Qué fue de... Jan Ullrich, el gran rival de Lance Armstrong en el Tour que busca reconducir su vida
Estrella ciclista precoz, el alemán llegó a conquistar una Vuelta y un Tour, donde también fue cinco veces segundo. Tras sus casos de dopaje y adicciones, quiere reconducir su vida.
Entre el triste caso de Marco Pantani y el mediático, ahora de actualidad, de Lance Armstrong, por citar dos muy llamativos, hay un buen número de historias de ciclistas de aquel final del siglo XX y principio del XXI que desembocaron en una deriva hacia la autodestrucción. Y, como el propio Armstrong cuenta en su reciente documental, uno de esos ejemplos es el de su eterno rival, el alemán Jan Ullrich (Rostock, Alemania, 46 años), que estos días vuelve a salir en los medios, no sólo por el mediático documento del texano, sino por sus esfuerzos por reconducir su vida, después de que pasara de la gloria deportiva a una situación muy preocupante, agravada por las adicciones y la pesada mochila que conlleva ser una figura pública denostada por su relación con el dopaje.
Su salto al estrellato llegó en el Tour de Francia de 1996, recordado como el del final de la hegemonía de Miguel Indurain en el Tour de Francia, tras cinco triunfos consecutivos, a manos del danés Biarne Riis. Pero buena parte del mérito fue del joven gregario del danés en el Telekom, de sólo 22 años, Jan Ullrich. Un ciclista que hasta entonces había demostrado unas fantásticas dotes como contrarrelojista: había sido bronce mundial en 1994, la primera vez que esta modalidad tendría maillot arcoíris (que se enfundó Chris Boardman), y campeón de su país. Alguna buena posición en carreras de una semana podían dejar muestras de que lograría defenderse en montaña, pero quizá no hasta el punto de luchar por las generales de las carreras más prestigiosas.
En aquel Tour de 1996, Ullrich no sólo se codeó con los mejores escaladores, sino que privó a un Indurain sin opciones en la general tras la montaña de ganar la úlima crono, en la que el alemán certificó su segunda plaza en la general por detrás de su compañero Riis. Un año después, Ullrich se coronaría en París con una autoridad arrolladora, metiéndole 9 minutos a Virenque y 14 a Pantani. Con características parecidas a Indurain, cuya progresión fue alabada en su momento por el navarro, parecía el principio de otra era...
Anfetaminas y redención
Sin embargo, la explosión de Pantani en aquel Tour 1998 del caso Festina y una caída en la Vuelta a Alemania en 1999 le impidieron repetir triunfo (ese año ganó la Vuelta y el Mundial de crono), algo que en la entrada del nuevo siglo ya sería imposible por la aparición de Lance Armstrong y la tiranía del US Postal. En el 2000, año que logró también el oro olímpico en Sydney, acabó segundo en París, puesto que repetiría en 2001 y 2003. En 2002 no pudo competir en la primera evidencia de lo que acabaría con su carrera, el dopaje, aunque en este caso fue por anfetaminas, que explicó por una noche de juerga que acabó en accidente de automóvil (también había bebido alcohol). Le costó el despido del Telekom, pero la sanción fue mínima. Su regreso al Tour, en 2003, fue con el Bianchi y su actuación le valió para ser nombrado deportista del año en Alemania y recuperar la confianza de su antiguo equipo.
En 2004 regresó con el equipo alemán tras ganar la Vuelta a Suiza pero sólo pudo ser cuarto en el sexto Tour de Armstrong, por detrás también de su compañero Kloden, segundo. En 2005 sí regresó al podio, tercero, el año en el que el texano logró su última victoria. Tenía 32 años, edad en la que aún podía soñar con triunfar en la Grande Bouclé, sin embargo su aparición en la Operación Puerto de 2006 como cliente de Eufemiano Fuentes acabó con su carrera. Se le excluyó del Tour y fue despedido, a pesar de que no se le sancionaría hasta muchos años más tarde, en 2012, cuando también se le desposeyó de ese último podio en París. En 2013 su nombre apareció como uno de los ciclistas que habían dado positivo en los análisis retrospectivos del Tour de 1998.
Hundimiento y esperanza
Su marcha del ciclismo fue el principio de una caída en picado. En 2005 dejó a su pareja, Gaby Wiss, con la que tenía una hija, y se casó con Sarah Steinhauser, hermana de un antiguo compañero de equipo, de quien se divoirció en 2018, cuando ya protagonizaba diversos escándalos. En 2014 provocó un accidente cuando conducía ebrio, pero en ese 2018 apareció en todos los medios alemanes tras allanar el domicilio y amenazar al actor Til Schweiger en Mallorca. Una semana después era detenido en Franckfurt por golpear a una prostituta en un hotel. Fue puesto en libertad, pero su adicción al alcohol y a las drogas era tan grave que él mismo decidió internarse en un centro psiquiatrico y comenzar terapias de desintoxicación. En ese tiempo, la preocupación de sus conocidos había hecho que el propio Lance Armstrong, su eterno rival, le visitara, apenado por su situación.
Ahora, dos años después, es un hombre nuevo según su hombre de confianza en su carrera ciclista, Rudy Pevenage, quien a pesar de escribir un libro contando las prácticas dopantes de la época, asegura contar con la confianza del excorredor. Y asegura que se encuentra bien y desintoxicado. "Hace dos años estaba mal. Ahora se encuentra bien y debería volver a salir y llevar una vida normal. Me gustaría poder ayudarle, aunque debe decidirlo él ", aseguró en Sportbuzzer. Porque, como asegura Pevenage, "todo el mundo merece una segunda oportunidad".