España se cuela en el VI Naciones
Seguimos con la angustia de conocer el futuro de los Leones en el Mundial. Este mismo jueves, el presidente de la Federación, Alfonso Feijoo, compareció ante World Rugby. Aquel arbitraje parcial en el Bélgica-España, aquellos jugadores persiguiendo al colegiado rumano, las denuncias posteriores por alineaciones indebidas... Todo ello ha nublado la esperanza que rodeaba a este deporte en España en fechas anteriores. Les invito a que hagan un paréntesis y vuelvan a soñar. Al menos hasta que caiga la sentencia. El 2016 fue mágico: 26.500 personas en Zorrilla para la final de la Copa del Rey, las dos Selecciones de Seven olímpicas en Río... El 2017 no se quedó atrás: los All Blacks se marcaron una haka en los Princesa de Asturias, Bilbao fue designada sede de las finales europeas... Y el 2018 también ha tenido brotes verdes.
Así que viajemos a San Mamés, un templo del fútbol reconvertido para el oval. Este viernes se disputa la final de la Challenge Cup, el segundo trofeo continental, y al día siguiente la de la Champions Cup, que coronarará al rey de Europa: el Leinster irlandés o el Racing 92 francés. En su 23ª edición, el torneo sale por primera vez del ámbito del VI Naciones. Ese es el mérito. Durante estos días, el rugby volverá a ser el ejemplo que nunca debía haber abandonado, con las aficiones mezcladas en las gradas y en la ciudad. Se calcula que el evento deje un impacto de más de 35 millones de euros. Y España volverá a exhibir su capacidad organizativa. Ya hubo experiencias exitosas en Anoeta y en el Camp Nou con equipos del Top 14 de Francia. Será otro gran paso del rugby español... A la espera de esa decisión que nos mantiene en un sinvivir.