Desde Kubala y Suárez, Iniesta ha sido el mejor barcelonista. Reconocimiento: nunca le han regateado sus rivales el aplauso que merece.
A Iniesta le dolió el fracaso de la Champions y ahí precipitó su despedida. Ahora se entiende que debió haber ocurrido allí, dentro del Barça, un cataclismo.
Andrés Iniesta. Un sabio del fútbol. Dejó una lección en el campo: jugar bien es un arte y un compromiso. Dio una lección humana de cómo se compite lealmente. Genial persona.
Pensé en qué se estarían diciendo los entrenadores, qué pasaría por la cabeza de Unzue, tan barcelonista, qué pensaría el pálido Valverde, superando el trago romano.
Juan Cruz nos cuenta que tiene dos ídolos, Zidane e Iniesta. El francés, un entrenador noble y el manchego, un jugador parecido a Zidane.
El Carrusel llevó a Javier Gutiérrez a dejar su impronta azulgrana cuando el Barça intentaba restituir su ánimo tras el suicidio en Roma
Nada se salva de Roma. Nada. Ni los suspiros, ni las lágrimas, ni el sudor de los futbolistas...
Cristiano marcó en sede europea uno de los grandes goles de su historia. Messi le replicó luego con un hat trick que hizo, digámoslo, con la gorra.
Justo antes de que el Leganés amenazara en serio al Barça, Ernesto Valverde miró a los lados y se vio en sus ojos de hurón del fútbol que había olido el peligro.
En el fútbol español se disputan (en el campo, en los bares) varios partidos a la vez. Uno de ellos se juega en Inglaterra, y lo disputa Pep Guardiola.
Ese gol de Cristiano es un acontecimiento y una fantasía. Lo preparó como si fuera una idea y lo desarrolló con la voluntad con la que el niño guarda lo mejor de sus juguetes.
Hay una dimensión engañosa en el fútbol: que solo lo grandioso vale la pena. Y no es así: lo mediocre bien administrado puede dar también buenos resultados
Lionel Messi, que entró en el campo para animar a los suyos, se impuso la primera de las actitudes y sacó al Barça del atolladero mayor de LaLiga.
Hasta que no se acabe un partido, si está Messi sobre el terreno de juego, no lo des por ganado. El Sevilla no había estudiado esta contingencia y por ese lado le vino la sorpresa.
Hemos asistido, en el Metropolitano, a la última vez que a Piqué, gran futbolista, se le abuchea mientras va enfundado en la camiseta nacional.
Iniesta es un maestro de este tiempo, como lo fueron Kubala o Di Stéfano en las luces de otro tiempo. Fue extraordinario su partido ante Alemania.
Tras el segundo gol del Barcelona, su autor, Lionel Messi, ensayó un baile de hombros dedicado a alguien que estaba en la grada.
Juan Cruz nos da su opinión sobre todo lo ocurrido en el mundo del deporte este fin de semana en la Liga, el fútbol femenino...
En la novela Sentimentales de Manuel Longares hay un párrafo que remite al ritmo que ensayó Ben Yedder una vez alcanzada su hazaña de poner de morros a Mourinho.
El abrazo de Messi a Dembélé no es sólo la expresión de una alegría, la de encontrar en un joven de 20 años tu posible heredero, sino la certeza de que alguien está aprendiendo.
Juan Cruz nos da su opinión sobre la útlima jornada de Liga, poniendo su ateción en los partido de Madrid, Barcelona o Sporting.
El fútbol es algo muy serio y el Barça no estuvo a la altura
El Real Madrid hizo de espectador del desastre y respondió estupefacto a los embates sin vida del equipo más caro de la historia.
Un solo gol es un mundo. Tres puntos convierten al Barça en aspirante legítimo al título de Liga. No hay sentencia pero el mérito estaría adjudicado: es de Messi.
LaLiga despidió a Quini. La liga italiana no tuvo arrestos para jugar sus partidos en jornada tan terrible. El Barça desplegó este adiós a Quini: SEMPRE RECORDAT
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