The Curse of Monkey Island
The Curse of Monkey Island - Capítulo Cuarto
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Capítulo Cuarto: El Camarero, los ladrones, su tía y su amado
La resaca Sopabuena.
Tras el aterrizaje forzoso en la isla Blood, y la tripulación amotinada, lo que debe hacer Guybrush es averiguar dónde encontrar el dichoso anillo que librará a Elaine de su maldición. Pero para ello, lo primero es conversar con el encargado y camarero del hotel, que tiene una resaca sólo comparable a las de El Bárbaro en Año Nuevo [que duran una semana... mi cabeza... argghhh]. Para ello, primero hay que robarle el recetario, el libro que tiene cercano, y examinar las páginas hasta encontrar el remedio contra la resaca: pelos de perro que te haya mordido, pimienta y un huevo. No, no me estoy metiendo con vosotros.
Los pelos: hay que ir por el cementerio hasta la tétrica caseta del perro, recoger las galletas de su plato y dárselas de comer, y luego arrancarle unos pelos.
Megamonkey: ¿no hay galletitas? Pero tenéis la galleta de la pollería de Plunder, ¿no?
Para obtener el huevo, lo primero es recoger el cojín suelto de uno de los taburetes del bar. Luego, recoger la maza que hay cercana a la caseta del perro [y de paso el cincel] e ir hasta la playa. Guybrush coloca el cojín sobre las rocas, y le da un golpe de maza al árbol de caucho, con lo que el huevo cae al cojín y Guybrush puede recogerlo.
Pimienta: sólo hay que recogerla de la planta a la derecha del molino renqueante.
Ahora hay que suministrar los tres ingredientes al camarero y éste recupera la lucidez, buen momento para someterle al típico interrogatorio.