Por qué muchos coches serán más baratos hasta final de año
La subida del impuesto de matriculación vigente desde el 1 de enero que en suspenso hasta 2022.
El automóvil es presa fácil de las reformas tributarias. Un producto de elevado precio y primera necesidad para muchos usuarios, así que elevar la presión impositiva sobre los vehículos suele ser una tentación recurrente entre los Gobiernos de todo signo, básicamente porque al ciudadano, en definitiva, no le suele quedar más remedio que pasar por el aro…
En esta ocasión, sin embargo, quienes necesiten comprar un coche nuevo están de enhorabuena en una parte de los casos. El Congreso de los Diputados acaba de aprobar una modificación en la aplicación del impuesto de matriculación que entró en vigor el pasado 1 de enero, dejando los nuevos tramos en suspenso hasta el próximo año y siempre que no se produzca una transformación más profunda de esta tasa.
Por recapitular, el cambio vigente desde 2021 en realidad no afectaba al impuesto en sí mismo sino a la nueva normativa de emisiones WLTP en la que se basa. Con su entrada en vigor, muchos modelos subieron de tramo impositivo, pasando de no tributar a hacerlo un 4,75% o desde este porcentaje a un 9,75%. Este incremento, lógicamente, repercute en el precio final de muchos modelos, penalizando a su posicionamiento en el mercado.
Reforma profunda
Las marcas del sector llevan tiempo reclamando al Gobierno una reforma profunda del impuesto de matriculación. Su postura es que deben pagar más los coches que contaminen, no los más eficientes. Un impuesto por el uso y las emisiones, que incentive la renovación del parque y la compra de vehículos ecológicos.
Mientras que ese debate se mantiene en suspenso, la modificación que entrará en vigor en cuanto se publique en el Boletín Oficial del Estado y hasta el próximo 31 de diciembre se refiere a los tramos de emisiones de CO2 y su fiscalidad. Así, hasta 144 gramos por kilómetro (g/km) estarán exentos del impuesto de matriculación, cuando hasta ahora el límite se situaba en 120 g/km; de 145 a 191 g/km pagarán el 4,75%; de 192 a 239 g/km la tasa asciende al 9,75%, mientras que los que superen los 240 g/km tributarán por este concepto el 14,75%.
Es decir, ante las mayores exigencias de la normativa WLTP, que estaba afectando a muchos modelos, la moratoria aprobada mantiene los tipos porcentuales pero se muestra más permisiva con las emisiones, ofreciendo así a los fabricantes un periodo más amplio de adaptación a este marco legal sin que sus matriculaciones resulten tan perjudicadas. Y lo importante es que el usuario también debería, en principio, verse beneficiado de esta rebaja, que puede superar incluso los 1.000 euros en determinados modelos.
Y señalo esta presunción porque es pronto para saber lde qué forma repercutirán las marcas la rebaja fiscal puntual en sus productos. Lo presumible es que se produzca la reducción correspondiente en los precios de los coches que se beneficien de ella, pero en un entorno comercial tan complejo y agresivo como el actual (con muchas promociones y descuentos) siempre es difícil definir la influencia de estas medidas en el precio del vehículo.
Por último, cabe señalar que la medida no tiene efectos retroactivos, con lo que todos los que hayan comprado su coche desde el 1 de enero hasta su entrada en vigor, pagando por tanto un impuesto quizá superior en el modelo de su elección, no podrán recuperar el dinero añadido en el importe. Sin duda, una auténtica faena para muchos compradores, que quizá la legislación debería contemplar al tratarse de periodos tan cortos y próximos.