Runaway 2: El Sueño de la Tortuga, guía completa

Ahora sólo queda vaciar el tanque de agua salada y rellenarlo en su lugar de agua dulce. Usando la llave abrimos el cristal que protege la llave de paso. Queda aún un último elemento, el casco telepático que en su día perteneció a Brian, que regaló a Saturno y que este a su vez perdió en favor de Robby. Pero como no se hablan, Brian tendrá que interceder. Para ello habla con Saturno primero, el cual le manda un recado a Robby que Brian manipulará hábilmente, así en vez de un insulto sonará a una pequeña disculpa.

Robby le dará una respuesta, repetir el proceso sucesivamente hasta que Robby se reblandezca y nos entregue el casco. Ahora ya tenemos todos los elementos y una cinemática se activará. El orden con el que se resuelvan los puzzles puede requerir usar la manguera improvisada con el tanque para iniciar la secuencia. Abriendo las compuertas pueden ver dónde se encuentra el galeón pirata hundido.

Tras una primera inmersión, Brian necesita algo con que raspar la superficie del barco sumergido. Casualmente recuerda que Saturno, que ahora está enfrascado en un nuevo proyecto, dejó en la bodega la caja de herramientas, así que la inspecciona, encontrando un serrucho. Con este cortará un pedazo del cepillo que sujeta la compuerta y obtendrá un buen "estropajo" para raspar la suciedad del galeón.

Algunos elementos han variado. Al parecer Joshua ha estado jugando con el ordenador central y no podemos usar la clave que abre todas las puertas ni entrar en el fondo de la bodega, la escoba ha desaparecido. Para salir de allí hay que abrir compuertas y trepar a cubierta. Suerte que no es difícil. Hablando con Sushi le pedimos bajar de nuevo, pero no ha habido suerte.

Allá donde rasca Brian no revela nada, cuestión de buscar en otro sitio, tal vez el interior de uno de los camarotes. Esta vez hay una puerta bloqueada, hemos de buscar una palanca para abrirla. Vamos de nuevo a la bodega, necesitamos de alguna manera acceder al segundo compartimento. Volvemos a hablar con Saturno, en el Nautilus, ya tiene su proyecto acabado, unos electroimanes. Con ellos sólo hay que utilizarlos en la puerta que se cierra sola y Brian saltará al otro lado de la bodega automáticamente. Lo que sigue a continuación es la conclusión de este capítulo. Preparados para el desenlace.