Harry Potter y la Cámara Secreta
Harry Potter y la Cámara Secreta - Callejón Diagon
Bienvenidos al maravilloso mundo de Harry Potter. En este segundo curso de su estancia en Howards, tendrá que soportar muchos más peligros de los que nunca hubiera pensado tener que afrontar. Tendremos que usar nuevos hechizos, conocer a nuevos personajes del Universo Harry Potter y sobre todo, vivir una nueva aventura que nunca podrá olvidar.
CALLEJÓN DIAGON
¡El inmenso callejón Diagon! Nada más entrar nos encontramos a la derecha la primera tienda. Subiendo una escalera está 'Moribundo', pero está cerrado... Seguimos hacia la luz, y encontramos con los Weasley. La pequeña Ginny ha perdido sus cosas usando los polvos Flú, y quiere que encontremos sus cosas. Y también tendremos que comprar nuestras propias cosas. Nos entregan 1 moneda, que haremos uso de ellas. La primera tienda a la que debemos entrar es a la 'Tienda de Animales Mágicos'. El dueño, muy antipático no nos dice nada, pero nos deja entrar. Unos pequeños barriles no nos deja pasar. Lo dejaremos para más tarde.
Después, en la 'Tienda de Mullpepper'. Nos venden nuestro kit de pociones por ocho monedas, pero no tenemos más que una. Sólo nos queda dirigirnos a 'Tienda de Artículos de Bromas Mágicas Gumbell and Japes'.Entrando a la izquierda, en una de las bibliotecas encontramos unos libros que están suelto.
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Para encontrarlo, tendremos que usar Lumos. Empujamos la estantería y detrás encontramos el cromo nº 32 Bridget Wenlock. Bajamos hacia el dependiente y nos vende 10 bombas fétidas por 4 sickles. Tras una puerta, una diananos invita a dispararles Flipendos, que activa la entrada a un hueco. Pero no lo suficiente como para dejarlo abierto. ¡A otra tienda!
La próxima tienda que encontramos es Floruish y Botts, y los Weasley nos están esperando fuera. Nos recuerdan que tenemos que comprar el Libro Reglamentario de Hechizos. Nada más entrar, encontramos al tendero ofreciéndonos el libro. Tan sólo un sickle, justo lo que llevamos. Se lo entregamos y el libro ya es nuestro. Con el libro en nuestro poder, podremos lanzar hechizos más potentes dejando pulsado el botón más tiempo. Aunque si lo dejamos demasiado tiempo pulsado, puede volverse contra nosotros. Mucho cuidado.
No podemos hacer nada más en Flourish y Botts, así que salimos. La Sra. Weasley nos pregunta por el libro y Ginny nos dice que ha perdido su varita en la Tienda de Animales Mágicos y que luego tenemos que ir al Caldero Chorreante. Así que volvemos a la Tienda de Animales Mágicos, y los pequeños barriles que antes nos bloqueaban la entrada ya no son nada, pues con el Libro Reglamentario de Hechizos hemos aumentado el poder de nuestro Flipendo. Rompemos los tres, y pasamos.
Dentro nos para el tendero, para echarnos, pero pasamos literalmente de él. Mediante una secuencia de vídeo, vemos el interruptor que debemos pulsar para abrir una puerta que está bloqueada por una verga. Tendremos que esquivar al tendero. Es sencillo, pues la cámara se situa en posición cenital (desde arriba), para tener más visibilidad. Iremos entre estanterías, y cuando lleguemos al final de una de ellas, nos pegamos, cambiando la cámara al estilo Metal Gear Solid, para ver si pasa por ahí el tendero o no.
