Al frente de la eterna resistencia de la clase media

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Al frente de la eterna resistencia de la clase media

Los Pacers volverán a intentar ser alternativa en el Este con una fórmula distinta en una NBA cuyos fuegos artificiales apenas se dejan sentir en Indianápolis.

¿Cómo fue la temporada 2018-19?

El 23 de enero los Pacers ganaron a los Raptors y se colocaron 32-15 pero perdieron a Victor Oladipo, que se quedó en 36 partidos (18,8 puntos, 5,6 rebotes y 5,2 asistencias) en una temporada a la que llegaba tras deslumbrar en la anterior, la primera en Indiana después de ser la principal apuesta de un trade por el que se criticó mucho a los Pacers pero que acabó siendo un (otro) acierto de una franquicia que jamás abraza el tanking, pase lo que pase: Oladipo y Domantas Sabonis, sin nada más a cambio, por Paul George. En esa brillante campaña 2017-18, Oladipo fue all star, Jugador Más Mejorado y All NBA (guard del Tercer Mejor Quinteto y del Mejor Quinteto Defensivo). Elegido otra vez all star, no solo no acudió a Charlotte sino que su problema, en un tendón de la rodilla que no suele dar problemas a jugadores de 26 años (cumplió 27 en mayo), le dejó fuera de las pistas para toda la temporada y le impedirá ya con total seguridad comenzar la próxima mientras su equipo trata de gestionar con el máximo mimo la salud de su jugador franquicia.

Victorias por temporada

  • 90
  • 82
  • 70
  • 60
  • 50
  • 40
  • 30
  • 20
  • 10
  • 0
  • 2015
  • 2016
  • 2017
  • 2018
  • 2019
  • 90
  • 82
  • 70
  • 60
  • 50
  • 40
  • 30
  • 20
  • 10
  • 0
  • 2015
  • 2016
  • 2017
  • 2018
  • 2019
  • Equipo A
  • VS. Equipo B
Ninguno

Con él, los Pacers eran una alternativa de poder en el Este, como mínimo uno de esos equipos al que nadie iba a querer enfrentarse en playoffs. Sin él, se sostuvieron con la llegada de Wesley Matthews y la eficacia del sistema McMillan, pero llegaron a playoffs agotados y sin potencia ofensiva para retar a los Celtics, que les barrieron en primera ronda antes de estrellarse de forma grosera contra los Bucks. Una defensa brillante (tercera por ranking, primera por puntos recibidos) no pudo ser capitalizada por el ataque sin el toque uptempo que maximiza a Oladipo y a pesar de la gran temporada de Bogdanovic, un Myles Turner que va rompiendo el cascarón y fue uno de los mejores intimidadores de la NBA, el pegamento de Thaddeus Young (un consumado profesional) y la progresión de Domantas Sabonis, que rondó las conversaciones al premio de Mejor Sexto Hombre (14,1 puntos, 9,3 rebotes por partido).

¿Cómo han sido sus movimientos de este verano?

Da igual que los Pacers sean una franquicia histórica, en un estado como Indiana donde el baloncesto es más que un deporte y con un funcionamiento ejemplar (desde 1990 solo han faltado seis veces a los playoffs). Lejos de los grandes mercados, acaban irremediablemente estancados en el limbo que habitan los que no llegan a los fuegos artificiales de la agencia libre pero tampoco se resignan a un tanking que, al menos, vende esperanza de futuro. Los Pacers son un excelente equipo, con McMillan siempre competitivo y de perfecto funcionamiento, pero llevan cuatro años seguidos perdiendo en primera ronda de playoffs y el gran movimiento en la agencia libre de su historia sigue siendo, seguramente, la llegada de David West en 2011.

Principales altas Principales bajas

Malcolm Brogdon

Thaddeus Young

TJ. Warren

Bojan Bogdanovic

Jeremy Lamb

Tyreke Evans

T.J. McConnell

Darren Collison

Justin Holiday

Cory Joseph

Goga Bitadze (rookie)

Kyle O'Quinn

Wesley Matthews

Esta vez, más de lo mismo: los Pacers no han recuperado ni a uno solo de los jugadores que llegaban al verano como agentes libres. Eso incluye la sorprendente retirada de Darren Collison por temas religiosos (es Testigo de Jehová) y la sanción por consumo de sustancias ilegales de un Tyreke Evans que no podrá jugar en la NBA, como mínimo, hasta 2021. Thaddeus Young se fue a los Bulls, Bogdanovic a los Jazz, Cory Joseph a los Kings, Wesley Matthews a los Bucks... Kevin Pritchard y Chad Buchanan tuvieron que moverse otra vez en unos márgenes del mercado en los que no pueden permitirse ni un solo fallo y es extremadamente difícil reventar lo que ya parece un techo de cristal, más en esta NBA de revoluciones, súper parejas y equipos reconstruidos a bombo y platillo. En Indiana, uno de esos destinos que seguramente tendrá mucho que decirle a Adam Silver cuando se negocie el próximo convenio colectivo, tocó remangarse y hacer lo mejor posible con lo que estaba a tiro.

