Ullrich, más segundón que el mítico Poulidor

TOUR 2001

Ullrich, más segundón que el mítico Poulidor

"Por fin visto de amarillo en el Tour". Raymond Poulidor comenzó este año su andadura por la carrera francesa con esta broma, porque el célebre Pou-Pou es relaciones públicas de Credit Lyonnais, el patrocinador del maillot amarillo.

Todas las mañanas se pasea por las salidas rodeado de un público que le adora, con una sonrisa radiante y un aspecto saludable. Tiene 65 años. Y es feliz.

Y otra vez protagonista, porque Ullrich lleva camino de sumar cuatro segundos puestos en el Tour, uno más que Poulidor, el mito del eterno segundón.

Pou-Pou nunca pudo ganar el Tour. Participó 14 veces y sumó tres segundos puestos y cinco terceros. Ganó siete etapas, eso sí, y obtuvo triunfos ilustres como la Vuelta a España en 1964, pero la Grande Boucle se le atragantó. Ni siquiera pudo degustar un solo día de amarillo. Lo tuvo bastante cerca en 1967, porque era el indiscutible favorito para ganar el prólogo de Angers, pero el español Errandonea le arrebató la gloria. Una vez más.

Actualmente, decir 'Poulidor' es sinónimo de segundón, de perdedor. Pero Pou-Pou lo lleva con una enorme dignidad. Y también con un gran sentido del humor. Una vez retirado, cuando se encontraba en algún acto público con Jacques Anquetil y Eddy Merckx, les solía decir: "¡Qué cosas! Entre nosotros tres sumamos diez Tours". Porque Poulidor fue un segundón en el Olimpo de los dioses: Anquetil, Merckx, Gimondi, Bahamontes, Ocaña, Van Impe, Zoetemelk, Thevenet...

Fue derrochón en esfuerzos sobre la bicicleta, pero tiene fama de agarrado con el dinero, incluso con el que gana con el poker. Ahí sí es un campeón que humilla a sus rivales. "Poulidor sólo se lo gasta en vacas", suele bromear Bahamontes. Ese sambenito de austero se acrecentó cuando apuró un Mercedes hasta los 400.000 kilómetros. Sólo se deshizo de él cuando esta marca de automóviles se lo pidió para un museo, a cambio de otro modelo más moderno.