
The Curse of Monkey Island
The Curse of Monkey Island
Has conseguido encontrar la enervante, execrable, completa y malediciente solución a THE CURSE OF MONKEY ISLAND
Para pegar el corcho resultante en la barca hay que añadir al tapón pegamento, y luego usar el conjunto en el agujero.
Una vez hemos llegado con la barca hasta el bajel, podemos subir al barco, pero su loco primer oficial y su tripulación de simios se pasan la vida haciendo saltar a Guybrush por la borda pasándolo por la plancha. Cansado de semejante trato, Guybrush sierra la plancha con el cuchillo dentado y sube de nuevo al barco. Ahora no tienen más remedio que castigarle de otro curioso modo...
Con el castigo encima, Guybrush acude a la pollería dispuesto a aprovechar su disfraz, pero es sin embargo el encargado el que saca provecho, y le manda convenientemente envasado. Guybrush despierta en el castillo de popa del barco. Usando el libro de ventrilocuismo [o como se llame eso, caramba] sobre el capitán LeChimp, consigue que el primer oficial reciba unas órdenes escuetas de abandonar el barco. Obtiene tras esto Guybrush el mapa con la localización de Elaine, un poco de aceite de pollo y el mando del barco pirata. Puede Guybrush irse abriendo la ventana o por la puerta grande, como los toreros, si ya habéis hecho todo lo demás.
La Tripulación
Volvamos a la barbería. Al fondo a la izquierda está Van Helgen, que sólo se unirá a la tripulación en el caso de que Guybrush sea capaz de insultar a un caballero como él. Por lo que respecta al que está muy ocupado con la fuente, lavando trapos manchados de sangre, es Bill el Degollador, que sólo está interesado en el vil metal. El tercero es Haggis el escocés, que sólo reconoce como superior suyo al que sea capaz de derrotarle en el lanzamiento del cáber, o pedazo de tronco de árbol.