Marc Gasol regresa a un campeón tocado... pero no hundido

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Marc Gasol regresa a un campeón tocado... pero no hundido

La salida de Kawhi Leonard deja a los Raptors a priori fuera de las cuentas por el título. Pero eso no significa que vaya a ser un mal equipo en una temporada de transición.

¿Cómo fue la temporada 2018-19?

Los Raptors son campeones de la NBA y como campeones jugarán toda esta temporada. La franquicia celebrará un cuarto de siglo dentro de un año y lo hará con la legitimación del anillo que imaginó Masai Ujiri, un presidente de operaciones que, además, ha rechazado la morterada de millones que le pusieron los Wizards encima de la mesa para seguir en Canadá, donde ha construido un equipo con un vínculo tremendamente especial con la ciudad, uno que lleva cuatro temporadas por encima de las 50 victorias y que ha conseguido lo que otros muchos en el Este (Pacers, Hawks...) no pudieron: sobrevivir a LeBron James.

Victorias por temporada

  • 90
  • 82
  • 70
  • 60
  • 50
  • 40
  • 30
  • 20
  • 10
  • 0
  • 2015
  • 2016
  • 2017
  • 2018
  • 2019
  • 90
  • 82
  • 70
  • 60
  • 50
  • 40
  • 30
  • 20
  • 10
  • 0
  • 2015
  • 2016
  • 2017
  • 2018
  • 2019
  • Equipo A
  • VS. Equipo B
Ninguno

Durante tres temporadas (2016-18) los Raptors ganaron 56, 51 y 59 partidos pero se estrellaron contra los Cavs en playoffs. Cada vez peor: 4-2, 4-0 y 4-0 en una última en la que habían ganado 59 partidos, tenían ventaja de campo, Dwane Casey iba a ser elegido Entrenador del Año, Kyle Lowry y DeMar DeRozan habían sido all stars y LeBron tenía su peor acompañamiento de la última década. El 0-4 final dejó olor a fin de trayecto, al desánimo que produce en el deporte darse de bruces varias veces contra el mismo muro. A cambio de ciclo pese a rozar las 60 victorias.

Y Ujiri no tuvo miedo: despidió a Casey y ascendió a Nick Nurse buscando romper un molde de juego cuyo techo parecía ya obvio... e insuficiente. Y traspasó a DeRozan, el rostro de una franquicia a la que había llegado en el draft de 2009 y que había renovado en 2016 sin coger el teléfono a ningún pretendiente, en una de esas odas de amor al propio equipo que cada vez resultan más difíciles de encontrar. A cambio, además, se apostaba por un Kawhi Leonard que llegaba con solo un año de contrato, vientos que apuntaban a que no seguiría en Canadá más allá y después de una temporada en la que apenas jugó por una misteriosa lesión muscular y en la que jugó al gato y al ratón hasta desquiciar a una franquicia modélica como los Spurs. En febrero, y a pesar del buen ritmo del equipo, se lanzó sobre la oportunidad de añadir a Marc Gasol, también en posible último año de contrato (player option) y a costa de sacrificar algo de profundidad. Era el primer Este post LeBron y la puerta estaba abierta de par en par: cualquier esfuerzo merecía la pena.

Y así fue. Los Raptors ventilaron a los Magic, salvaron un séptimo partido peliagudo ante los Sixers con una suspensión afortunada de Kawhi que evitó la prórroga, remontaron un 2-0 que parecía irrecuperable ante unos Bucks embalados y aprovecharon la maraña de desgracias de los Warriors (Kevin Durant, Klay Thompson...) para proclamarse campeones en seis partidos (4-2) y poner a Canadá en el trono de la NBA, con Kawhi Leonard como MVP de las Finales y Pascal Siakam como Jugador Más Mejorado de la temporada. Todo había merecido la pena porque los Raptors tenían un anillo de campeones, algo impensable poco más de un año antes, tras el segundo rosco seguido ante los Cavaliers. Y algo que justifica todos los riesgos asumidos. Todos: que pregunten si no en tantas franquicias que apuran sus proyectos sin alcanzar el dichoso premio, de los Thunder de Durant y Westbrook a los actuales Rockets... Los Raptors, eso no se lo quitará nadie, cumplirán un cuarto de siglo con un título de campeones en su palmarés.

¿Cómo han sido sus movimientos de este verano?

Pero precisamente que todo fuera bien demostró que no había literalmente manera de retener a Kawhi Leonard. Ni con un anillo y un MVP de las Finales, ni después de un recorrido tan especial en playoffs, ni siquiera tras gestionar los descansos que ansiaba el alero (se perdió 22 partidos de Regular Season) para mimar su físico y tratar los asuntos de su futuro con discreción en niveles de secreto de estado. Nada: después de manejar la narrativa para forzar su jugada y tener esperando a los Lakers y con el corazón en un puño a esa Canadá para la que se había convertido en un ídolo exprés, Kawhi se marchó a los Clippers y cumplió su sueño de regresar a su California natal. Finalmente, lo que inevitablemente iba a hacer. En Toronto quedó un vacío amargo pero, otra vez, sin demasiada mala sangre porque, en definitiva, Kawhi les había llevado al trono de la NBA. Si al final efectivamente se había ido, qué se le iba a hacer.

