Fall Guys: Ultimate Knockout, análisis: Humor Amarillo hecho videojuego

Hay veces en las que se nos va de las manos. Quitémonos la careta y admitámoslo. Aquí, en confianza. Es algo que nos pasa a todos y es entendible. Al fin y al cabo los videojuegos vienen de donde vienen. Hace unos pocos años se nos miraba por encima del hombro por el mero hecho de jugar. Estábamos acostumbrados a términos como “las maquinitas” y “los nintendos”. Nuestro día a día pasaba por soportar preguntas como “¿pero eso no es para niños?”. Y claro, de aquellos barros, estos lodos. Ahora nos encanta ponernos las gafas de pasta y sacar pecho. Parece que tuviéramos que reivindicar el sector con cada lanzamiento y demostrar a diario que también hay "videojuegos para adultos”. Nos encanta escribir parrafadas a las que llamamos “reflexiones” demostrando su profundidad y complejidad. Como si hubiera que ajustar cuentas o competir con el cine y la televisión. Como si hubiéramos olvidado que muchos no nos enamoramos de esto por los mensajes y las alegorías de sus historias, ni por los gráficos y la resolución que alcanzan. Hay tantas ganas de que el videojuego trascienda que a veces, simplemente, se nos va. Y en el fondo, aquí lo que siempre han importado han sido dos cosas muy sencillas: el entretenimiento y la diversión. Justo las dos claves del juego que hoy nos ocupa, Fall Guys: Ultimate Knockout. Una de las sorpresas más agradables de este caluroso y caótico verano 2020.

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El party game del verano

Puede que no reciba muchos premios y posiblemente nunca te vayas a acordar de él cuando te pregunten por tus juegos favoritos, pero Fall Guys es una de esas apuestas seguras cuando vienen amigos a casa. Un título que garantiza risas, bromas y piques. Como Rocket League, Overcooked o Mario Kart. Es uno de esos party games que parecen por encima del bien y del mal. Un battle royale en el que quedarse a vivir. Es capaz de sacarnos una sonrisa incluso en estos tiempos de pandemia. Capaz de animar a coger un mando incluso a los que nunca lo han intentado. Un título tremendamente divertido de jugar, sí, pero también de ver y comentar. Perfecto para una partida rápida... y para perder una tarde entera. Fall Guys es, como decía el mítico anuncio de Coca-Cola, para todos. Para los que tienen tiempo y los que no. Para los que no saben a qué jugar y para los que quieren algo que combine con propuestas más... “intensas”. Para los lobos solitarios y los que no se mueven sin su pandilla. Para la vieja escuela, para los casuals. Mediatonic y Devolver Digital han dado con la fórmula de la felicidad y eso que no trabajan en Pepsi.

Describir Fall Guys es muy sencillo. Basta con decir que podría ser el videojuego oficial de Humor Amarillo, aquel famoso programa de Cuatro y Telecinco en el que salían un puñado de personas dándose trompazos y haciendo el ridículo, todo ello en pruebas a cada cual más disparatada. Solo faltan el Chino Cudeiro, Takeshi y las entrevistas a los participantes. Pero quien dice Humor Amarillo dice Ninja Warrior o incluso el Grand Prix (“el programa del abuelo y del niño...”). Fall Guys es un juego online en el que se disputan partidas de 60 personas que compiten entre sí por ser la única en pie y hacerse con “la corona”, el premio final. Como en Los Juegos del Hambre, vaya. Como en cualquier otro battle royale. Las partidas se dividen en varias rondas (generalmente cinco) en las que poco a poco va eliminándose gente. Las rondas pueden ser carreras de obstáculos, desafíos de supervivencia o incluso minijuegos en equipo. Apenas duran un par de minutos y cada vez son más difíciles, aunque todas ellas se pueden completar con tan solo tres botones: el joystick izquierdo para moverse, el botón equis para saltar y el gatillo R2 para agarrar objetos (o a otros concursantes). Partiendo de semejante sencillez descubriremos variantes de juegos como el pilla pilla, encuentra las parejas, el cocodrilo tragabolas o las zamburguesas. Habrá que subir pendientes resbaladizas por las que no para de caer fruta; disputar partidos de fútbol con pelotas de playa gigantes; o aguantar sin caerse en plataformas que no dejan de girar y en las que cada vez van apareciendo más obstáculos. Todo ello aderezado con un simpático y colorido estilo cartoon, que pone el foco sobre unas criaturas a medio camino entre los minions y una píldora de Dr. Mario. Un apartado audiovisual humilde y simplón que, sin embargo, cumple su función: provocar aún más risas. Es como volver al recreo, a los juegos de nuestra infancia. Es diversión inmediata, directa, sin mayores pretensiones y sin complicaciones.

