ESPECIAL ASCENSO A SEGUNDA

Quien más, quien menos, veía en el inicio de la temporada al Real Valladolid Promesas como un equipo que aspiraba a olvidar los apuros de las últimas campañas y a vivir tranquilo, como era la intención del club. La confección de la plantilla estaba destinada a eso, a no sufrir en la parte baja de la tabla hasta las últimas jornadas. De puertas para adentro y con la boca pequeña había incluso quien decía que esperaba estar en la zona de arriba, aunque nunca fijándose el playoff como objetivo. Con el paso de las jornadas empezó a ser un sueño, a la postre hecho realidad.

El filial blanquivioleta, que llegó a disputar dos fases de ascenso a Segunda División bajo su vieja denominación de Europa Delicias, nunca ha disputado un playoff de estas características en la era moderna, en una Segunda División B en la que lleva seis cursos consecutivos. En dos de ellos, el primero a las órdenes de Rubén de la Barrera y el segundo con Rubén Albés al mando, ofreció una imagen atrevida que permitió conseguir la permanencia holgada, aunque solamente en esa temporada 2016-17 soñó realmente con terminar entre los cuatro primeros. Finalizó sexto, por detrás de equipos como la Cultural Leonesa, el Real Racing Club o la Ponferradina, prueba de lo harto difícil que era alcanzar altas cotas.
La planificación de la presente campaña invitaba a intentar imitar aquella, después de fichajes de relumbrón para la categoría como los de Diego Alende, Víctor García o Carlos Doncel, que se unirían a una serie de futbolistas con un potencial un tanto oculto en el pasado por las mayores apreturas clasificatorias. Corral, Kike Pérez y Miguel de la Fuente debían abrirse paso si querían postularse al primer equipo, y lo hicieron, aunque siempre dentro de un bloque competitivo que terminó la fase regular imbatido en casa, donde más brilló el Promesas. Como local, el conjunto blanquivioleta llegó a encadenar hasta cinco victorias consecutivas, gracias a las que se aupó ya en las primeras jornadas a los primeros puestos de la clasificación.

Encaramado a la parte alta, ansiaba al principio una mayor regularidad a domicilio, donde tuvo varios tropiezos desde casi el comienzo liguero. Sin embargo, sumó una racha de 13 partidos sin perder que le permitió seguir en la pugna, cada vez más cerrada y bonita. Cada vez lo hizo con más convicción también, puesto que los pupilos de Javier Baraja fueron quienes poco a poco se fueron marcando cotas mayores. En vistas de que la permanencia iba a ser un hecho que, salvo debacle, se materializaría pronto, la ambición del vestuario hizo que lo que antes era un sueño se fuera convirtiendo poco a poco en un objetivo.
Sin presión, porque no era el plan fijado desde un principio, los blanquivioletas se marcaron el reto de mantener su competitividad lo más que pudieran y, con esa misma fe y muy buen fútbol los resultados siguieron asomando. Una derrota en 17 envites disputados y la sensación de ser un equipo difícil de doblegar eran las prestaciones del Promesas antes del parón y, a la postre, aunque suene lejano, antes de este playoff.

Javier Baraja dispone de una plantilla talentosa que se ha destapado esta temporada por medio de la clasificación para el playoff, aunque varios de sus futbolistas llevan años destacando, sin ir más lejos, en la propia estructura del Real Valladolid. No en vano, siete de los jugadores que van a disputar esta promoción han debutado en partido oficial con el primer equipo a lo largo de las dos últimas campañas, mientras que varios más han entrado en alguna convocatoria este mismo curso, sin ir más lejos.

Sergio González ha dado minutos de calidad este año principalmente a dos jugadores, Kike Pérez y Miguel de la Fuente. El mediocentro toledano debutó en un escenario de excepción como es el Wanda Metropolitano, mientras que el delantero vallisoletano ha ido ganando presencia tras debutar la pasada temporada con el técnico catalán. Al tiempo que ha ido incrementando estas apariciones con el primer plantel, se ha convertido en una de las piezas vital del filial, al que ha aportado 14 goles y muchas opciones ofensivas.

Importantes han sido también el mencionado Kike Pérez, cuya zurda es una de las artífices de la belleza del fútbol que practica el filial blanquivioleta, y Diego Alende, debutante en Copa del Rey con el primer equipo y el 'capo' de la defensa. Su sector, el izquierdo, es el más reforzado, dado que el central comparte lado con Roberto Corral, capitán, corazón y alma del equipo de Baraja y otro de los señalados para dar un posible salto a la máxima categoría en el medio plazo. Como ellos, han saboreado las mieles de la élite el lateral diestro Apa, el mediapunta Kuki Zalazar y el delantero Stiven Plaza, en su caso, durante la 2018-19, misma en la que empezó a asomar Mohammed Salisu. No han encontrado aún ese premio otros jugadores con un rendimiento alto a lo largo del curso, caso de Oriol Rey, Doncel o el propio Zalazar, que no ha vuelto a dar el salto. No obstante, con partícipes también de una clasificación que ha venido a premiar a un grupo de talentos con experiencia creciente en Segunda B y con hambre de éxitos.

