pero lo que hizo fue matarse a golpes contra la reja… Abrí su celda y recogí un trozo de papel, los Juramentos del Dagon… Me había parecido ver también algo en la primera celda y, efectivamente, me encontré con el diario del capitán Obed Marsh, ¡el primer Marsh que trajo al pueblo la maldición que lo condenó!

Ya tendría tiempo para poner en orden mis pensamientos. Fui a la oficina de la entrada y empujé el mueble que estaba al lado del que tenía las armas. Allí estaba la caja fuerte. Usando la combinación 1-8-4-6 la abrí y recuperé el amuleto de Ruth.

Salí de allí y fue hasta el callejón que había a la derecha del coche en llamas, donde había otra pintada en la pared. Llamé a la puerta y Brian me abrió.

Le di el amuleto y subí a la parte trasera del camión. ¡¡Hora de irse!!

Lo que recogí para conseguir la mejor reputación, además de ignorar todos los símbolos pintados, fue el siguiente objeto:

- Juramentos de Dagon.