Kawhi Leonard, Paul George y la promesa de una nueva era

GUÍANBA

Los Angeles

Clippers

GUÍA NBA

Kawhi Leonard, Paul George y la promesa de una nueva era

Por primera vez los Clippers son el equipo de moda, el que acapara titulares y el que parte como gran favorito al título de campeón. La batalla de Los Ángeles será cruenta.

¿Cómo fue la temporada 2018-19?

El verano, el verano, el verano. Todo se reduce a un verano que ha metido a la NBA de lleno en la era de las estrellas nómadas, del poder supremo de los jugadores, del resentimiento en unas franquicias que miran ya al próximo convenio colectivo... y que ha colocado a Brooklyn Nets y Los Angeles Clippers en la liga de los reyes de los grandes mercados, Knicks y Lakers. Los primeros han concretado la amenaza que sugirieron cuando Mikhail Prokhorov trasladó el equipo desde Nueva Jersey. Los segundos, hasta hace poco un hazmerreir en todo el deporte estadounidense, han ganado un verano en el que su vecino ha reunido a Anthony Davis con LeBron James. Y se han convertido en el gran aspirante al anillo, al menos en la parrilla de salida. Y el rey de los titulares y los focos. Hasta hace no poco, inimaginable. ¿Una nueva era también por nombres? Si esto cuaja...

Los Clippers, claro, ganaron el verano pero no lo habrían hecho sin lo que ha sido un tremendo trabajo integral en los últimos años, culminado con la excelente exposición de su cultura de franquicia cuando forzaron seis partidos (4-2 final) contra unos Warriors que ya pensaban en los Rockets en primera ronda de playoffs. Habían ganado 48 partidos, habían quedado por delante de los primeros Lakers de LeBron y se habían sostenido en playoffs currando duro cada noche mientras remozaban su roster y generaban el derecho moral y el margen económico para soñar con prados más verdes. Finalmente (Kawhi Leonard, Paul George...) muy, muy verdes.

Victorias por temporada

  • 90
  • 82
  • 70
  • 60
  • 50
  • 40
  • 30
  • 20
  • 10
  • 0
  • 2015
  • 2016
  • 2017
  • 2018
  • 2019
  • 90
  • 82
  • 70
  • 60
  • 50
  • 40
  • 30
  • 20
  • 10
  • 0
  • 2015
  • 2016
  • 2017
  • 2018
  • 2019
  • Equipo A
  • VS. Equipo B
Ninguno

El indeseable Donald Sterling (sacado a patadas por un escándalo de comentarios racistas) había gobernado a los Clippers desde la certeza de que no podían ser más de lo que eran, un vecino pobre que rascaba migajas de la gran tarta de los Lakers. Sin inversión económica ni transformaciones estructurales y culturales, aquel incidente que provocó su salida propició un nuevo comienzo. En 2014, el ex CEO de Microsoft Steve Ballmer se convirtió en el dueño más rico de las cuatro grandes (NFL, MLB, NBA y NHL) cuando compró los Clippers por 2.000 millones de dólares. Nada más llegar, cambió el logo y los uniformes y puso en marcha un plan estratégico con el que ha demostrado una implicación absoluta con lo que es cualquier cosa menos un juguete en manos de un multimillonario caprichoso. Ballmer está convirtiendo a los Clippers en una franquicia premium en lo económico, lo social... y ahora también lo deportivo. Y su plan acaba con un nuevo pabellón y tal vez hasta un nuevo nombre, en 2024 y en Inglewood, donde jugaron los Lakers del Showtime...

Ballmer, en los despachos, consiguió que Doc Rivers (perdido en la multitarea) dejará el puesto de presidente de operaciones sin dejar de ser el entrenador, y forjó una estructura ultra sólida y perfectamente inteligente con personalidades como Lawrence Frank, el rey Midas Jerry West (el logo de la NBA que había convertido todo lo que había tocado en oro en Lakers y Warriors), y ejecutivos como Trent Redden y Mark Hughes. Hasta el periodista Lee Jenkins, el que escribió la carta del regreso a Cleveland de LeBron James, dejó Sports Illustrated para dirigir el departamento de investigación e identidad de la franquicia. En la pista, todos los pasos han sido de una inteligencia extrema, encaminados a que el equipo vaya a arrancar la temporada 2019-20 como una bestia sin más techo que el primer Larry O'Brien en la historia de una franquicia que nunca pareció tener derecho a levantar uno.

