ESPECIAL ASCENSO A SEGUNDA

El Barça B tratará de regresar a Segunda División tras una temporada complicada, en la que ha ido de menos a más y donde ha peleado por un puesto en el playoff de ascenso a pesar de las adversidades que se ha encontrado. La más grande, sin duda, la pérdida de varios de sus mejores jugadores, que ya fuera por jugar en el primer equipo o por marcharse fuera del club, no han podido estar con la plantilla. Y no han sido futbolistas sin nombre precisamente. El equipo se ha sobrepuesto a la marcha de Carles Pérez o Abel Ruiz, o a la ausencia de Riqui Puig o Ansu Fati. Todo un logro.

Y es que la falta de pólvora arriba ha sido quizás el mayor problema de un año en el que se desarboló la delantera del equipo, a los Ansu Fati, Carles Pérez y Abel Ruiz hay que sumarle también a Alejandro Marqués, otro delantero, que también abandonó el equipo. Unas bajas que palió la llegada de Manaj, que firmó con el claro objetivo de lograr el ascenso. Pero ahora el equipo se ha encontrado con otro problema: algunos de los futbolistas que acababan contrato el 30 de junio no lo han prorrogado, por lo que no disputarán el playoff. Es el caso de Kike Saverio, con quien no se llegó a un acuerdo por su renovación, o el de Chumi, quien finalizó su etapa de azulgrana. Tampoco continuarán en la entidad Guillem Jaime y Sergi Puig. Cuatro bajas añadidas para este playoff de ascenso. Solo Carevic, portero, ha renovado su vínculo con la entidad azulgrana.

Pero esas bajas no deben ser un gran contratiempo para una plantilla joven (ningún futbolista pasa de los 23 años), pero con calidad como para lograr un ascenso. Este curso solo han perdido cuatro partidos y se han mostrado especialmente como locales. Si pueden contar con Ansu Fati y Riqui Puig (es la intención del club que así) las posibilidades del equipo se multiplican, pues son dos futbolistas que han demostrado tener calidad para jugar en Primera División. Y es que si ambos juegan con el filial (curiosamente Ansu nunca lo ha hecho pues saltó directamente del juvenil al primer equipo) será una muestra más de la importancia que tiene para el club este ascenso. La planificación deportiva de la próxima temporada depende de ello, pues jugadores como el propio Puig, Araújo o Pedri se quedarían en la categoría de plata pero podrían marcharse cedidos en caso de no ascender.

Y es que para un club como el Barça tener a un filial en Segunda División es una cuestión esencial. Si el salto al primer equipo del Barça ya es grande se venga desde donde se venga, un ascenso a Segunda lo acorta. Y no ha sido precisamente una rareza en la historia, puesto que la Segunda División es donde más temporadas ha jugado el filial del Barça. En total más de 900 partidos, con un balance favorable de goles y victorias y dejando para el recuerdo algunas quintas históricas.

Si los filiales ya acostumbran a tener plantillas potentes, especialmente si son de equipos grandes, este Barça B no es una excepción. Y si cuenta con Riqui Puig y Ansu Fati entre sus filas, pues todavía más. Esta es la realidad de un Barça B que podría contar con sus dos estrellas para el playoff de ascenso a Segunda, pues la idea del club es que lo disputen. Pero este Barça B, como ha demostrado este curso, es bastante más que Riqui Puig y Ansu Fati. Con un 4-3-3 estilo Barça, Iñaki Peña ha sido el portero todo el curso. Y lo será en el playoff de ascenso, pero quien sabe si lo seguirá siendo el año que viene: desde el club se tiene confianza en él subirá al primer equipo para ser el suplente de Ter Stegen si Neto se marcha de la entidad. Con Morer y Akieme en los laterales, el equipo cuenta con dos centrales solventes: Araújo y Cuenca. El primero, que en sus inicios fue delantero, va especialmente bien en el juego aéreo.

El centro del campo azulgrana destaca por lo mismo que el de cualquier equipo de su cantera: por su capacidad técnica y asociativa. Especialmente Monchu, el capitán, que es el máximo goleador del equipo y está cuajando una campaña fantástica. Si Riqui Puig puede jugar a su lado, las capacidades del equipo en el centro del campo aumentan enormemente, aunque el capitán ha demostrado sobradamente que puede llevar la manija del equipo.

Es arriba donde quizás el equipo ha arrastrado más problemas este curso, pero eso no significa que el equipo no tenga pólvora. Con Manaj como referencia, el equipo se aseguró un delantero que ha demostrado ya de sobras tener categoría para jugar en Segunda, donde ha disputado 56 partidos. Collado, un futbolista con desborde y velocidad, es su mejor acompañante. Aunque por desgracia para el filial culé, el centrocampista será baja después de romperse el segundo metatarso del pie (12 semanas de baja). Al margen de la plantilla propiamente del Barça B, a lo largo de la temporada siete futbolistas del juvenil han entrenado y entrado en las convocatorias de forma recurrente, por lo que se cuenta con ellos también para el playoff de ascenso.

Como no podía ser de otra manera, García Pimienta será el entrenador del Barça B en el duelo de playoff ante el Valladolid Promesas. Y pese a que esto pueda parecer lo más lógico, no fue hasta dos horas antes de que expirara su anterior contrato cuando se confirmó: el técnico renovó por el club azulgrana el 30 de junio, y entrenará al equipo hasta al menos 2021 (firmó otra temporada más opcional). Una excelente noticia para todas las partes, pues ‘Pimi’ es una pieza clave del Barça B que tratará de ascender a Segunda.

García Pimienta cogió las riendas del equipo tras la salida de Gerard López en 2018, a seis partidos para acabar la temporada. Una temporada en al que ganó la Youth League con el juvenil del Barça, y que acabó en el banquillo del B. Tras esa corta experiencia llegó su primer año completo al frente de la plantilla, en la que reconvirtió al equipo. Apoyándose en la generación con la que conquistó el título europeo de juveniles, García Pimienta construyó un conjunto que volvió a los orígenes de la cantera del Barça: 4-3-3, juego de posesión… En definitiva, un equipo reconocible. Lo fue en su primer año y lo ha confirmado este. El técnico, de club y de cantera, ha aplicado la receta que tantas veces ha tenido éxito en el club azulgrana cuando se trata del fútbol base y que ya había aplicado antes: ha entrenado en prácticamente todas las categorías inferiores. El reto ahora es regresar a Segunda.