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Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth

Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth

Call of Cthulhu: Dark Corners of Earth - Innsmouth Dos. Segunda Parte

Descubre el misterio que se esconde en Innsmouth.

Había algo en esos lugareños que no era del todo normal… a parte de su interés por quitarme de en medio. Ese olor nauseabundo y constante a pescado…esas miradas perturbadas…esos rostros desencajados…¿qué estaba sucediendo en ese pueblecito perdido, en todos los sentidos, de la mano de Dios?Decidí llamarles hombres-pescado, por muy ridículo que parezca, pero haber estado allí y haber buscado otro nombre más apropiado.

Subí a la plataforma para evitar los ríos de porquería de las alcantarillas y escuché ese llanto infantil... Casi me muero del infarto al ver a la niña de Thomas, Ramona, llorando tras una verja. Al intentar acercarme a ella salió corriendo y empecé a escuchar voces… ¿estaban en mi cabeza o eran reales? Intenté no pensar en ello pero las voces no dejaban de atormentarme…y esa niña…¡¡había muerto!! Yo mismo había visto su cadáver. Avancé por el único camino de la derecha y salí a una zona invadida por una especie de moho verde ¡¡corrosivo!!. Algún tipo de infección o plaga producida quizá por la contaminación o la inmensa suciedad lo había invadido todo… Subí por unas escaleras siguiendo un rastro de sangre y encontré un cadáver en avanzado estado de descomposición. ¿Cuántos muertos habré visto ya en esta ciudad salida del mismísimo infierno? Imaginar que yo podría acabar como uno de esos me revolvía las tripas.

Dejé atrás el cuerpo y entre en una sala con dos tuberías y dos manivelas. Activé ambas por mera curiosidad y entré a otra sala, sin saber que acababa de abrirme un nuevo camino. Las voces proseguían y me estaban volviendo loco…. Allí había un pequeño pozo. Activé la manivela a la derecha y subí corriendo al pozo. Me tiré dentro, me agaché y entré por el conducto. El olor a podrido era mayor que en cualquier otra parte y se oían ruiditos de insectos… El conducto desembocaba en una enorme fosa común plagada de cuerpos desmembrados, huesos,restos humanos,insectos ytodo tipo de desperdicios. ¿Cuántos cadáveres habría allí dentro? Era imposible de contabilizar. Mi estómago no podía más. Evité vomitar y contemplé cómo un cuerpo caía de alguna parte de arriba hasta golpear brutalmente con la enorme trampilla central. No se me ocurrió ni acercarme a ese agujero y use una escalera para subir y huir de aquel cementerio. Escuché un ruido y miré al cuerpo recién llegado. ¿¿Qué había sido eso?? Alguna…cosa…se lo había llevado hacia la oscuridad de aquel conducto.Había algo en las entrañas del pueblo…y parecía gustarle la carne humana… ¿Algún animal salvaje? ¿El ser huido de casa de Waite?...

Llegué hasta el final de la escalera y escapé por la única puerta que había, que daba a una pequeña bodega. Allí dentro encontré otro camino por una nueva escotilla que me volvía a enviar hacia abajo. No hacía más que subir y bajar, y sólo deseaba respirar un poco de aire de la calle y ver el cielo de nuevo.

En el pasillo intenté ir por la derecha y me encontré de frente con la aparición de la niña.¡¡Joooder!! Di media vuelta pasando bajo una reja rota y decidí dejarme caer por un agujero en el suelo. Estaba ahora sobre una plataforma de mantenimiento, y en el suelo descubrí una serie de bichos con aspecto amenazador. Algo así como un híbrido entre araña y cuchara. ¿Dónde estaba el insecticida cuándo uno lo necesitaba? Bajé por las escaleras al nivel del suelo y corrí esquivando a los bichos que captaron el olor de carne viva. Al final del pasillo salté al interior de un túnel a la izquierda, oculto por algunas telarañas blancas. Los bichos no me siguieron…menos mal.

Localicé varias salidas al exterior, pero sólo una estaba abierta y bien vigilada por los lugareños que seguían buscándome. Decidí subir por todas las escaleras, golpeando las trampillas para distraer su atención y que se apartaran de la salida. Cuando subí a la última escalera y los hombres-pescado corrieron hacia ella, bajé rápidamente y corrí a salir por la primera. Allí descubrí un cartel donde habían puesto precio a mi cabeza bajo la acusación de ladrón. Mi instinto me guió hacia la derecha y encontré una escalerilla que subía de nuevo. Entré por la única puerta visible y bajé unos escalones hasta un pequeño pasillo. Entré por la puerta de la izquierda y salté cuando escuché el crujir de las maderas, que indicaban que iban a ceder. Por poco…


Ahora necesitaba hacer algo, porque allí no había salida. Usé una manivela y levanté una caja del nivel inferior que, sin saberlo, estaba bloqueando mi salida. Ahora decidí bajar por las escaleras medio podridas que daban casi delante de un fuego. Esos lugareños me vieron y dispararon, pero logré escapar por la nueva puerta desbloqueada.

Al final de un pasillo bien iluminado llegué a un patio y crucé dos puertas a la derecha hasta entrar a casa del sacerdote. Me sentí a salvo una vez más.

Caminé por el pasillo, dejando atrás la única puerta a mi izquierda, y subí por las escaleras que había en el recibidor. Entré por la puerta de la derecha y me hice con el diario del sacerdote, que me daría alguna pista más.

Regresé sobre mis pasos y entré entonces en la puerta que había dejado atrás. Rebecca estaba allí, en casa de su padre. Me reveló que la Orden había capturado a Brian porque lo necesitaban para un sacrificio humano. Además, la Orden buscaba el Libro de Dagon que yo tenía en mi poder, y harían cualquier cosa por recuperarlo. Rebecca me explicó dónde retenían a Brian y, antes de que pudiéramos trazar un plan, un disparo reventó una cristalera. ¡¡Me habían encontrado!!
Seguí a Rebecca hasta la calle y de allí a la Iglesia, donde podríamos refugiarnos. No pude evitar su muerte cuando un disparo le acertó de lleno. Tampoco podía pararme a llorar su pérdida y atravesé las dos puertas hacia el interior.

Lo que recogí para conseguir la mejor reputación, además de ignorar todos los símbolos pintados, fue el siguiente objeto: