Animal Crossing: New Horizons y la actualización 2.0; crónica de un juego estancado

¿Habéis oído alguna vez eso de que el dinero no da la felicidad? Pues es cierto, pero sólo en Animal Crossing. Aún siendo el Amancio Ortega de nuestra isla (con permiso de Tom Nook, obviamente), nos sentimos vacíos por dentro. Hemos perdido la ilusión y aunque la mafia de Telegram ha hecho lo imposible por retenernos, hemos abandonado el lobby bayístico. Hace unos meses hasta quitamos la aduana para intercambios de nuestra isla y la entrada dejó de parecer la frontera con Marruecos. Aquel día los vecinos se abrazaban como si fuera el 9 de noviembre de 1989. Pero esta actitud budista de rechazar lo material y no madrugar para ver a Juliana no ha servido para nada. Seguimos apáticos y cada día más lejos del juego. Ahora entramos una vez a la semana, si eso, y lo hacemos para saludar a las cucarachas que andan de alquiler en nuestra casa, comprobar que se han mudado todos los vecinos del pueblo (menos los que nos caen mal, faltaría más) y vender algo de fruta mientras paseamos por la tienda como quien hace tiempo dando una vuelta por la Fnac o el Ikea. ¿Qué nos está pasando? ¿Es grave? Según el doctor Sito, de todos menos doctor, tenemos una enfermedad muy común llamada “aburrimiento” que se ha extendido en los últimos meses de manera alarmante por la comunidad de Animal Crossing: New Horizons. Existe un remedio que supondría una mejora inmediata, pero tiene que ser administrado por Nintendo: la actualización 2.0.

Ampliar

"Por eso esperaba con la carita empapada..."

Han pasado más de 160 días desde la última actualización “aceptable” de Animal Crossing: New Horizons, y por aceptable nos referimos a que no se limitó a copiar eventos del año pasado y añadió algo más que un par de objetos. Repetimos, más de 160 días. Para que os hagáis una idea de la situación, las mayores sorpresas del último parche son “Caballo pepino” y “Vaca berenjena”; dos artículos de decoración que son, literalmente, un pepino y una berenjena con cuatro palos clavados en su cuerpo haciendo las veces de patas. Aquí la prueba. No hemos tenido novedades destacables desde el mes de marzo, cuando se hizo el homenaje al 35 aniversario de Super Mario. La cosa empezó a oler mal cuando no vimos nada del título en el Nintendo Direct del E3 2021, pero el presidente de Nintendo América, Doug Bowser, dijo en una entrevista que no teníamos de qué preocuparnos. “Tenemos planes para que los jugadores sigan contando en sus islas con nuevas y divertidas actividades en las que participar. Estad atentos a lo que viene de camino”.

Ampliar

Puede que la culpa fuera nuestra. Tantos juegos de Mario a nuestras espaldas y aún no hemos aprendido a desconfiar de alguien que se llama Bowser. Dos meses después de aquellas declaraciones seguíamos sin saber nada del futuro de Animal Crossing: New Horizons y la paciencia de la comunidad estaba al límite. Muchos sobrevivíamos al hastío a duras penas gracias a los memes de cuentas como @Canela_Chair y @jorxnews, o al buen rollo en torno al juego que seguía desprendiendo gente como @ChechuDePine y @cobayasgamer. Fijaos si Nintendo era consciente de la situación que, cuando anunció el evento de fuegos artificiales de este verano (reciclado, por supuesto), la compañía sacó al mismo tiempo un comunicado en el que prometía “más contenido gratuito para el juego que está actualmente en desarrollo para este año”. Que fuera al mismo tiempos demuestra que Nintendo anticipaba la reacción tan negativa que iba a provocar en sus fans. Y esa fue la gota que colmó el vaso. Estas son algunas de las más de mil respuestas que la compañía recibió tras prolongar la sequía de novedades:

Menos apoyo de Nintendo que otros exclusivos

Más de un año después de su lanzamiento, Animal Crossing: New Horizons sigue siendo un juego perfectamente disfrutable. Un juego tranquilo y agradable, un remanso de paz al que dedicar horas y horas, con más propiedades relajantes y terapéuticas que algunos psicólogos. Lo decimos porque vistas las reacciones de la comunidad, habrá quien piense mal del juego, pero nada más lejos de la realidad. Nadie está atacando el producto base. Sigue siendo una experiencia de la que enamorarse. Pero eso no significa que no haya que exigirle más soporte a Nintendo, mucho más. Por varios motivos. El primero es que estamos hablando del título llamado a convertirse en el juego más vendido de Nintendo Switch. De momento es el segundo con casi 34 millones de unidades vendidas en año y medio, tan sólo por detrás de los 37 millones de Mario Kart 8 Deluxe, el cual salió en 2017 y ha tenido tres años más para alcanzar esa cifra. A este ritmo raro será que no le supere. Semejantes números nos llevan a la segunda de las razones para elevar el listón. Si va a tener la mayor o una de las mayores bases de usuarios de la plataforma, ¿por qué no hacer de ella la mejor cuidada? Porque no, a día de hoy no lo está.

Ampliar

Splatoon 2, lanzado en 2017, es el noveno juego más vendido de Nintendo Switch y en su día salió una señora expansión para celebrar su primer aniversario: Splatoon 2 Octo Expansion. Además estuvo recibiendo actualizaciones y nuevos Splatfest con una puntualidad suiza durante sus primeros 24 meses de vida. Hasta tuvo algún que otro detalle con sus usuarios en los años venideros, como los “remakes” de sus primeros Splatfest en 2020 (por ejemplo la reedición del mítico ketchup vs mayo) y el Splatfest especial de 2021 con motivo del 35 aniversario de Super Mario. Por su parte, Super Smash Bros. Ultimate, de 2018, es el tercer juego más vendido de la consola y aunque se encuentra en su tercer año de vida sigue recibiendo nuevos DLC. Lo lleva haciendo desde que salió con una periodicidad de uno cada tres meses. Y eso refiriéndonos a sus nuevos luchadores, pues ha tenido muchos otros parches menores y eventos temporales relacionados con el tablero de espíritus. En New Horizons estamos llorando por la actualización 2.0 y en Super Smash Bros. Ultimate van ya por la actualización 12.0. Pero es que hasta juegos que no están en los tops de ventas del sistema han recibido el cariño y apoyo de Nintendo durante al menos 12 meses. Es el caso de Mario Tennis Aces, quien recibió actualizaciones durante ese tiempo que cambiaron la percepción de muchos sobre el juego e hicieron, entre otras cosas, que éste pasara de tener 16 personajes a contar con un plantel de 30. ¿Por qué Animal Crossing ha sido el único castigado con semejante sequía?

Ampliar

Veamos a grandes rasgos las principales actualizaciones que ha tenido Animal Crossing: New Horizons hasta la fecha:

Entre el lanzamiento del juego en marzo de 2020 y principios de 2021 hubo pocos o ningún motivo para quejarse. Las actualizaciones llegaban cada dos meses y traían consigo nuevos personajes, actividades por hacer y cambios significativos. Puede que el evento de carnaval estuviera un peldaño por debajo de los previos, pero pongamos que aceptamos pulpo (o pavo real, en este caso) como animal de compañía. Sin embargo, desde marzo de 2021 lo único que hemos recibido han sido dos colaboraciones que apenas aportaban un puñado de objetos cada una. Encima una de ellas, la de Hello Kitty / Sanrio, era de pago y traía cosas ya vistas en Animal Crossing: New Leaf. El resto de parches han traído celebraciones recicladas y con poquísimas novedades para quienes las completaran el curso pasado. Porque no, “Caballo pepino” y “Vaca berenjena” no hacen de los fuegos artificiales de este año algo distinto y especial. El apoyo de Nintendo ha llegado a los doce meses, pero lo ha hecho arrastrándose por la orilla en su recta final, tal y como hace Gulliver en nuestras costas. Llevamos en sequía cerca de siete meses y la actualización 1.11 no invita a ser optimistas. Nintendo ha introducido en ella los eventos reciclados de Halloween para activarlos en octubre, así que puede que la situación se alargue como mínimo hasta noviembre. Es menos apoyo del que la compañía acostumbra a brindar a sus títulos exclusivos y repetimos, siendo el segundo juego más vendido de la plataforma y teniendo semejante comunidad a sus espaldas... resulta difícil entender el motivo.

Ampliar

¿Adelantado o atrasado a su tiempo?