No todos, claro, han sido perfectamente limpios. Los negocios son los negocios y Blake Griffin salió el 29 de enero de 2018 rumbo a Detroit después de firmar el 19 de julio de 2017 un contrato de 5 años y 173 millones tras un largo cortejo bajo el lema "clipper for life" (clipper para toda la vida). Ahí comenzó la extraordinaria demolición del formato Lob City (Chris Paul, Griffin, DeAndre Jordan), que le dio sus mejores años y sus primeras trazas de respetabilidad a la franquicia pero que, en plena era Warriors, no llegó a una final de Conferencia después de cinco años seguidos de más de 50 victorias y seis años en playoffs para un equipo que solo sumaba siete en toda su historia, apenas cuatro desde la llegada a Los Ángeles en 1984.

Los Clippers fueron encadenando buenas decisiones sin abandonarse al tanking ni pasar por las cloacas de la clasificación. Un más difícil todavía cuyos resultados se han recogido ahora. Por Griffin recibieron rondas entre las que estaba la que invirtieron en Shai Gilgeous-Alexander (enviado a OKC en la operación Paul George tras un brillante año rookie) y un lote de jugadores que incluía a Avery Bradley (por el que luego se obtuvo a JaMychal Green) y a un pilar como Tobias Harris, traspasado en febrero a los Sixers sin que por ello el equipo se cayera de los playoffs y a cambio de un lote con activos tan valiosos como el rookie Landry Shamet, un Muscala usado para sacar a Ivica Zubac de los Lakers y unos picks que ayudaron a completar la megaoferta por Paul George. Cada paso pensando en este verano de 2019, sin perder identidad ni capacidad deportiva y generando assets y flexibilidad económica.

Cuando Chris Paul decidió irse, los Clippers lograron que fueron vía sign and trade y recibieron una primera ronda y un paquete de ¡siete! jugadores de los que han sacado una parte esencial de su actual proyecto: Patrick Beverley (que acaba de renovar por 3 años y 40 millones), Montrezl Harrell (agente libre el próximo verano) y un Lou Williams ya veterano (cumple 33 el 27 de octubre) que ha ganado el premio al Mejor Sexto Hombre los dos últimos años y que firmó ya en L.A. (febrero de 2018) una extensión de 24 millones por tres años que se convirtió pronto en un verdadero chollo. La pasada temporada fue el jugador número 31 de la NBA en puntos (20 de media)... y el 147 en salario (8 millones). Paso a paso, decisión a decisión, apuesta a apuesta, los Clippers se regalaron la oportunidad de reventar la NBA en el verano de 2019...

¿Cómo han sido sus movimientos de este verano?

Y así fue: los Clippers reventaron un verano insólito en cuanto a movimiento de estrellas (Anthony Davis, Kevin Durant, Kyrie Irving, Kemba Walker, Jimmy Butler, Russell Westbrook...). Kawhi Leonard se ha convertido en el primer MVP de unas Finales que cambia de equipo en ese mismo verano, y ha optado por dar a los Clippers la oportunidad de empezar de cero en el finalmente inevitable (ni el anillo en Toronto cambió eso) regresó a su California natal. La espera a su decisión provocó unos días de histeria mediática con toda la ciudad de Toronto conteniendo el aliento y los Lakers convencidos de que podían estar a punto de formar un big three de leyenda (LeBron-Davis-Kawhi). Mientras las tertulias disparaban en todas direcciones, Kawhi buscaba un aliado para atreverse a ir a los Clippers y después de varios plantones (el principal, el de Durant) se encontró con un Paul George que también quería volver a California, que también pareció en el pasado destinado a jugar en los Lakers y que forzó el traspaso de unos Thunder que le habían renovado solo un año antes (la nueva NBA...). En Oklahoma, ya cuesta abajo y rumbo a la salida de Russell Westbrook, obtuvieron al menos un paquete escandaloso por George. Los Clippers, a la hora de la verdad, no dudaron en lanzar mucho de lo que habían amasado. Era los dos o nada, el gran órdago de Kawhi: Shai Gilgeous-Alexander, Danilo Gallianari, cuatro primeras rondas no protegidas, una primera protegida y el derecho a intercambiar otras dos primeras se marcharon a Oklahoma City. Los Clippers habían logrado lo imposible.