Con un poco de maña y algo más de suerte, lo esquivaremos sin problemas. Tras la puertaestá, efectivamente, la balanza de latón de Ginny, y un nuevo cromo, el nº 28 Tilly Toke. Para volver, exactamente lo mismo. 'Amos pa fuera'. Es convenientehacer uso de la Recordadora, para ver todo aquello que nos falta por hacer. Siguiente dicho orden, lo siguiente es encontrar la pluma en Gambol y Japes. Dentro de esta tienda, pasamos por la puerta de al lado del mostrador. Dentro, hay que 'flipear' el Medidor Mágico hasta golpear el gong que lo corona, que dejará abierta una trampilla.
Nos arrastrasmos por ella y encontramos la pluma, y de regalo, una rana de chocolate. Lo siguiente es el Celo, que está en el Caldero Chorreante, al final del Callejón Diagon. El Celo está según entramos, a la derecha. Fácil... temporalmente. Cuando nos acercamos a él, una trampilla se abre y caemos. Vaya... hay que volver. Pulsando un interruptor, la trampilla se cierra y una puerta al lado nuestra se desbloquea.
Pasamos a una especie de catacumbas. Está plagada de animales medio tortuga medio dragón, que lanza fuego por la boca. Con un flipendo lo dejamos KO., pero sólo temporalmente, así que necesitamos mucha rapidez. Tras ellos, no paran de salir barriles, que deberemos esquivar puesto que no podemos destruirlos. Vamos de lado a lado hasta el final, donde encontramos una puerta.
Nada más salir de la puerta, un trozo de suelo se desprende. No es más que un aviso de que tengamos mucho cuidado. Nos pegamos a la pared para pasar. En el otro lado, tiramos una caja desde donde estamos hasta la parte de abajo. No nos queda más remedio que saltar. Empujamos la caja hasta el muro para subir por ella y subir por una escalera. Tras la escalera, todo oscuro. Indicio para usar Lumos, encontrar una pared secreta y estar de nuevo en la planta baja del Caldero Chorreante.
Ahora sí que alcanzamos el rollo de celo de Ginny. Sólo nos queda comprar el Frasco para Pociones en la Farmacia Mullpepper. Por el camino, nos topamos con Ginny y le entregamos todas las cosas. Está realmente agradecida. Nos invita a entrar en Flourish & Blotts. Dentro, Lockard nos pelotea y anuncia que será nuestro próximo profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras. Draco aparece para insultarnos, y Ginny al defendernos, simula que la pequeña es nuestra novia. Papá Malfoy aparece, para humillarnos más y mejor. Ron nos dice que hemos perdido el Expreso de Howards, y la única solución es pillar el coche volador.
A la salida de Flourish & Blotts, Ron nos dice que nos espera en la puerta del Caldero Chorreante, para por fin dirigirnos a Howards. Pero antes deberíamos pasar por la Farmacia para comprar el Kit de Pociones y rellenarlo de Poción Herbovitalizante. Esto nos ayudará cuando perdamos toda la vida, y justo antes de fallecer, recuperaremos toda la energía.
Ahora sí que nos dirigimos al Caldero Chorreante, y efectivamente, Ron no nos mentía. Alli está... para darnos una mala noticia ¡Hemos perdido el tren! ¿¡Cómo llegamos ahora a Howards!? Solución: Usar el coche volador para llegar hasta Howards. Arriesgado, pero no hay otra solución...
Surcamos los cielos siguiendo las vías del Expreso de Howards, pero súbitamente, perdemos el control del coche, y nos dirigimos de cabeza ¡a Howards! ¡No podemos estrellarnos contra el castillo, o armaremos una buena! Finalmente, nos estrellamos contra un árbol, con tan sólo un par de rasguños... ¡Por ahora! Porque el árbol sobre el que nos estrellamos es el famoso Sauce Boxeador de los exteriores de la escuela. El sauce coge a Ron por los pies, y no nos queda más remedio que ir en su búsqueda.
