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Bloodborne

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Bloodborne, guía completa - Centro de Yharnam

Plántale cara a la decadente locura victoriana de Yharnam, encuentra los puntos débiles de todos los enemigos y siéntete un poco más seguro en el nuevo universo de FromSoftware con nuestra guía.

Centro de Yharnam.

Sal al exterior e inspecciona el lugar. Una de las puertas está cerrada (podrás abrirla más adelante, no te ofusques todavía), así que abre la de la izquierda y cuidado. Lo hemos dicho en los consejos, pero lo repetimos por si los has pasado por alto: es imperativo que leas las notas que verás en el suelo. Son abundantes y están catalogadas para que sepas si son fiables o no, así que tómatelo como una obligación más antes de seguir avanzando.

Ese tipo no es el único con un comportamiento un tanto… extraño. Ojo con los que están en la calle anexa y con el loco que aparecerá de repente de la esquina del lateral derecho. Registra los cadáveres para obtener cócteles molotov, guijarros y viales de sangre y acércate a las escaleras, desde las que podrás ver a una multitud de gente (te adelantamos que para nada amistosa) y a la que deberás seguir.

Una vez abajo dispondrás de tres opciones:

· Bajar y entrar “a saco”. Los indigentes se te echarán encima y morirás prácticamente en el acto. Opción descartada.

· Bajar y atraer a los indigentes uno a uno usando los guijarros que acabas de recoger. Muy probablemente mueras, pero tendrás alguna posibilidad de despejar la calle.

· Esperar arriba de las escaleras a que la multitud se aleje, bajar a la calle despejada (no descartamos aleatoriedad de la IA: algún vagabundo puede quedar rezagado y pillarte por la espalda, mucho cuidado) y acercarte a la palanca para abrir la puerta que estaba cerrada junto a la salida de la clínica.

Esta tercera opción es la más recomendable, aunque nosotros hemos intentado evitar la confrontación con los vagabundos que poblaban la calle y siempre se nos ha echado alguno encima, por lo que te recomendamos que estés con la conversión del arma preparada y en guardia.

Evites o no el enfrentamiento con los ciudadanos, un formidable enemigo hará acto de presencia. En Yharnam es conocido como El Verdugo y es un rival imposible de vencer a estas alturas, así que te aconsejamos que te hagas un favor y salgas corriendo. Ve en dirección opuesta y… mucho ojo, más ciudadanos locos aparecerán y vendrán a por ti. Usa los movimientos de evasión con BOTÓN O + JOYSTICK IZQUIERDO y sube por las escaleras de la derecha. (NOTA: este atajo puede ser descubierto justo tras matar al loco que nos sorprendió leyendo la advertencia de “cuidado, loco” de uno de los gameplays anteriores. Sin embargo, omitimos su ubicación antes porque, si te adentras en el atajo evitando bajar por las escaleras, la multitud te verá de frente y se te echarán todos encima. Todavía no estás capacitado para situaciones así).

Junto al carruaje que verás más adelante, verás un ciudadano que comenzará a atacarte. Podrás registrar su cuerpo para coger un fragmento de piedra de sangre, lo que te permitirá mejorar un arma al ser incrustada en la misma. Estate MUY ATENTO, porque otro ciudadano se abalanzará sobre ti y te pillará desprevenido. Mátale y avanza por la calle que se expande ante ti para encontrar unos cadáveres que, al ser registrados, te otorgarán jugosos ítems como balas de mercurio.

Te diriges a la Plaza de Yharnam, una zona insultantemente hostil que pondrá a prueba tu paciencia. De entrada, te recomendamos que dejes el mando lejos de cualquier ventana porque los peligros acechan incluso antes de llegar a la misma, pues un indigente agresivo te echará sobre ti en cuanto te vea acercarte. Acaba con él y adéntrate en la plaza.

Los enemigos de la plaza son de diversa índole, a cada cual más peligroso. Verás enseguida la nueva incorporación: un perro agresivo (“agresivo” se queda corto; parece, más bien, estar poseído) acompañado de unos cuantos francotiradores, podríamos llamarles. El sector es casi imposible de superar y, de hecho, la media de reinicios está en la decena. Te aconsejamos que te abalances sobre el perro sólo tras dar varias volteretas y poder atacarle uno de los costados. El avispado canino te tomará enseguida la medida y, si tratas de repetir la estrategia, morirás en el acto. Hazlo sólo una vez y después asegúrate de tenerlo siempre de frente. Haz movimientos evasivos hacia atrás y quédate con el patrón del maldito perro: verás que hay un momento en que se queda como queriendo coger impulso pero peca de indeciso: debes aprovechar ese instante para asestarle un golpe mortal con tu arma convertida (el hacha aquí es una grandísima opción).

