El milagro se llama Messi

El Barça mereció perder en Sevilla. El Sevilla perdió oportunidades extraordinarias, ante un equipo incapaz de defender y de organizarse, como si hubiera sido despojado de la sabiduría de combinar, huérfano de fortuna pero también de calidad. Un Barça desacostumbrado y triste, insólito. Pero los milagros existen y tienen nombre propio. El nombre propio de este milagro es Lionel Messi, que vino de la estratosfera, combinó el azar y la fuerza y recuperó la costumbre de resistirse a perder.

Fue un partido que generó una lección que recuerda otras reacciones célebres, como la que Sergi Roberto comandó la temporada pasada ante el PSG cuando todo parecía borrado en la cara azulgrana. Fue el milagro de Messi el que combinó para convertir en hazaña lo que parecía imposible. 47 segundos de milagro. Hasta que no se acabe un partido, si está Messi sobre el terreno de juego, no lo des por ganado. El Sevilla no había estudiado esta contingencia y por ese lado le vino la sorpresa.