Principales altas Principales bajas

Kawhi Leonard

Danilo Gallinari

Paul George

Shai Gilgeous-Alexander

Mo Harkless

Garrett Temple

Patrick Patterson

Wilson Chandler

Mfioundu Kabengele (rookie)

Tyrone Wallace

Terance Mann (rookie)

Sindarius Thornwell

Y lo habían hecho mientras completaban meticulosamente el resto de sus deberes, lo que finalmente les hace parecer un equipo tan amenazador más allá del obvio poder de la pareja Kawhi-George: nuevos contratos para Beverley, JaMychal Green, Zubac y Rodney McGruder. Una incursión inteligente en el traspaso de Jimmy Butler a Miami Heat para llevarse a Mo Harkless, una apuesta barata sin riesgo por un Patrick Patterson venido a menos y la elección en primera ronda del draft y con un pick de los Nets que era originalmente de los Nuggets (27) de Mfiondu Kabengele, el pívot de Florida State que puede intimidar y abrir la pista con su tiro.

¿Cómo de bueno ha sido el verano para los Clippers? Histórico, extraordinario, capaz de alterar las jerarquías de la futura NBA y de crear un nuevo paradigma si todo sale bien. Y de llevar, por el camino, el primer anillo a la historia de una franquicia para la que toda una vida de miseria y maldiciones ha empezado a quedar atrás. Comenzó a hacerlo, en realidad, cuando el histriónico Ballmer se hizo con ella hace poco más de un lustro...

Contratos más altos

Paul George
33 MILL. $
Kawhi Leonard
32,7 MILL. $
Patrick Beverley
12,3 MILL. $
Mo Harkless
11,5 MILL. $

¿Qué se puede esperar de ellos esta temporada?

Kawhi Leonard, después de una memorable temporada en Toronto, Paul George, piezas para construir una defensa impenetrable, profundidad de rotación, un anotador de segunda unidad como Lou Williams, opciones a priori demoledoras para jugar el pick and roll, la experiencia de Doc Rivers, un ojo en los veteranos que puedan quedar a tiro para redondear todavía más el roster de cara a los playoffs... los Clippers, además en el primer año sin Kevin Durant en los Warriors, se han posicionado como el favorito a priori para ganar el anillo, algo de una magnitud descomunal para una franquicia que todavía no sabe lo que es jugar una final de Conferencia siquiera.

Partiendo de esa base, y con la exigencia máxima que ahora hay que exigirle a este equipo, conviene recordar también que no siempre todos los planes salen bien. Los Clippers tienen un roster envidiable, pero algo débil (no se puede tener todo) en los roles de pívot puro y defensa interior (Zubac, JaMychal Green, Harrell, la ayuda de los aleros altos...) y sin grandes pasadores. Más allá, tendrán que asumir la gestión de esfuerzos que es innegociable para Kawhi (solo jugó seis partidos o más seguidos dos veces durante la pasada Regular Season) y por la que debería apostar también un George que se ha operado de los hombros, tal vez no llegue a tiempo para el inicio de temporada y arrastra como una condena sus eliminaciones en primera ronda de playoffs durante las últimas tres temporadas. En su mejor versión un jugador total, hay más dudas sobre su regularidad en las eliminatorias con él que con un Kawhi que las despejó todas con su MVP de las últimas Finales, el segundo de su carrera.

El quinteto

Las lesiones (algo más que una simple sombra cuando se habla de Kawhi y George) son en realidad la principal amenaza de un equipo con el que, un pequeño revés entre tantas buenas noticias, Kawhi Leonard firmó solo por tres temporadas 101 millones, con una player option después de la segunda, en el verano de 2021 y cuando también puede salir al mercado Paul George. Si algo estamos aprendiendo de estas últimas temporadas es que eso puede implicar una presión tremenda para la franquicia si las cosas no van como debieran ya en esta primera temporada de lo que, si se piensa en positivo, puede ser el inicio de una nueva era. En los Clippers, en el baloncesto de Los Ángeles... y en toda la NBA.

Back to top