Lorenzo está peor y peligra también su carrera en Japón
La pequeña fractura en el radio del brazo izquierdo, a la altura de la muñeca, ha empeorado y, aunque se probará mañana, "las sensaciones no son buenas".
Jorge Lorenzo podría causar baja en la parrilla de MotoGP por segunda cita consecutiva. Le lesión sufrida tras el vuelo en Tailandia, por avería en su Ducati, le provocó una pequeña fractura en el radio del brazo izquierdo, a la altura de la muñeca, que ahora ha derivado en fractura completa. El español asegura que se probará mañana en el arranque del GP de Japón, pero advierte que "las sensaciones no son buenas".
-¿Cómo se encuentra?
-Estoy decepcionado y un poco triste. Dentro de lo aparatoso que fue la caída (la de Tailandia), estaba aliviado por saber que no había ido a peor, sobre todo el pie, aunque no sabía lo de la muñeca. Me dolía, pero pensaba que no tenía nada roto. Los rayos x demostraron que no, pero luego el escáner sí que demostró que había esa fractura (en el radio izquierdo) que no parecía completa, pero que estaba ahí. Me puse la férula, me la fui quitando progresivamente y empecé a hacer natación y algún ejercicio, pero cuando forzaba la muñeca me dolía. En los últimos días no ha mejorado prácticamente la lesión. El dolor se mantenía ahí y las sensaciones eran malas, así que cuando llegué al circuito decidí hacer otro escáner en Mito, que demuestra que la lesión no ha mejorado y que incluso se ve fracturada por completo. Me encuentro triste, porque éste es un circuito de los que más me gusta y en el que podía hacerlo bien, pero va a ser complicado hacerlo bien. Voy a intentar probar mañana.
-¿Cómo le plantearon los médicos la recuperación?
-Diferentes teorías. Depende de con quién hablara me decía que tuviera la férula siempre, otros que me la quitase a los dos días y otros a la semana. Unos dicen que mover la muñeca es lo mejor... Era difícil cumplir una rutina. Hice lo que pensaba que tenía que hacer. Llevé cuatro o cinco días las férula y me la fui quitando progresivamente, empezando a hacer un poco de ejercicio para no perder el tono y estar aquí al máximo de forma que podía estar.
-¿Cuándo se dio cuenta de que no iba a mejor?
-La lesión fue progresando muy poco a poco a mejor, pero, a la que forcé un poco, retrocedí un poco en cuanto a dolor y se me volvió a inflamar, pese a ponerme mucho hielo y la magneto, que es una máquina para soldar más rápido. No ha soldado como pensaba. Quizá la lesión es más grave de lo que pensaba y se necestia más tiempo inmovilizado para que se cure totalmente, para que suelde del todo. Dicen 40 días, pero no sé hasta qué punto se puede soldar.
-¿Y ahora qué? ¿Probar aún sabiendo que pueda ir a peor o parar? ¿Qué le dicen los médicos?
-Depende con qué médico hables. (Sonrisa). Cada uno tiene su opinión de las cosas.
-¿Y cuáles son sus sensaciones?
-Las sensaciones no son buenas, pero ya que estoy aquí hay que probar. Quizás me sorprenda, porque a veces te subes en la moto y te puedes sorprender, pero no me espero encontrarme muy bien.
-¿La participación aquí corre más peligro de la que ya corría en Tailandia antes de la caída? ¿Es menos optimista que allí?
-Sí. En Tailandia hubiese corrido. No al cien por cien, pero hubiera hecho buen papel. Aquí es muy complicado.
-¿Podría pensar en parar para operarse?
-Es una lesión que poca gente decide operarse, pues era una fisura que ahora se ha demostrado que era completa. En Tailandia parecía de la mitad o el setenta por ciento, no era completa al ciento por ciento y si es sin desplazamiento no se suele operar, aunque seguramente la opción de operarse era buena hace dos semanas. Ahora no cambia tanto.
-¿Fue un error intentarlo en Tailandia?
-No lo creo, si hubiese tenido que hacerlo otra vez no creo que hubiese cambiado mi decisión.
-¿Que prima en su cabeza, volver a correr al ciento por ciento con la Ducati o llegar al ciento por ciento con la Honda en el test posterior a Valencia?
-No hay nadie al que le duela más no poder correr en esta carrera que a mí. Si es que no puedo correr.
Para muchos aficionados y especialistas, Valentino Rossi es el piloto más grande de todos los tiempos, independientemente de que los 9 títulos en los que está anclado desde 2009 se queden a 6 de los 15 de Giacomo Agostini. Es algo subjetivo, en base muchas veces a su aportación a este deporte más allá de la pista, por cuánto lo ha hecho crecer, y también por irse un día de Honda a Yamaha, para demostrar que importaba más el hombre que la mecánica. Todo eso es fantástico, pero desde hace tiempo sopla un huracán llamado Marc Márquez que mejora los números del italiano a los 24 años.
Habrá que ver hasta dónde es capaz de llegar el español, pero lo que Rossi logró a los 25 años lo ha hecho Márquez con 24: seis títulos mundiales, siendo cuatro de ellos en la clase reina, uno en la intermedia y otro en la pequeña. Hay un detalle muy importante a la hora de comparar los cinco primeros años de cada uno en MotoGP… Se trata de los rivales a los que les tocó enfrentarse.
Mientras que Márquez lo ha hecho con pilotazos como el propio Rossi, Lorenzo, Pedrosa, Dovizioso o Maverick, el italiano lo hizo contra pilotos con peor palmarés, como Biaggi, Gibernau Ukawa o Barros. Ahora lo que está por ver es si Márquez llegará a los nueve títulos que ha conquistado Rossi, pero cualquiera se atreve a apostar lo contrario con el ritmo que lleva.