Pero el problema gordo viene ahora: los tiradores están en diferentes niveles, lo que no sólo te hace un blanco fácil, sino que te costará llegar a ellos para matarlos. Siendo honestos, no sabríamos darte unas pautas para afrontar el enfrentamiento, porque conseguimos sobrevivir a ellos por pura suerte. Trata de ESQUIVAR EN TODO MOMENTO: no dejes de rodar por el suelo hasta que lleves la ropa marrón si hace falta, pero no te pares porque caerías en el acto. Debes asegurarte de haber dejado el hacha en su forma convertida para dar un golpe efectivo a los tiradores. Además, te recomendamos que NO TE CIEGUES EN UN SOLO TIRADOR: es algo muy tentador, hay que reconocerlo, pero eso te expone de una manera bestial a los demás tiradores y sería tu fin. Asesta un golpe a un tirador y sal rodando sin preocuparte de si está muerto o no; ni tan siquiera de si has dado en el blanco. Es un enfrentamiento en el que se te da UNA SOLA OPORTUNIDAD: un enemigo, un golpe. Si lo fallas, debes volver a rodar por todo el escenario y acercarte a él nuevamente y repetir la estrategia. Debes repetir la estrategia con todos ellos y, aún así, reiteramos que superamos esta zona gracias a la suerte, no a nuestra habilidad. Es una situación absolutamente desproporcionada, pero esta que te hemos expuesto, creemos, es la mejor manera de afrontar las hostilidades de la plaza.

Respira, levántate, que te dé el sol un poco y siente la sensación de merecidísima victoria por superar la peliaguda situación a la que te acabas de enfrentar. Debes estar orgulloso como gamer de haber llegado hasta aquí pero, sin embargo y por desgracia, el mal no descansa en Yharnam. La ciudad te agasajará con suculentas recompensas como un par de viales de sangre (al fondo de la plaza) y un rocío de sangre en un cadáver de la izquierda para tentarte a continuar. Recuerda que los rocíos de sangre te proporcionan una cantidad determinada de Ecos de Sangre… Tentadora manera de incitarte a proseguir.

En la zona bacheada de la izquierda está tu camino a seguir. Rompe los barriles para encontrar más recompensas (lo que nosotros te digamos: Yharnam te está agasajando para continuar) y atento a los ataúdes que encontrarás más adelante: ocultan un atajo que ahora no te será útil pero que, ya que estás aquí, puedes romper para despejar el camino. En un futuro no demasiado lejano te será muy útil.

¿Oyes esos golpes? Desciende y ve hacia la plazoleta que se abre ante ti para averiguar de dónde proceden…

**FINAL BOSS: OGRE**

El único sentido que hemos encontrado a la presencia de este Ogro aquí, también conocido como Troll, es el hecho de quitarnos la venda y ver hasta qué punto Yharnam va a jugar con nosotros durante toda nuestra estancia. Se te va a tentar a seguir un poco más, a investigar el origen de un simple golpe, a saciar nuestra curiosidad y ver qué hay un poco más allá. Tantos viales de sangre y tantas piedras sólo para guiarte hacia un enfrentamiento suicida. Todo enemigo tiene un punto débil, cierto, pero tras lo de la Plaza de Yharnam, un Ogro aquí es, cuanto menos, avasallante.

Una vez asumas la cruda realidad y digieras lo que te va a esperar en la decadente ciudad, pues toda la mecánica va a basarse en este principio de recompensas y humillaciones (y caerás en todas y cada una de las tentaciones, te lo adelantamos ya), adquiere posiciones ofensivas y prepara las conversiones de tus armas.

Pulsa BOTÓN R3 para no perder de vista a Ogre y enfunda tu pistola: no vale la pena malgastar balas aquí. Si escogiste el hacha del cazador, un golpe en los tobillos es letal para él porque perderá toda la velocidad que tiene. Además, los cócteles molotov le harán caer enseguida porque son sorprendentemente vulnerables al fuego, así que haz buen uso de ellos y vigílale hasta el último instante: una embestida a traición y te enviará al Sueño del Cazador de cabeza.

¿Recuerdas ese respiro que te hemos aconsejado tomar después de tu victoria en la Plaza de Yharnam? Ya te puedes ir olvidando de él, porque unos cuervos traicioneros que fingirán estar casi muertos te atacarán a traición. Mátalos asestando golpes igual de traicioneros que ellos tras rodar por el suelo y avanza por el único camino posible para recoger un rocío de sangre y unas vasijas.

Llegarás a un puente custodiado por dos lobos. Es otra situación crítica, porque estas criaturas se han fortalecido desde la última vez que las viste en la clínica y te superan en número… Tienes, de nuevo, varias opciones:

· Ir directo por el puente. Enfrentarte a los lobos es todo un reto, ya no por sus feroces ataques, sino porque irán a matar: un bocado en la cabeza y no podrás hacer nada por salvar la vida.

