Metroid: Other M
Metroid: Other M, guía completa
Te ayudamos a descubrir el misterio de la Nave Botella.
Pasamos por la puerta que está al final de la senda. El siguiente área nos obliga a evitar el agua para saltar sobre los trozos de tierra. Cuando llegamos al final activamos el interruptor (de nuevo con el rayo), y luego nos adentramos en la zona de la derecha. Pasamos al modo en primera persona y buscamos un interruptor en la parte superior de la zona, que tiene como fin hacer bajar el nivel del agua de este sector. Subimos a las plataformas para seguir avanzando hasta que accedemos al siguiente interruptor. El agua comienza a oscilar, aunque no es necesario tener miedo ni perder la paciencia.
Cuando el agua baja hemos de aprovechar para adentrarnos por debajo de la lámina de metal (donde está el interruptor), haciendo todo lo posible para rebotar y seguir hasta la parte superior de esta zona. No es un proceso sencillo porque requiere un timing demasiado ajustado para poder proceder. Además, si fallamos debemos volver al comienzo de la zona para volver a subir por las plataformas.
En la siguiente zona basta con seguir el camino marcado para avanzar por los árboles, o más concretamente por los paneles metálicos, siempre en forma de morfosfera. Activamos el interruptor de la torre para que vuelva a cambiar la interfaz, descubriéndonos una posible salida de este sector. Antes hacemos frente a la especie de cuadrúpedo que tiene una enorme bombilla en el centro de su figura. Pese al tamaño de este bicho, su increíble torpeza facilita bastante la tarea de derrotarle. Con misiles podemos dañarle severamente hasta que da la vuelta su centro de gravedad, y cuando esto sucede basta con subir a una plataforma elevada para seguir martilleándolo.
Ahora sí podemos abandonar la sala sin mayores problemas. Guardamos la partida, activamos el resorte del suelo con la morfosfera disparando al interruptor que se encuentra en la parte superior de esta zona. En el siguiente sector hemos de derrotar a varios enemigos bastante duros de pelar. Arrojamos sobre ellos nuestro potencial ofensivo hasta que quedan aturdidos, momento que aprovechamos para realizar un ataque cuerpo a cuerpo. Con las salidas abiertas sólo es cuestión de seguir avanzando para hacer frente al mismo cuadrúpedo que mordía el polvo antes. El espacio es más reducido, pero su energía es la misma. Nos subimos al mecanismo y cuando llegue al final nos aupamos en la siguiente plataforma.
Pasamos a forma de bola para superar el problema de espacio, activamos el ordenador y vamos directamente a la puerta que se acaba de activar. Guardamos partida, tomamos un respiro y vamos hacia el centro de la siguiente zona. Una de las puertas que aparecen en la siguiente zona es frágil a nuestros misiles, lo que abre un hueco por el que pasamos con la morfosfera. Seguimos avanzando en línea recta hasta que alcanzamos el siguiente vídeo animado. Luego grabamos la partida, salimos en línea recta, donde nos encontramos con algunos compañeros. Tras explorar se hace imprescindible registrar el pequeño conocido que aparece en escena. Curiosamente, su corazón es el que debe atraer nuestra atención.
La siguiente zona nos obliga a levantar la vista hacia el cielo, donde se esconden varios enemigos a los que debemos de derrotar en solitario. La zona de pruebas, otrora un lugar tranquilo de observación, es ahora (tras volver sobre nuestros pasos) un campo de batalla al que corremos prestos. El lagarto que ataca por sorpresa cuando llegamos a esta zona nos obliga a poner el modo en primera persona, disparándole misiles directamente a la cara. Luego exploramos de nuevo el rastro verde cuando la escena se detiene. Es menester acceder al Sector 3, por lo que ponemos rumbo hacia este sector en la zona izquierda del mapa.
Nos introducimos en el hueco para terminar de una vez por todas este interminable sector.