"Lo que menos me ha gustado ha sido la actitud de Max tras el vuelo contra Lewis, su indiferencia viendo a su rival debajo de su monoplaza".
Vibrante contemplar en las gradas a un país entregado a su nuevo ídolo, un Verstappen que lucha por el título mundial.
Balance positivo, en general, para los pilotos españoles en el GP de Austria.
Desde que Martín su puso al manillar de la Ducati de su equipo 'satélite' demostró que MotoGP no le viene grande en absoluto.
El motociclismo le debe mucho a Valentino, más allá de su magnífico palmarés.
La defensa de Alonso deja muy claro las razones por las que sigue compitiendo. No lo necesita, lo desea por ambición, talento y hambre de triunfo.
Hamilton quería acabar con la racha de Verstappen
La reflexión que deja la segunda cita en Spielberg es que el cambio generacional en la Fórmula 1 es una realidad incontestable.
Hamilton se compromete a largo plazo con el proyecto de Mercedes y asume el desafío de mantenerse en la cresta de la ola.
Verstappen, el líder sólido del Mundial, exprime su talento al máximo con un monoplaza que se lo permite.
Más allá de una cuestión de carreras o de Fórmula 1, se trata de un actitud vital que deja a Alonso en una posición envidiable.
Valentino está plenamente legitimado para tomar la decisión que considere sobre su continuidad en la competición.
La victoria tiene el valor simbólico del regreso del dominador de MotoGP en los últimos años, pero también la confirmación de que Marc sigue siendo Marc.
Rins se rompió en el incidente el radio del brazo derecho, no pudo competir en el GP de Cataluña y perdió unos puntos que siempre son importantes.
Página1