Y, como casi siempre, lo han conseguido, con el objetivo de hacer un equipo más amenazador en ataque y más adecuado al arco de edad de Oladipo (27 años) y Turner (23). Obsesionado con mejorar el puesto de base, sin Collison y después de flirtear con Ricky Rubio, ejecutaron un sign and trade para llevarse a Malcolm Brogdon, el Rookie del Año de 2017 y al que luego dieron 85 millones por cuatro años. Un jugador inteligente, excelente en defensa y muy útil en todas las pequeñas cosas del ataque, Brogdon (cumple 27 años en diciembre) puede complementar de maravilla a Oladipo. Además, llegaron TJ Warren (un anotador que debería suplir a Bogdanovic y demostrar que puede hacer más cosas además de meter canastas), Jeremy Lamb (seguramente titular sin Oladipo y sexto hombre cuando este regrese), TJ McConnell (otro base a la espera del progreso de Aaron Holiday), y Justin Holiday (hermano de Aaron y Jrue), un útil alero de instinto defensivo.

En el draft, los Pacers eligieron con el número 18 a Goga Bitadze. El pívot georgiano de solo 20 años demostró en la pasada Euroliga que puede ser el siguiente gran jugador europeo en la liga estadounidense y puede convertirse en una elección esencial para el futuro de la franquicia. Muchos analistas lo consideraban talento de top 10 en un draft con pocas certezas, pero nadie arriesgó con él... y los Pacers se lo encontraron en el 18. Si es tan bueno como parece y empieza a serlo ya la próxima temporada, dará un impulso notable al juego interior del equipo de McMillan. Veremos. La cuestión es que, otra vez, los Pacers tratarán de cumplir aquello de cambiar todo para que nada cambie, controlando los salarios en un mercado de perfil bajo y sin seis de los ocho jugadores que más minutos disputaron la pasada temporada. Nada nuevo para Pritchard.

Contratos más altos

Victor Oladipo
21 MILL. $
Malcolm Brogdon
20 MILL. $
Myles Turner
18 MILL. $
TJ Warren
10,8 MILL. $

¿Qué se puede esperar de ellos esta temporada?

Es posible que Oladipo no regrese hasta enero y no esté en plenitud hasta, aproximadamente, el fin de semana del All Star. Sin él se rebajan considerablemente las expectativas de un bloque que seguirá teniendo el sello McMillan, un entrenador cuyos equipos funcionan como un reloj cuando les toma el pulso desde el principio. Así ha sido en Indiana, donde el objetivo es que la defensa no se resienta mucho sin Thaddeus Young y con Warren y Lamb, que deberían dar más colmillo en ataque a la espera de que el bloque crezca una vez más a lo largo de la temporada, con Brogdon como nueva pieza esencial y un juego interior en el que Sabonis y Turner (avanzando hacia el nivel all star) no paran de crecer y Bitadze aparece como wild card pero en el que jugarán quintetos reconfigurados sin Young, que era el enlace entre los forwards y Turner.

El quinteto

Lo normal es que Sabonis y Turner sean titulares, pero hasta ahora McMillan habían evitado usarlos a la vez, a la caza de más espacio en ataque y de más rapidez de la que aporta Sabonis para defender a los ala-pívots rivales. De ese acople depende buena parte del futuro a corto plazo del equipo: si funciona los Pacers podrán alternar quintetos de tamaño monstruoso con otros más rápidos y livianos. Si no lo hace, seguramente uno de los dos empezará poner los pies fuera de Indiana, con Sabonis en último año de su contrato rookie y Turner en el primero de cuatro y 72 millones, convertido ya en el jugador más longevo de la plantilla (número 11 del draft en 2015) y el único en realidad con más de dos temporadas en los Pacers. Si McDermott se estabiliza por fin (31% en triples como local, 49% a domicilio), Aaron Holiday crece, Bitadze irrumpe con fuerza y Oladipo regresa a tiempo y en plenitud, los Pacers volverán a su esencia de los últimos años: un equipo que no acapara titulares ni focos pero al que nadie querrá tener delante en playoffs. La resistencia orgullosa de la clase media.

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