Es curioso pensar que hace medio año Animal Crossing: New Horizons se encontraba sumido en plena campaña para el GOTY (Game of the Year). El título estaba entre de los seis nominados a Mejor Juego de 2020 en The Game Awards, y aunque no se alzó con el galardón, dominó las votaciones durante algún tiempo y no se fue de vacío. Se llevó el trofeo a Mejor Juego Familiar del año por encima de candidatos del calibre de Crash Bandicoot 4 y Fall Guys. En la edición de 2021 que se celebrará en unos meses podría haber aspirado a llevarse una segunda victoria en la categoría de Mejor Juego Persistente (donde el año pasado ganó No Man's Sky), pero visto lo visto, ni los fans más acérrimos del título describirían esta año como un dechado de mejoras y actualizaciones. Quién lo iba a decir. El primer juego de la saga, el Animal Crossing original que salió allá por 2001 para Nintendo 64 y Gamecube, parecía un adelantado a su tiempo. Era un juego que no te pasabas y guardabas en la estantería junto al resto de tu colección. Tenía una esperanza de vida mucho mayor y fue concebido con la idea de que volviéramos a él con frecuencia, a corto, medio y largo plazo. Incluso años después. Era un juego como servicio... décadas antes de que naciera dicho concepto. Actualmente son muchos los títulos que se pueden describir así, como Fortnite. Propuestas cuyo éxito reside en ser juegos que permiten quedarse a vivir en ellos. No hace falta comprar una secuela para ver cosas nuevas. Renuevan sus contenidos con el paso del tiempo, a menudo con las llamadas temporadas, con sus respectivos pases de lo que sea y tirando de microtransacciones o actualizaciones gratuitos. El caso es que justo ahora que ese modelo ha llegado para quedarse, uno de sus progenitores, uno de los nombres que mejor deberían desenvolverse en un planteamiento así (tanto por experiencia como por la propuesta del juego, basada en las estaciones y el paso del tiempo), va y nos sorprende quedándose a la zaga y pareciendo no haberse sabido adaptar a los tiempos que corren.

Las comparaciones con New Leaf y Pocket Camp

Lo peor de todo es que esto último no termina de ser verdad. Es decir, Animal Crossing: New Horizons está falto de actualizaciones y no está recibiendo el trato que merece (o que se les dispensa a otros), pero no es porque Nintendo no haya sabido evolucionar la fórmula y adaptarla a los juegos como servicio contemporáneos. Para nada. Ahí están los ejemplos de Pokémon GO, Fire Emblem Heroes, Mario Kart Tour y… Animal Crossing: Pocket Camp. En móviles, la desarrolladora ha demostrado manejarse como pez en el agua con este modelo de negocio (y en consolas también, como hemos visto antes en los ejemplos de Splatoon 2 y compañía). ¿Entonces? No es cuestión de ponerse a comparar Pocket Camp y New Horizons, pero a veces nos resulta inevitable. Vaya por delante que sí, que sabemos que ambas entregas son muy distintas. Pocket Camp es como una versión simplificada de New Horizons. Está pensada para partidas rápidas y breves, tienen una fórmula que enseguida torna repetitiva y carece de la libertad y las opciones de la versión de consolas. Engancha, funciona y es free to play, pero cuenta con micropagos que acaban sintiéndose necesarios e incluso ofrece una suscripción mensual a sus jugadores. Con todo, como complemento para los fans de la serie no está tan mal y logra algo que New Horizons ha ido perdiendo con el pasado del tiempo: que te entren ganas de entrar al menos una vez al día. ¿A qué se debe esto? En gran medida a que Pocket Camp está en constante expansión y aún hoy, casi cuatro años después de su lanzamiento (en noviembre de 2017), el juego recibe actualizaciones mensuales y semanales de manera regular. Es el ojito derecho de Nintendo, el niño mimado, y es complicado para los seguidores de New Horizons no mirarlo con envidia de vez en cuando.