Principales altas Principales bajas

Stanley Johnson

Kawhi Leonard

Rondae Hollis-Jefferson

Danny Green

Matt Thomas (rookie)

Jeremy Lin

Terence Davis (rookie)

Jodie Meeks

Dewan Hernandez (rookie)

Se fue Kawhi... y se fue Danny Green, que llegó con él desde San Antonio y fue, sin hacer tanto ruido como el tremebundo alero, muy importante en la construcción del equipo a la postre campeón. Automáticamente, los Raptors pasaban de aspirante con galones a repetir título a equipo que no podía ser mucho más que un outsider en el Este, el extraño caso del campeón que va de tapado como consecuencia del extraño caso del primer MVP de unas Finales que deja ese mismo verano el equipo con el que ha sido campeón. Marc Gasol, por su parte, ejecutó su player option (25,5 millones de dólares) para apurar contrato en los Raptors (acabará con 35 años) y Ujiri aseguró la continuidad de Kyle Lowry (31 millones para la temporada 2020-21) y, sin la presión que le suponía contar con Kawhi y volver a levantar un aspirante fiable al título, buscó soluciones de urgencia, poco riesgo y margen de crecimiento: Rondae Hollis-Jefferson, Stanley Johnson, la continuidad de Pat McCaw...

Por último, los Raptors tratarán de sacar el máximo de un puñado de jugadores que se estrenan en la NBA: Matt Thomas, que lució su tiro exterior en la ACB tras no ser drafteado en 2017 y dos jugadores del último draft: el no elegido Terence Davis, un escolta interesante, y el pívot Dewan Hernandez (pick 59), que no pudo jugar en su tercer año en Miami porque le salpicó un caso de corrupción made in NCAA pero que se había hecho un nombre como sophomore, todavía como Dewan Huell. Luego se cambió el apellido en homenaje a su madre.

Obviamente, los Raptors parten sin aspiraciones demasiado reales de repetir anillo y en clara desventaja (a priori) en un Este que deberían dominar con cierta holgura Buck y Sixers. Pero tampoco deberían caerse de playoffs y tienen estructura y armas para seguir siendo un equipo de muchas victorias en Regular Season. Uno en el que Nurse arriesgue toda más con quintetos poco ortodoxos y muy capaz de seguir siendo uno de los mejores bloques defensivos de la NBA: quinto en una temporada pasada en la que también fue el quinto mejor ataque y que cerró con la tercera mejor diferencia de ratings.

Contratos más altos

Kyle Lowry
34,9 MILL. $
Marc Gasol
25,5 MILL. $
Serge Ibaka
23,2 MILL. $
Norman Powell
10,1 MILL. $

¿Qué se puede esperar de ellos esta temporada?

Y eso sin Green ni un Kawhi sin el que el equipo firmó un brillante 17-5 en los 22 partidos que se perdió en Regular Season. Este será, en un sentido o en otro, el bloque de Kyle Lowry (33 años, 34,9 millones de salario), Marc Gasol (34 y 25,5) e Ibaka (30 y 23,2). Obvias fuerzas estabilizadoras, certezas que sin embargo podrían, en el caso de los dos últimos, cambiar de aires según como se dé la temporada, especialmente si (lesiones, problemas inesperados...) las cosas se tuercen desde el comienzo. Tanto Marc como Ibaka acaban contrato y en principio no están en arco de edad de formar parte del siguiente gran plan que seguramente rondará ya la cabeza de Ujiri.

El quinteto

Por eso el eje deportivo del proyecto vira de Kawhi a Pascal Siakam, que se destapó la temporada pasada como uno de esos productos idóneos para la actual NBA, uno que fue Jugador Más Mejorado y que dejó (32 puntos) una actuación para el recuerdo en el primer partido de las Finales. Ahora asumirá nuevos galones, ya sin Kawhi Leonard al lado, y en un equipo en el que también tienen permiso para dar pasos al frente Fred VanVleet y OG Anunoby. El primero estaba promediando 4 puntos con un 14,7% en triples hasta que fue padre en plenos playoffs. A partir del cuarto partido de la final del Este se fue a 14,7 puntos con un 52,6% en triples. El segundo se perdió las eliminatorias por una apendicitis pero en Toronto le dan una proyección no muy distinta a la de Siakam: un excelente jugador defensivo que puede ir adquiriendo un peso cada vez mayor en ataque. Sin Kawhi, Stanley Johnson y Rondae Hollis-Jefferson ayudarán a que el equipo siga defendiendo fuerte (el segundo sobre todo, si bien en ataque tiene unas lagunas horripilantes), Norm Powell puede tirar de galones para ser el escolta titular y tal vez Pat McCaw (tres anillos en tres años en la NBA) juegue minutos de base suplente. Nurse garantiza pruebas y riesgo, ninguna idea sin probar, y en parte por eso sus Raptors serán un equipo seguramente apasionante, otra vez. Ya no capaz de ganar el título, en principio, pero tampoco uno que desterrar al olvido. Y eso, tras la salida de Kawhi, habla muy bien de la cultura que sostiene firme a esta franquicia... y de Masai Ujiri.

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