· Volver atrás hasta los ataúdes que escondían un atajo. Si lo cruzas, darás un rodeo al barrio pero desembocarás en el otro extremo del puente evitando, de este modo, la refriega con los lobos.

Cómo no, te aconsejamos la segunda opción a no ser que quieras añadir tu propia dificultad a la sección, algo que ya no está en nuestra mano. Eso sí: aunque parezca una idea suicida, te recomendamos que te enfrentes a ellos si no te has familiarizado todavía con los controles de lucha o si quieres encontrar el límite de tus armas y las combinaciones de ataques. Morirás muchas veces, te lo aseguramos, pero es algo que conviene saber para enfrentamientos futuros, y más vale que experimentes ahora que con enemigos que te multiplican en tamaño y fuerza lo impensable.

Al otro lado te atacarán unos perros. Acaba con ellos y no te fíes de los que están enjaulados: en ocasiones y aleatoriamente, pueden romper la protección y pillarte desprevenido.

Sube por la gran escalinata de la izquierda para recoger un rocío de sangre y ve por el camino de la derecha. ¡Sorpresa! Dos Ogre te estarán esperando… Te remitimos a lo explicado en “Final Boss: Ogre” para vencerles, pues la estrategia es válida igualmente, aunque deberás centrarte en esquivar a uno mientras atacas al otro.

Debes saber que haber matado a los dos Ogros ahora te ahorrará muchos problemas en el futuro. Sube las escaleras de nuevo y entra en la casa que hay junto a la escalinata donde habías recogido el rocío de sangre. Empuña la antorcha porque la vivienda está plagada de enemigos y no darás una a derechas si no eres capaz de ver nada. El tipo que está en silla de ruedas es más traicionero aún que los cuervos que fingían estar heridos, así que mátale cuanto antes si no quieres llevarte el susto de… tu vida.

Ten presente dos cosas elementales que debes hacer aquí:

· Antes de subir, abre todas las puertas del primer piso. Una te llevará a la parte trasera de la casa, donde te esperaba un vagabundo a traición.
· Desde fuera, sube por las escaleras. Date cuenta de que arriba podrás abrir una puerta que en los primeros compases estaba cerrada. La puerta en cuestión te llevará a una lámpara que podrás encender y que te servirá de checkpoint. No te haces una idea de lo que se te viene encima, y si te ves obligado a repetir toooooodo el Centro de Yharnam… ahí sabrás lo que es la desesperación, así que haz el favor y ENCIENDE LA LÁMPARA.

Avanza eliminando a los dos individuos que te esperan al otro lado y dirígete a tu primer gran enfrentamiento…

**FINAL BOSS: CLÉRIGO**

…y decimos “primer” porque lo del Ogre al lado de este devoto queda en una agradable velada.

Su punto débil es bastante predecible: los talones. Si te fijas, tiene unas extremidades inferiores muy estrechas para lo grande que es, por lo que perderá el equilibrio fácilmente. Sin embargo, no funcionará tras un par de intentonas, por lo que deberás reajustar tu estrategia.

Es vulnerable a los ataques ígneos, así que haz buen uso de los cócteles molotov y de tu arma de fuego. Es imperativo que fijes al Clérigo con BOTÓN R3 para asegurarte de acertar y dar en el blanco.

El espacio será un problema. No podrás dar volteretas a tu antojo, ni tampoco intentar pillarle desprevenido por la espalda. Como mucho, y es a lo que hemos aspirado, hemos conseguido atizarle por uno de los costados, aunque es algo que tampoco sale bien siempre porque con sus enormes manos te puede asestar un golpe mortal.

Por otra parte, esquivar hacia atrás es lo único que NO DEBES HACER. Así, no harás más que facilitarle la encerrona, y te aseguramos que es un abusón de mucho cuidado. No dudará en arrinconarte y en hacer de ti lo que le plazca, así que asegúrate de tener siempre una vía de escape a la vista mientras vigilas a la bestia. He aquí la principal dificultad del enfrentamiento, que debes estar avispado y tener unos reflejos felinos para estar pendiente de ambas cosas.
Por si te sirve de consuelo, nosotros hemos repetido el enfrentamiento hasta la extenuación. Intenta asimilar tu incompetencia cuanto antes y tómatelo como un entrenamiento constante. Verás como irás progresando y afinando mejor tus reflejos conforme le vayas tomando la medida.

Recoge la insignia que se te otorgará como recompensa (echa un vistazo a la sección de “Armas” para saber qué utilidad tiene) y dirígete al puente para encender la lámpara. Una visita al Sueño del Cazador te vendría de perlas ahora mismo…