Runaway 2: El Sueño de la Tortuga, guía completa

Con la motosierra abre un agujero sobre el río helado, junto al tronco. A continuación aparecerá un oso polar que nos bloqueará el paso, hay que echarlo de ahí, pero nadie sabe cómo. Lo mejor es hablar con Ben y sonsacarle qué está haciendo vestido de esa guisa y qué planes tiene. Le falta un elemento a su disfraz para poder infiltrarse en la manada de osos: una cabeza convincente. Ese será nuestro nuevo objetivo, proporcionársela.

Utilizaremos la sierra mecánica con la cabeza del arce que hay en la furgoneta. Ahora ya es nuestra, pero es demasiado marrón y no se ve ni torta a través de ella. Podemos hacer agujeros con el cuchillo oxidado y la cosa mejora, pero aún es demasiado poco blanca, tenemos que encontrar un elemento blanqueador, y ya de paso, convencer a Joshua para que esté dispuesto a ingerir pescado crudo.

Volvemos al refugio, hablamos con Joshua y le cometamos todas las posibilidades, debe saber que Trántor ha explotado (otro guiño, ahora a los libros de Asimov y La Fundación). Hablando con él revelará que odia el pescado crudo, pero en cambio tiene un pasado japonés y por ello ama el sushi, que es lo mismo pero revestido con arte y gracia a lo nipón. Perfecto, Joshua podrá comer salmón sin problema, ahora bien, sólo si es preparado al estilo oriental.

Ben puede saber quién podría preparar el pescado de esta guisa, después de otra conversación apunta a Archibald, una copia exacta de aquel cocinero estrafalario que aparecía en "Doctor en Alaska". Como él, posee un humor demasiado ácido y un carácter intratable, no le encontraremos, nos encontrará él a nosotros. Hay que hablar más con Ben hasta que nos indique cómo conoció él a Archie: cantando un villancico en la terraza de su refugio.

Dicho y hecho, Brian sube corriendo hasta ese refugio y recoge la guitarra. Si antes no se ha intentado coger verás que está desafinada, pero al final Brian la usa para salir fuera y empezar a cantar. Un botellazo le impide tocar hasta el final, es Archie y parece muy enfadado. Después de una dura negociación, con mil dólares de por medio, obtenemos el compromiso del cocinero para preparar el sushi, ahora faltan los ingredientes: salmón, una hoja de alga, un poco de bambú y un par de bastoncillos de madera para degustar el plato.