Ampliar

Ya en su día, cuando salió Animal Crossing: New Horizons, muchos notaron que había una evidente falta de objetos, personajes y eventos en comparación con la entrega previa de Nintendo 3DS, Animal Crossing: New Leaf. En lo que a series de mobiliario se refiere, por ejemplo, pasamos de los más de cuarenta y tantos grupos temáticos de New Leaf a veintipocos en New Horizons. Aún así todos pensamos que era normal y que con el tiempo esto se terminaría corrigiendo. New Horizons era uno de los llamados “ongoing game”. Su contenido no se limitaría a ser el que traía de salida, sino que se expandiría y no dejaría de crecer a partir de entonces. Pero un año y medio después estamos en las mismas. Uno de los mayores rumores de este verano ha sido el que hablaba de la llegada de esos objetos de New Leaf que tanto se echan en falta. La desesperación es tal que la esperanza no son novedades, sino recuperar lo perdido por el camino. Podría pensarse que el coronavirus, que ha provocado más de cincuenta retrasos en el desarrollo de distintos videojuegos, ha causado también que todo avance más despacio y que las novedades de New Horizons estén retrasándose. Sin embargo, Nintendo no ha esgrimido el covid como razón y Pocket Camp no ha dejado de crecer y recibir actualizaciones en ese mismo tiempo. Sus objetos y contenidos sobrepasan enormemente a los de cualquier otra entrega. Insistimos, goza hasta de actualizaciones semanales (¡semanales!). Uno de los momentos más definitorios del año fue en marzo, cuando salió la actualización 1.9 que traía consigo algunos objetos inspirados en los personajes de Sanrio, como Hello Kitty. En Nintendo Switch la colaboración era de pago y sólo añadía cosas que ya hubo disponibles en New Leaf, donde se hizo ese mismo crossover hace años. De nuevo era material reciclado. A pesar de ello, en Pocket Camp, donde también se realizó la colaboración con Sanrio, aparecieron muchas pelucas, trajes, peluches, muebles y en definitiva contenidos exclusivos. De nuevo, los poseedores de la versión de sobremesa eran boicoteados.

Ampliar

Es difícil no ser malpensados y concluir que Animal Crossing: Pocket Camp está siendo la versión más cuidada porque sus micropagos y microtransacciones aportan un flujo de dinero constante a Nintendo. ¿Es allí dónde está el negocio? Es allí donde invierto. Evidentemente habrá otro tipo de explicaciones para la situación, pero como decimos, a veces es inevitable pensar así. Y estas diferencias tan notorias de las que hablamos se centran sólo en los objetos cosméticos y decorativos. Si nos ponemos a pensar en eventos y otras funcionalidades la cosa es aún peor. ¿Por qué no existe la interacción con los objetos que sí vemos en Pocket Camp, donde hay incluso animaciones exclusivas? ¿Nos despedimos para siempre de los edificios y las posibilidades del distrito comercial de Animal Crossing: Let's Go to the City? ¿Dónde está el mégafono, las taquillas durante los viajes o los minijuegos de Tórtimer? Si Nintendo quiere que la franquicia mantenga su reputación y que se recuerde a New Horizons del modo en que se recuerda a New Leaf, va a tener que ponerse las pilas de ahora en adelante. Por suerte el remedio para nuestros males está muy claro. Es aquel del que hablábamos al principio del artículo: la actualización 2.0, que si Bowser y compañía han dicho la verdad, llegará antes de finales de año. Y para que este reportaje no termine de hundiros en la miseria y no os den ganas de saltar desde el acantilado de vuestra isla, vamos a repasar algunas de las cosas que podrían llegar con dicha actualización. Porque soñar es gratis y existen motivos para ilusionarse y creer en la remontada. 1% de possibilitats, 99% de fe.

La cafetería

“Las cosas claras y el café expreso”. Nuestro primer deseo es obvio: queremos que vuelva el Alpiste, la cafetería regentada por nuestro querido Fígaro. Nos da igual si lo hace en forma de comercio independiente o si se integra en el museo con una nueva ampliación del mismo, a la manera de la galería de arte. El caso es que vuelva. Un rinconcito en el que tomar un café, té o cualquier otra cosa mientras hablamos con los vecinos, distintos según la hora del día y con opciones de diálogo inéditas. Puede que hasta se nos permita trabajar y hacer de barman, como en Animal Crossing: New Leaf. Parece uno de los añadidos más probables, pues en la reciente actualización 1.11, además de “Caballo pepino” y “Vaca berenjena”, una de las pocas novedades que hemos recibido ha sido la inclusión en el juego de bebidas (las míticas boba drinks, té de burbujas) y comidas como helados o algodón de azúcar. Hasta tienen una animación para tomarlas y podemos merendar en cualquier lado, algo que hasta la fecha sólo podían hacer nuestros vecinos. No es el grado de interacción de Pocket Camp, pero es un primer paso. Ya sólo falta un lugar específico en que tomar dichos productos y que los tenga en su carta durante todo el año (y no vía rifa). El juego pide a gritos el regreso de Fígaro.

