The Curse of Monkey Island

The Curse of Monkey Island

The Curse of Monkey Island

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La silla del barbero está ocupada por el capitán René Rottingham, el pirata más elegante y chulo del Caribe, y no hay forma de hacerle abandonar su silla mientras el barbero cuida su cabello asqueroso. Hay que encontrar un modo de librarse de él.

Para ello, hay que entrar por la puerta lateral al teatro. El abrigo de pirata colgado del perchero tiene una capa de algo que aparenta ser caspa, pero que en realidad es una manada de piojos buscando comida. Guybrush los recoge, vuelve a la barbería, y aprovechando un momento en que el barbero deje el peine sobre la mesa, añade los piojos al susodicho peine, con el resultado de que el capitán René se queda con un peinado a lo Ronaldo y es echado del antro.

Ahora Guybrush usa la silla para sentarse.

En el Megamonkey hay que usar una vez la manivela de debajo del asiento para ascender un poco y arrearle a la piedra pisapapeles una buena patada para lograr distraer al barbero.

Una vez el barbero se ha marchado, Guybrush usa la manivela de debajo del asiento para ir subiendo la silla hasta alcanzar las tijeras. Una vez hecho esto, puede largarse con viento fresco.

Otra cosa que hay que hacer, ya que la necesitará más adelante, es volver al teatro, recoger la varita mágica y usarla sobre el sombrero de copa. Guybrush obtiene un libro sobre el arte de los ventrílocuos. Mejor se lo manda por correo a Rockefeller, ya que últimamente no consigue que Moreno suene bien.