Riis se olvidó que Ullrich le hizo ganar el Tour 96
Para Bjarne Riis, director deportivo del CSC, el objetivo no es batir a Armstrong, si no que Basso no pierda la segunda plaza
Bjarne Riis, como se vio ayer, nunca ha sido un hombre de riesgo. Pese a que la vez que más valiente se mostró recibió una enorme recompensa: el triunfo en el Tour de Francia 1996. Fue el 9 de julio de aquel año en el que el frío acabó con el reinado de Miguel Indurain. Por culpa de la nieve la novena etapa fue recortada, se suprimieron las escaladas al Iseran y al Galibier y en lugar de 189 km, el viaje fue de 47, la mitad de ellos de ascensión a Montgenevre y Sestriere.
Y allí, ese día de intenso frío, tuvo Riis su arrebato de valentía. Atacó en la subida al primer puerto y mantuvo un pulso con todo el pelotón (a 39 km/h en un recorrido de alta montaña) para llegar en solitario y vestirse de amarillo.
Riis que fue gregario de Fignon y de varios capos italianos. Tras quedar tercero en el Tour 95, paso a ser líder del Telekom, un equipo de rodadores que se dedicaba a preparar los sprints de Zabel. Pero también había un joven de 22 años, Jan Ullrich, que le sirvió a Riis de escudo para parar a Rominger, Olano, Virenque, Dufaux, Ugrumov y el mismo Indurain. Jan acabó segundo y que habría ganado el Tour si no llega a tener que trabajar para Riis. Ayer Bjarne se olvidó de ello.
se autorretrató ayer como un cobarde en la etapa del Tour. El director deportivo del CSC danés, equipo de Basso y Sastre, en lugar de apostar por la victoria y luchar contra el US Postal de Armstrong, lanzó sus hombres contra Jan Ullrich para amarrar el segundo puesto de Basso.