Si alguien puede recibir el apelativo de "hombre de la casa" en el Real Valladolid, ese es sin duda Javier Baraja. El técnico del Promesas ha llevado al playoff a su equipo en su tercera temporada en los banquillos como entrenador principal, después de sendas experiencias con su hermano Rubén y con Miguel Ángel Portugal. Su ascenso meteórico desde la categoría cadete hasta las puertas del profesionalismo, pasando por la División de Honor juvenil, lo catapulta como opción de futuro dentro de la estructura.

Estudioso, metódico y disciplinado, ha conseguido que su equipo juegue un fútbol alegre, no sin cuidar también la faceta defensiva, en la que destacó en su carrera como jugador profesional. Canterano, de Las Delicias (uno de los barrios más humildes de la ciudad), capitán y emblema, ha demostrado ser la persona idónea para inculcar un sentimiento de pertenencia que ha hecho que varios de sus jugadores –caso de Miguel de la Fuente– alcancen su mejor nivel y se acerquen al del primer equipo.

La responsabilidad y el amor hacia la profesión que Baraja inculca han sido decisivos dentro del devenir de la temporada del Real Valladolid Promesas... y algunos de los rasgos buscados desde el club cuando hace un año apostaron por él. El director deportivo, Miguel Ángel Gómez, es un enamorado de sus métodos de entrenamiento y de su apuesta futbolística y su cuerpo técnico ha respondido conformando un bloque fiable en el que el entrenador vallisoletano es el líder indiscutible.

 

Javier Baraja: "Estamos concienciados de que tenemos opciones reales de subir"

¿Cómo vivió el equipo el confinamiento?

Fue un proceso extraño para todos, por la costumbre de tener el contacto diario. Tuvimos que acostumbrarnos y trabajar de manera profesional desde nuestras casas y así lo hizo el equipo, como se vio con el tono físico con el que volvieron.

¿Cómo ha sido la pretemporada?

Ha sido un periodo largo de readaptación a nivel físico, para llegar al mejor nivel posible, porque a nivel técnico y táctico ha sido más fácil. Veníamos trabajando todo el año con muchos conceptos adquiridos y solo hemos refrescado la memoria sobre lo trabajado hasta ahora. Hemos trabajado con la mente puesta en el día 19 con la ilusión de que el partido llegue ya y competir como antes del parón.

¿Cuán importantes han sido los amistosos disputados?

Un partido, aunque sea amistoso, siempre tiene su punto de competición. A nivel individual y grupal hemos trabajado muy bien y los partidos amistosos ayudan a ver el nivel físico al que vamos a llegar y ver lo que nos vamos a encontrar en ese playoff.

Cumplido el objetivo, ¿qué cabe esperar del Promesas?

Partimos con todas las posibilidades y toda la ilusión, como todos los equipos. Nuestro objetivo es al nivel de todo el año. Compitiendo así estoy seguro de que vamos a tener nuestras opciones. Para casi todos es una situación nueva y es un reto muy grande, pero estoy convencido de que vamos a estar al nivel que esperamos.

¿Caer en primera ronda sería un varapalo?

Hay quien puede pensar que no, porque para nosotros es un premio, pero no nos conformamos con eso y el equipo está concienciado de que tiene opciones reales de subir. Desde el Promesas queremos defender la posición que nos hemos ganado durante todo el año y posicionar al Real Valladolid donde creemos que el club tiene que estar.

¿Qué valoración haces del primer rival?

Tiene un buen bloque y jugadores de mucho nivel. Han tenido bajas por renovaciones e incógnitas de jugadores en dinámica de primer equipo, y eso dificultará un poco más su labor de todo el año. Tienen muy buena dinámica con balón y potencial suficiente para pasar de ronda.

Varios jugadores han estado en dinámica de primer equipo, ¿qué se puede esperar de ellos?

El playoff es mérito de todos. Me satisface lo que han hecho con el primer equipo que vean que el camino real es el que están teniendo. Van a llegar con un buen ritmo de partido por el nivel que suponen los entrenamientos y los partidos en Primera División. No habrá una presión añadida y sí ilusión por su parte para poner un broche final fantástico a la temporada que todos han hecho con el filial.

¿Dónde cree que estarán las claves de este final exprés?

Todos los equipos tenemos la incógnita de saber cómo llegaremos, aunque tenemos datos suficientes para saber que llegaremos bien físicamente, en un formato de competición como este es complicado saber cómo lo va a afrontar cada equipo. Creo que por la situación y el formato puede haber sorpresas.

¿Cómo cree que será jugar sin público?

Será extraño, pero es lo que nos ha tocado vivir. Es complicado entender que se juegue así para quien lo ha vivido desde dentro. Evidentemente no es sencillo, pero estamos todos en igualdad de condiciones, jugando fuera de casa, sin público y en un estadio que no es el nuestro.

¿Qué opinión tienes de la reestructuración de la próxima temporada?

En este momento no hay nada 100% concreto y solo pensamos en poder ascender. Si tuviéramos que competir en esta categoría tendríamos que plantearnos objetivos de cara a la temporada que viene, pero ahora mismo pensamos en competir como hemos hecho hasta ahora.