Devil May Cry 3
Devil May Cry 3 - Misión 8
Ayuda a Dante para que Vergil no pueda hacerse con el poder de Sparda...
MISIÓN 8
"La gente alguna vez lloró de terror ante esta torre"
-Un nuevo temor: llénate de flamas y ábrete paso a través del gran vientre del demonio.
Disfruta de la impresionante escena...Bien, ahora estás metido en un pequeño lío, pero no es nada que Dante no pueda resolver, empecemos...El monstruo dentro del que estás metido se llama Leviatán, y ojalá fuera tan estilizado y bonito como el que aparece en Final Fantasy...
ATENCIÓN: Como ves, ahora puedes convertirte en demonio...cuando llenes los tres oráculos, presiona el botón L1.
Antes de saltar hacia abajo, busca a la derecha para subirte sobre un montículo. ¿Ves esa extraña esfera que parece un ojo? Pégale. Aparecerá un mensaje: "The seal has been dispelled opening a single stone tusk". "El sello se ha disipado, abriendo un colmillo de piedra"
A partir de ahora la premisa es simple: debes buscar las otras cuatro esferas que se parecen a un ojo, y golpearlas. Sigue hacia abajo (no saltando, sino por ese mismo camino donde estás ahora) terminarás encontrando otro de los ojos al final del sendero.
Ahora devuélvete unos pasos hacia atrás y salta. Cuidado con las piscinas de líquido amarillo: es ácido estomacal, y le hará daño a Dante. Cuando saltes hacia abajo, te conseguirás con varias, por eso te dije que caminaras unos pasos hacia atrás.
Sigue derecho, hasta que te encuentres con un bus escolar... el tercer ojo está por ahí. Si fueras por el otro lado del camino, verías una puerta que se puede romper con un símbolo azul brillante al final: se trata de la misión secreta 4.
No te recomiendo distraerte por ahora. Ahora regresa cerca del lugar donde empezaste este nivel, pero manteniéndote en el "primer piso". Por ahí debe haber un túnel largo...en el final, encontrarás varias cascadas de ácido estomacal, y, por ahí, el próximo ojo al que tienes que pegarle.
Te darás cuenta que, en la derecha de este lugar, podrás saltar hacia nuevos niveles: hazlo. El camino te llevará hacia unos cristales rojos a los que puedes golpear para que te den una gran cantidad de esferas y luego, a la derecha, verás el último ojo. Salta justo donde están las esferas rojas...caerás en el camino que tienes abierto.
INTESTINOS DEL LEVIATÁN SECCIÓN 2
Felicidades, acabas de pasar a los intestinos de la bestia. Camina hasta el otro extremo del camino, teniendo mucho cuidado con las piscinas de ácido gástrico. Te encontrarás con una Estatua de la Divinidad. Si quieres comprar algún ítem, es el momento de hacerlo. Sal por la puerta, rompiéndola de un espadazo.
CORAZÓN DEL LEVIATÁN SECCIÓN 3
Desde aquí tienes una buena vista hacia el horrible corazón de la bestia... bueno, mejor dicho, sus tres corazones. Si consultas la piedra amarilla con forma de panel que está por ahí cerca, te encontrarás con el siguiente mensaje:
"An organ writhes ferociously on the other side of the membranous wall. You can't get any closer now."
"Los órganos laten ferozmente en el otro lado de la membranosa pared. No te puedes acercar más, por ahora."
Sal por la puerta al otro extremo. ¡MIERDA! Te persigue un enorme parásito estomacal, corre y, si has comprado las habilidades para deslizarte en el aire, utilízalas mientras aprovechas y le disparas con tus pistolas.
El gusano es invencible, así que lo más aconsejable es correr. El camino acabará por ser muy estrecho, golpéalo y abrirás unas membranas: sólo Dante podrá pasar, y la bestia se quedará con las ganas de comerse tus huesos... déjala, ya no le podrás hacer más nada a la muy guarra. Entra por el agujero que tienes libre dando un espadazo.
INTESTINOS DEL LEVIATÁN SECCIÓN 4
Otra vez en los intestinos, pero no en el mismo área que antes, sino diferente... aquí te encontrarás a tus ya conocidos enemigos de siempre... sólo que ahora en una versión más débil y con sangre de jugo gástrico. Bendita sea la imaginación de los chicos de Capcom. Destrúyelos y sigue el camino hasta el final. Pasa por la puerta golpeándola.
RETINA DEL LEVIATÁN SECCIÓN 5
Estás en una sala circular, con una especie de tumor en el centro, que absorbe las esferas rojas del grupo de enemigos que estás eliminando, no te preocupes por eso: acaba con todos. Al terminar tu trabajo, se te dará un ítem nuevo: "Ignus Fatuus".
CORAZÓN DEL LEVIATÁN FINAL
El área está infestada de monstruos, vaya problema: elimínalos y entra por la abertura que está justo por encima del autobús escolar. Sigue el camino, y al final, te encontrarás con una estatua de la Divinidad... prepárate.
Corta la puerta, sigue el camino, e introduce el ítem Ignus Fatuus en el pánel amarillo.
JEFE: EL CORAZÓN DEL LEVIATÁN
Sinopsis: Al igual que el Kraken (el calamar de más de 100 metros), el Leviatán era una de las criaturas más temidas por los piratas y marinos supersticiosos de la edad media.
El Leviatán es tenido como un gigantesco dragón deforme (sí, dragón GIGANTE, figúrate) que ha cobrado la vida de cientos de miles de incautos marinos, cuyas embarcaciones no han sido rivales para el poder de la bestia. Sea como sea, es una criatura maldita, enemiga de los seres terrestres, y, por lo tanto, no es de extrañar que tenga un corazón negro.
Esta batalla es muy fácil y, más que nada, requiere mucho de tu paciencia... analicemos el escenario:
IZQUIERDA: Corazón Naranja - se roba las esferas rojas de los enemigos que matas.
DERECHA: Corazón Púrpura - Se roba tu habilidad de transformarte en demonio.
Cada vez que acabes con uno de los dos corazones (enfócate sólo en uno, el que tú quieras, da igual) el del centro, que es el importante, se abrirá y quedará desprotegido: golpéalo mientras puedas.
Al cabo de 20 segundos, se volverá a cerrar. Repite la táctica otra vez con el corazón que ha revivido, o con el otro. Los enemigos son muy fastidiosos, y, si sientes que te acorralan, destrúyelos, pero recuerda que al poco rato volverán a aparecer.
El corazón principal tiene dos tipos de ataque: en uno te lanza tres esferas azules, lentas, que debes evitar. El segundo es un rayo amarillo que es fácil de esquivar saltando y que, además, te hará el favor de "limpiar" la pantalla de enemigos.