Con muchísimo cuidado, descendemos por el tronco del árbol, evitando las pequeñas raíces vivientes que intentarán atacarnos un par de veces. Según descendamos por una de las raíces, rodearemos el árbol hacia nuestra izquierda. Los hongos luminosos soltarán grajeas Betty Botts si les lanzamos flipendos. Cuando no podamos seguir avanzando, encontraremos una pequeña rampa para seguir. El camino es angosto y lleno de peligros. Tendremos que pegarnos a la pared para poder pasar, evitando los ataques del Sauce Boxeador hasta llegar a un pequeño salto que deberíamos superar sin problemas.
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Al final de este camino, no queda más remedio que descender. Un grupo de Puffapods (algo así como champiñones lanza esporas) intenta atacarnos, aunque como no pueden moverse, mientras nos mantengamos lejos, estaremos a salvo. Flipendo a diestro y siniestro para despejar la zona de estas setas. Tras los Puffapods, hay un pequeño hueco por el que podremos deslizarnos.
Llegamos a un bello paraje... a no ser por los dichosos gnomos que intentan atacarnos. Acabamos con ellos sin problemas, pero resultan bastante pesados. Sin estos Imps, encontraremos más Puffapods que bloquean el camino. Con un solo Flipendo, todos explotarán, rompiendo una rama que nos impedía pasar.
Demos las gracias a los programadores de EA. Avanzamos hasta llegar a una zona sin salida, pero justo en ese momento, tras nosotros se desprende una enorme rama del tremendo Sauce Boxeador. Irónicamente, lo que nos pudo caer en la cabeza nos permite ahora subir a la parte superior del mapeado. Nuestro camino a seguir es hacia la izquierda, pero conviene ir primero a la derecha para encontrar en un cofre el cromo nº 4 Grogan Stump.
Ya en la dirección correcta, tendremos que llamar a Hedwig para que nos ayude. Sin nuestra lechuza no somos nada... Un mensaje en pantalla nos explica cómo defendernos de los Gytrashes, que vienen a ser espíritus de lobos gigantes. ¿Que cómo nos defendemos? Usando Lumos cuando estén muy cerca. No soportan la luz. Efectivamente, descendemos y varios lobos (o espíritus de lobos) intentan atacarnos. No sin nuestra varita. Lumos y listos(ole). Tras derrotarlos, el camino concluye en otro pequeño hueco en la pared.
Lo atravesamos (por supuesto) para topar con... ¡más gnomos! ¿Ves como os decía que eran unos pesados? Hasta que no acabemos con todos no podemos seguir, y el problema es que hay uno escondido. ¿Dónde? Bien sencillo. Hacia la derecha hay lo que intenta simular una escalera. Nada más subir el primer escalón, cerca de una marmita con Poción Herbovitalizante, nos damos la vuelta, y efectivamente, un Imp se escondé tras una pequeña planta. Prueba superada.
Llenamos un frasco de esta rica poción, y volvemos a arrastrarnos (a esta altura ya deberíamos tener complejo de gusano), para por fín, enfrentarnos cara a cara con el Sauce Boxeador, que sigue teniendo a Ron secuestrado. La secuencia a seguir para derrotarlo tiene su 'intringulis'. Empezará asediándonos con enormes rocas, y dando puñetazos al suelo. En uno de los puñetazos, una luz verde emanará de su mano, momento en el que deberemos apuntar y lanzarle un Flipendo. Lo volverá medio loco. Corriendo hacia él, observamos que ha dejado su ojo a descubierto. ¡Bingo! Más flipendos para reducir su vida. Sólo podemos atacarlo una vez por cada luz verde.
Cada vez los ataques son más poderosos,hasta el punto que intentarán aplastarnos con nuestro propio coche. Con cinco golpes al ojo no podrá resistirlo más y liberará finalmente a Ron. ¡Encima nos riñe por haber tardado mucho! La confianza da asco... Pasado el mal rato, mejor entrar en Howards, aunque sean las tantas de la noche. Intentamos no hacer ruido, pero Snape nos pilla en la puerta principal antes de entrar. Nos echa la charla, como siempre, pero lo ignoramos por completo. Pa' dentro. Bienvenidos a la Escuela Howards de Magia y Hechizería.