El carisma no se obtiene, necesariamente, a base de goles. A veces incluso indigesta. Nadie dudará nunca de que Cristiano pertenece al olimpo de los más grandes de la historia.
PorDani Garrido
El carisma no se obtiene, necesariamente, a base de goles. A veces incluso indigesta. Nadie dudará nunca de que Cristiano pertenece al olimpo de los más grandes de la historia.