Ampliar

Ampliaciones de edificios

A diferencia de Toom Nook, a Tendo y Nendo no les debe ser fácil salir adelante. La mitad de las veces que visitamos su tienda es para estafarles y vender frutas y nabos a precio de caviar. Sin embargo, invertiríamos cuanto necesitaran con tal de ver una segunda, tercera y hasta cuarta reforma de Mini Nook como las que había en New Leaf. Queremos que la tienda deje de parecer la cabaña de un secuestrador y se parezca más al Mercadona de nuestro barrio. Suelos relucientes, recién fregados, escaparates translúcidos, escaleras mecánicas hacia un segundo piso y puertas que se abren automáticamente. Esto parece menos probable dado que implicaría ofrecer muchos más objetos y por tanto fsubsanar la cantidad de ellos que se ofrecen en la actualidad (como decíamos antes, muy inferior a sus precuelas), pero la esperanza es lo último que se pierde. Lo mismo podría pasar con la sastrería de las hermanas Manitas, donde podría hacerse hueco a la peluquería de Marilín. ¡Si nosotros lo único que queremos es sacar las bayas de debajo del colchón!

Ampliar

¿Una segunda isla?

Si existe una añadido deseado, ansiado, es una segunda isla. Ni siquiera nos habríamos atrevido a soñar con ella de no ser porque varios dataminers han encontrado pistas de ella en los archivos del juego. Hay señales sobre una misteriosa porción de tierra, del tamaño de las islas desiertas que visitamos con los cupones de millas Nook, situada al sur de la nuestra y personalizable. Un lugar en el que poder empezar de cero sin resetear todos nuestros progresos y donde ubicar a todavía más inquilinos. Lo cierto es que suena demasiado bonito para ser verdad. Lo que tampoco estaría mal, hablando de islas, sería la isla Tórtimer de Animal Crossing: New Leaf, o al menos los minijuegos multijugador que se celebraban en ella. Añadiría un nuevo motivo para volver a las mafias y quedadas de Telegram. Así al ver a nuestros amigos haríamos algo más que intercambiar objetos y llevarles de tour por nuestro reino.

El regreso de viejos conocidos

La actualización de julio de Pocket Camp estuvo protagonizada por Capitán, la famosa tortuga que todo lo conduce y que tantas veces nos ha llevado de un lado para otro a lo largo de la saga. Su aparición sirvió para recordarnos uno de los muchos rostros que añoramos en New Horizons y que queremos ver de vuelta, pero no es el único. ¿Qué hay de la adivina Katrina y su carpa? ¿Y del Club Jajá y los emotiguasas del doctor Sito? ¿No podría visitarnos Da Morsi para ayudarnos con la galería de arte y compensar los timos de Ladino? O para “copiar” los diseños que visitamos durante los sueños. Hay tantos personajes históricos de Animal Crossing que podrían regresar para la actualización 2.0 que… Lo mismo pasa con la cantidad de funciones que podrían recuperarse. Tampoco hace falta inventar la rueda ni descubrir la pólvora. Nos vale con los que citábamos antes: los nuevos tipos de trampa, las taquillas en el aeródromo para guardar nuestras cosas cuando vamos de visita, el megáfono para buscar vecinos o la posibilidad de establecer nuevas ordenanzas municipales y cambiar los horarios de las tiendas y la comunidad. Estamos tan sedientos de novedades que aplaudiríamos el reciclaje de contenidos de otras entregas. Pero si vienen cosas inéditas, como esas granjas a lo Stardew Valley a las que apuntan los dataminers, con hortalizas y verduras que se comportan como las calabazas de Halloween y luego sirven en la cafetería, bienvenidas sean.

Ampliar

En el fondo, el estancamiento que atraviesa Animal Crossing: New Horizons da rabia por la cantidad de soluciones que hay. También porque sabemos que esas soluciones están en camino, pero nadie aclara en qué estado se encuentran, cuándo llegarán y por qué acumulan semejante retraso. En los tiempos del humo y Abandoned, estos silencios de radio por parte de las compañías hacen que más de uno se eche a temblar. La comunicación de Nintendo con los usuarios no ha sido la mejor y este segundo año en la vida del juego apunta a olvidable por mucho que acabe con la actualización 2.0, como así parece. Pero ojalá sea un lapsus y a largo plazo recordemos a New Horizons como una entrega viva y completísima. Ojalá. Una comunidad como ésta, capaz de sacar partido a cualquier cosita, incluidos los ya virales “Caballo pepino” y “Vaca berenjena”, no se merece otra cosa.