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Con mucho margen de mejora

Pero por muy divertido y entretenido que sea, Fall Guys dista mucho de ser perfecto. Le haríamos un flaco favor poniéndole un notable (o más) a día de hoy. Porque no lo merece, pero tiene todo para merecerlo en un futuro. Viendo su inmensa base de usuarios (que no deja de batir récords) y atisbando a imaginar el dinero que van a lograr gracias a ellos, a Fall Guys hay que exigirle. En primer lugar hay que exigirle unos servidores a la altura. Nos hemos topado con días enteros en los que no se puede jugar. Están caídos con demasiada frecuencia y dan tantos problemas que hasta tienen su propia cuenta de Twitter, en la que se informa de los continuos errores y mantenimientos. En segundo lugar hay que exigirle más modos y objetos de personalización, más retos, pruebas y desafíos. Con apenas una hora de juego ya lo habremos visto todo. Solo tiene 26 minijuegos, cuando si uno consulta la cantidad de pruebas de Humor Amarillo, por ejemplo, se encuentra con una lista de más de cien. Y quizás no sea una comparación justa, ni se le puedan pedir tantas, cierto, pero veinte siguen siendo poquísimas y más cuando están predeterminadas (solo existen seis tipos de prueba inicial y tres tipos de final). Además, algunas no funcionan demasiado bien. No suponen desafío suficiente y no eliminan a casi nadie (como Parejas perfectas o Block party). Son inofensivas y por tanto aburridas. Pero no solo tenemos que exigirle más pruebas, sino también un poquito más... de todo.

Actualmente, para jugar con los amigos o la familia de forma local tenemos que ir pasándonos el mando después de cada intento. Fall Guys no tiene opción a pantalla partida, aunque el juego la pide a gritos. Tampoco hay cross-play entre PC y PS4, ni opción de jugar una prueba en concreto (creando nuestra propia playlist de minijuegos, por ejemplo, o en partidas privadas). Buena muestra de la falta de opciones es la mayor queja de muchos a día de hoy: tener que pasar obligatoriamente por pruebas en equipo, lo que puede poner punto y final a una partida perfecta por culpa de los demás. Por no hablar de la evidente escasez de disfraces y objetos de personalización. La tienda es bastante pobre y las recompensas por subir de nivel, escasas. Si no se pasa por caja y se compra un pack de disfraces o de kudos (la moneda de Fall Guys), lo cierto es que hay poco entre lo que elegir. Acabaremos hartos de los muñecos con forma de lobo, paloma y perrito caliente. La única diferencia acaba siendo el color que le damos a cada uno. Del mismo modo, el gameplay podría estar más pulido. Los saltos y los agarres, entre otras cosas, nos harán fruncir el ceño de vez en cuando. Al principio es tan divertido que da igual, pero cobra importancia según empiezan a repetirse los problemas y según le echamos horas al juego. Cuando nos centremos e ganar alguna partida descubriremos que por desgracia no solo es cuestión de suerte y habilidad, sino también de cruzar los dedos porque la jugabilidad no de problemas. Por poder, Fall Guys hasta podría aspirar a partidas con más jugadores, desafíos diarios y semanales... etcétera. En contenido y posibilidades palidece al lado de otros battle royale.

Podría parecer que estamos buscándole los tres pies al gato y tratando de ver el vaso medio vacío, pero es algo que también admiten sus desarrolladores. Ya han confirmado que llegarán muchas más pruebas, trajes y opciones en el futuro con actualizaciones totalmente gratuitas. Por eso nadie debería alarmarse por la nota. Como decíamos, ahora mismo el juego dista de ser perfecto y tiene carencias importantes, pero esto es solo el comienzo. Fall Guys solo tocará techo cuando decaigan la ambición y el esfuerzo de sus creadores. Y por suerte a día de hoy ese techo ni se atisba. Ya ha logrado lo más difícil: llamar la atención de millones de usuarios y, aún más importante, hacerles sonreír a todos.